7 | Moviendo ficha

678 78 196
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los primeros rayos de sol de la mañana me despiertan casi de inmediato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los primeros rayos de sol de la mañana me despiertan casi de inmediato. Para mi desgracia, siempre he tenido una especie de reloj biológico que me obliga a abrir los ojos cada vez que amanece, como un animal salvaje, aunque la mitad del tiempo me limito a darme la vuelta y sigo durmiendo, pero no hay quien me quite de encima ese primer despertar. A veces pienso que es por la tensión, por vivir bajo la amenaza constante de la muerte.

Por eso, por regla general, elijo no pensar. Paso de volverme loca antes de los treinta. Ya tendré tiempo de eso si sigo viva para entonces.

Es un día soleado, de esos en los que solo apetece salir a pasear y tomar el sol. Me doy la vuelta en la cama, con un brazo sobre los ojos para disfrutar de unos segundos más de oscuridad, y estiro el brazo casi por inercia, buscando a Pantera. Tal como esperaba, mi cama está vacía. Incluso se ha molestado en hacer su lado de la cama antes de largarse en medio de la noche. Diría que me sorprende, pero lo cierto es que no. Mi relación con Pantera es así: solo nos vemos por motivos de trabajo.

Ni siquiera sé cómo llegamos al punto de empezar a acostarnos en secreto, aunque tampoco quiero darle muchas vueltas. Solo sé que ninguno de los dos tiene intención de que esto llegue a más, así que por ahora estamos a salvo. Sé que en algún momento tendremos que parar antes de que a alguno de los dos se le ocurra, yo que sé, enamorarse o algo peor, como empezar a discutir por todo como si fuéramos una pareja de verdad, pero por ahora todo va bien.

Después de tomarme el chute de medicinas para aliviar el dolor de la pierna, enciendo uno de mis teléfonos, el que utilizo cuando quiero contactar a Vivi, y marco su número. La llamo tres veces, y las tres me devuelve al buzón como si fuera una apestada.

Vale, tal vez lo de anoche estuvo feo, pero eso de no cogerme el teléfono es jodidamente ofensivo. Se supone que soy su amiga, al menos debería responderme para insultarme un rato. Es lo que haría yo, al menos.

Quizá sea lo mejor. Quizá este enfado sea la razón que la aleje de mí, pero necesito asegurarme de que no va a aparecer en mi vida de repente, cuando se le haya pasado el cabreo, como si nada hubiera pasado. Aunque me planteo la idea de mandarle un mensaje y explicarle que me voy de la ciudad y que no la veré más, soy literalmente incapaz de coger el móvil.

Fantasma [+18] - Dark romance seriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora