CAPÍTULO 45

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Una semana después de comenzar a trabajar en su propio restaurant, Prim lo visito. Se sentó en una de las mesas junto al gran ventanal junto a su futuro esposo y cuando uno de los meseros se acercó a tomar su orden estos solo dijeron que esperaban a alguien más y que harían su pedido cuando su invitado llegara.

Plan en la cocina, estuvo al tanto de sus familiares. Salió a saludarlos y cuando se sentó por un momento junto a ellos, su hermana le pidió que esperara a su invitado. Plan por un momento no imagino de quien se trataba, pero luego de unos minutos vio a Mean llegar con una camisa a rayas y jeans negros. Se veía muy bien.

- ¿Era Mean, su invitado?

- Si – dijeron su hermana y su cuñado a una misma voz.

Al llegar a la mesa Mean sonrió al verlo, paso uno de sus brazos por su hombro y lo saludo con cariño muy bajito.

- Buenas tardes – dijo Mean estrechando la mano con War. – cómo esta señorita? – agrego acariciando el hombro de su hermana.

Prim y War respondieron un simple "bien" para luego pedirle que se sentara frente a ellos.

Plan escucho por un momento su conversación, todo parecía ser referente a su hermana y su condición médica. Su teléfono no dejaba de sonar y cuando contesto, el chef asistente le comunicaba que necesitaban de su presencia en la cocina. Tomó sus pedidos y m

Después de casi media hora, los tres se levantaron de la mesa. Y tras mandarle un mensaje de despedida, salieron del lugar.

*MEAN*

- cariño todo estuvo fabulosamente delicioso. Gracias por los platillos. Nos vemos esta tarde, vendré por ti cuando termine tu turno.

* WAR*

- Los platillos estuvieron deliciosos, Khun Plan. Esta noche me gustaría hablar con usted y con Khun Mean. Él ya está de acuerdo.

¿Qué podría ser aquel tema del cual quiere hablar War con nosotros dos?

Lo pensó por varios minutos, pero nada se le vino a la mente. Le mandó un mensaje a Mean, preguntándole sobre lo que habían hablado durante el almuerzo y sobre que tenían que hablar con War, pero no recibió respuesta.

*

*

- - Tráigame unas copas de vino tinto, mesero.

Corrió con dos copas, las puso con mucho estilo frente a un hombre de gran porte y de mucho dinero. La mujer que lo acompañaba le lanzo un guiño, sonriéndole con picardía. Mean se sorprendió ante tal gesto, lo ignoro, pero cuando pretendía salir de ahí, aquel hombre lo tomo por el cuello de la camisa y lo piro al suelo, dándole golpes severos.

Los otros empleados tomaron al hombre, deteniéndolo y ayudando a Mean a ponerse de pie.

- ¡Maldito Malnacido! – Te atreves a ver a mi mujer. ¡No está a tu altura, pobretón de mierda! – gritó el hombre apuntándolo y queriendo a cercarse para seguir golpeándolo.

Mean apenas pudo salir del lugar, después de disculparse incluso cuando no era culpa suya. Se mordió los labios y apretó los puños para no sacar su enojo y frustración.

No podía ir a recoger a Plan, ¡No después de esto!, No con el rostro lleno de moretones. A las 6:00 pm, su teléfono casi reventó con las llamadas entrantes, no tenía el valor de responder ya que temía no poder mentir y ser descubierto.

- Hola – respondió Mean, después de 5 llamadas perdidas. ¿Por qué no contestas? ¿Dónde estás?

¿Mean? ¿Mean? ¿estás ahí?

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