CAPÍTULO 5

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A la mañana siguiente Plan observó a Mean bajar las escaleras, pasando junto a la mesa del comedor directo a la cocina, para salir con una fuente en la cual llevaba un plato de avena, en otro plato huevos revueltos y tocino.

- ¡¡Espera!!

Mean volteo hacia la voz que le hablaba.

- Si-

- Le gusta, jugo de fresas más que la leche- dijo Plan, mirándolo fijamente, tratando de tener una conversación con él.

- Iré a cambiar su bebida ahora mismo.

Plan observó como aquel joven volvía a sumergirse en la cocina, de donde salió después de unos minutos, pasando por el comedor otra vez hasta llegar a la puerta y detenerse para susurrar:

- Gracias por las indicaciones – dijo para alejarse, subiendo las escaleras rumbo a la habitación de Prim.

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Por la tarde después de un día de arduo trabajo, por fin podía volver a casa. Nunca antes había sentido tanta emoción por volver a casa después del trabajo, pero ahora que sabia que cuando llegara al lugar vería a Mean y eso era lo único que le importaba.

A solo unos metros por llegar a la puerta principal, vio como aquel joven sacaba grandes cajas del auto de Boon el chofer. Se estacionó muy cerca y cuando bajo del auto, pensó que Mean lo vería, pero no le prestó atención en lo mas mínimo.

Eso lo decepcionaba.

- Señor buenas tardes – dijo el chofer con una reverencia.

- Buenas tardes – respondió Plan, esperando a que Mean lo viera, pero parecía que este estaba en otro lugar, ya que no sentía su presencia.

Plan se acercó hasta quedar muy cerca de Mean, casi pisándole los talones, aunque este no volteara a verlo. Le parecía increíble como aquel joven no notaba su presencia.

- Buenas tardes, desea ayuda-

- No, Khun – dijo Mean, volteando a verlo.

- Vamos, te ayudare – no tienes que ser tan cortes conmigo.

Así Mean y Plan llevaron todas las cajas hasta la habitación que ocuparía Mean mientras se quedara en la casa de aquella familia.

- ¿Qué contienen estas cajas? – si se puede saber, mencionó Plan colocando la última caja sobre una mesa.

- Son algunos registros médicos de su hermana.

- Ya veo –

- Gracias por ayudarme con las cajas – sonrió Mean.

- No hay de que – dijo Plan para salir de la habitación de Mean, con el corazón a punto de salírsele del pecho.

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Plan horneaba unas galletas de chocolate, mientras hacia la cena, su humor era el mejor, no podía dejar de sonreír. Abrió el refrigerador, metiendo la cabeza dentro para buscar 4 huevos, cebollas y espinacas. Sus manos eran muy ágiles al cortar las cebollas en unos cuadraditos perfectamente cortados y cuando lavaba las espinacas, escuchó una voz que le hablaba.

- ¡¡¡Hola!!! - Perth mencionó su nombre en un canturreo

- Hey, ¿Qué haces aquí? – preguntó Plan.

- Vine a ver a P'Prim - ¿Dónde está ahora?

- En su habitación –

Así Perth salió de la cocina rumbo al piso superior, donde estaba la habitación de la hermana de Plan. Y a solo unos minutos más vio a Mean bajar las escaleras, con el rostro serio y las cejas fruncidas.

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