Niña Perdida

Emma

Anna se sentía realmente satisfecha, pero algo le pesaba, era como si una parte de ella no quisiera haber golpeado a Pan.

-Pero se lo merecía - susurró la chica.

La pelinegra caminó por un largo tiempo, volteando a todos lados, esperando que el chico saliera de la nada, dispuesto a llevarla de vuelta al campamento. Pero nada ocurrió, y la chica siguió caminando, un paso tras otro esperando alguna trampa o alguna sorpresa.
El simple hecho de pensar en el chico la ponía de mal humor, la había engañado y tratado como una tonta, sin embargo, pensó ver algo de sinceridad en sus ojos cuando le contó su pasado... La chica sacudió la cabeza y los pensamientos sobre Pan y siguió su camino.

Anna no tenía nada planeado, sin embargo, sabía que Emma seguro la recibiría y la dejaría ayudar, teniendo en cuenta que ella sabía de los planes de Pan, y quizá el hecho de ser la sobrina de Garfio aligerara las cosas.

La chica aún se preguntaba a quién había mandado Pan a la Cueva del Eco, y ¿qué era eso?

Anna había caminado por lo que parecieron horas, hasta que comenzó a escuchar voces y supo que los había encontrado, la chica subió a un árbol en silencio y se asomó hacia un claro, donde efectivamente estaba Emma con Blanca Nieves, Tinker Bell, el que supuso ella sería el Príncipe Encantador y, por supuesto, su tío, Killian Jones.

-¿Dónde está Regina? - susurró la chica.

Emma caminaba nerviosa de un lado a otro, mientras los demás la observaban con caras de preocupación.

-Entonces, tú no sabes nada Tinker Bell...

El hada negó con la cabeza.

-El chico y yo nos hemos distanciado desde hace unos meses. De todos modos, nunca me ha contado cosas tan importantes.

-Garfio, - dijo Emma - ¿estás seguro que esto no es sólo un truco?

-Lo siento Swan, sé por qué lo hace, es totalmente verdad.

-Pero, ¿qué te dijo exactamente? - preguntó el Príncipe acercándose al pirata con una mano sobre su espada.

-Me dijo que Baelfire está en la isla, y que deberíamos buscarlo antes que sea demasiado tarde.

Anna abrió los ojos de par en par, ella sabía donde estaba Baelfire.

-Neal, - dijo Emma irritada - por favor dile Neal - la chica se volteó, dándole la espalda a todos - No puede ser verdad... Pero, ¿dónde esta?

-Hay que encontrarlo antes que Pan le haga algo - dijo Blanca Nieves.

-¡Lo sé! - exclamó la rubia agitando las manos - pero, ¿qué pasa si es sólo una trampa? ¿Qué hay de Henry?

-No podemos rescatar a Henry sin un plan de escape, y para eso nos convendría estar con Neal - dijo el Príncipe.

-Si alguien supiera dónde está sería de gran ayuda, gracias.

-Emma... - comenzó Garfio.

Anna se puso de pie sobre la rama del árbol.

-Pues qué suerte que yo sí sé dónde está, ¿no lo creen?

Todos miraron estupefactos a la chica y ella sonrió.

-¿Anna? - preguntaron Emma y Garfio al mismo tiempo, y se miraron extrañados entre ellos - ¿La conoces?

-Ella nos ayudó a contactar a Henry - dijo Emma - ¿Qué haces aquí?

La chica saltó de un árbol a otro con agilidad, y se encogió de hombros, debía actuar con la mayor naturalidad para que Emma no se molestara con ella por haber abandonado a Henry.