Rosa 🌹 ; Jack Conway

Capítulo 28.

28. No habían dos como ella.

   "Super" Llamó el joven con pena a la pregunta que quería formular.

   "¿Qué pasa Horacio?" Preguntó con poca paciencia puesto que en todo el recorrido que no tenía ni la hora ya lo habían cansado.

   "Eh-... ¿Es verdad lo que dicen por comisaría?" Hizo una pausa de la vergüenza. "Que usted está saliendo con alguien actualmente..."

El pobre sentía pena puesto que sabía que su vida privada fue complicada a la brevedad que ha contado y corroborar algo así le daba cosa sabiendo que no era asunto suyo.

Gustabo en cambio se asomó entre ambos asientos y sin vergüenza decidió hablar.

   "Con la mujer de Recursos humanos, la que grita como usted y que Horacio le partió la cara con una puerta."

Añadió lo último por gracia y para molestar a su amigo pero todo con un tono neutral.

   "¿Y por qué me lo tienes que recordar, Gustabo? Fue accidente."

El rubio rió por lo bajo.

   "Pero buen tortaso que le has dado, eh."

Jack ni se inmutó a sus palabras al respecto y Horacio volteó a verlo.

   "Bueno... ¿Entonces es verdad? Lo digo porque los chismes esos están feos. Ya tenemos varias veces llamándoles la atención."

Jack suspiró.

   "Sí, coño, que es verdad pero ya sabrán que por seguridad es mejor mantenerlo en secreto." Marcó una pausa centrado en el camino. "Sólo ustedes dos y Volkov lo saben, no hace falta divulgarlo más."

Horacio asintió obediente pero Gustabo frunció el ceño poco conforme.

   "Pero ¿Qué hay de Julia, Conway?" Su jefe detuvo el auto de golpe en medio de la carretera en cuanto escuchó el nombre que le acariciaba y daba tormentos todos los días. No reaccionó, ni quería voltear a verlo a la cara. "No que no habían dos como ella."

Cuestionó Gustabo arqueando las cejas.

Parecía que le ofendía pero a la vez sólo era un entrometido que gustaba de meter mierda en donde pudiera y cuando se trataba de molestar a su jefe con más razón.

Horacio se giró hacia atrás mirando al preguntón con una expresión de que no se lo podía creer.

¿Cómo tiene tantos huevos de mencionarla así como si nada? Horacio tenía miedo, sentía la tensión ahogándolo en el patrulla.

   "No vuelvas a mencionar su nombre en tu puta vida." Ordenó molesto pero con el tono de voz lo más relajado posible. Arrancó el auto después de un gran silencio.

Este encogió de hombros.

   "Bueno perdón, era una pregunta sin mala intención Conway, no pensé que se molestaría tanto." Nadie respondió, ni siquiera Horacio hizo algo a lo que se decidió seguir hablando. "De hecho enhorabuena de que pueda reinventar su vida. Lo digo de verdad."

   "Hoy andas muy parlachín ¿eh?"

   "Pues hoy me apetece hablar."

   "Pues a mí me apetece que cierres la puta boca de una puta vez." Se giró un poco para verlo y dirigirse mejor. "Anormal."

Dedicó mejor y volvió su atención a la carretera en breves.

A Horacio aún le causaba vergüenza que se enrojecía solo y ninguno de los dos lunáticos se daban cuenta; tenía vergüenza de parecer entrometido en la vida de su jefe pero a pesar de todo Horacio posee un corazón tan puro y el amor era algo sorprendente y que le emocionaba, más si un hombre tan gruñón y desgraciado ha logrado volver a amar a una mujer; desde que escuchó los rumores regañando a los maderos en nombre de Dan, le ha dado vueltas a su cabeza uniendo cables de todas estas ocasiones en que ha visto a su jefe pasarse seguido por dicha oficina con el letrero de RR.HH. en una placa y que ha confiado en ella al dejarle información.

Estaba feliz por él y más gracias al cariño que ha confiado en darle. Eso era todo lo que le daba emoción pero vergüenza de demostrar por ahora.

Al menos para alguien aquí de los tres triunfó en el amor.

   "¿Es feliz..." Hizo una pausa mirando a sus manos reposadas en sus piernas." Conway?"

Jack confundido lo miró de reojo.

   "A ver Horacio ¿Por qué tanta curiosidad?"

   "Eres un metiche, Horacio."

   "Estoy hablando con Conway, no contigo Gustabo." Respondió en defensa.

El rubio rodó los ojos y se tiró contra el respaldo de regreso.

   "Déjalo en paz ya, joder, parecen niños." Se dirigió a Gustabo viéndolo desde el retrovisor, este puso una mala cara.

   "Es que no quiero ser entrometido Conway pero sólo pregunto porque me alegro por usted y yo supongo que cuando uno está enamorado lo que más le gusta es hablar de esa persona y así... Digo, sólo si quiere expresarse."

Jack hizo una mueca.

Era cierto que no lo hablaba con nadie, sólo a Michelle se abrió un poco por el hecho que era la única que podía corroborar el parecido físico entre Isabel y Julia pero fuera de eso con suerte a Isabel le nace reconocerle el cuánto y porqué la quiere.

Apenas con Volkov podría expresarse como aquella vez que hablaron de sus pasados pero era poco probable que la conversación surja, Volkov sólo sabe que está muy decidido en hacer todo por ella pero no se plantea lo demás y menos si aunque lo conozca mejor de muchos sigue siendo un hombre impredecible.

Entonces ¿plantearse abrir sus sentimientos a estos dos era buena idea? ¿qué se supone que gana si lo hace?

A veces piensa que ya se ha expresado demasiado con ellos pero quién sabe cuál es el límite.

   "Mh..." Quedó pensando golpeando con el dedo el volante. "¿De qué se supone que ayude si hago eso?"

Horacio encogió de hombros.

Ya lo sabía pero naturalmente le sale ser más inhumano por defensa propia.

   "Pues se siente muy bien reconocerlo en voz alta... Es que simplemente... Te sientes más libre, oprimes menos tus sentimientos. Si de verdad la quiere no le hará daño decirlo y presumirla al menos en un entorno cercano."

Cerró automáticamente sus palabras con un poco de vergüenza esperando que Gustabo no le dijera algo para molestarlo.

Comenzó a plantearlo mejor mientras oprimía sus labios.

   "Vale."

   "A ver inténtelo aquí con nosotros."

   "Ok, a ver." Formuló las palabras en su cabeza. "Pues... Yo estoy... Enamorado de ella." Le costaba decir esa palabra otra vez, muy muy en el fondo era más doloroso de lo que parecía pero a los oídos de ellos dos sólo es un cascarrabias de la fregada. "Ella es una mujer fuerte, decidida, inteligente, trabajadora y muy cabrona." Admitió con mero orgullo. "Tiene tanto potencial dentro de ella, puede poner patas arriba la ciudad si se lo propone y... Es alguien con quien sé empatizar hasta cierto punto.
Hay algo en ella que no me dejaba tranquilo, no podía dejar de pensarla y querer protegerla y he de decir que me enorgullece y satisface tener la capacidad de cuidarla."

Gustabo no dijo nada, ni tenía una expresión en su rostro pero en cambio Horacio sintió más emoción y orgullo por su jefe.

¿Por qué nadie le ha preguntado el porqué protege tanto a aquellos con los que se termina encariñado? Era una obsesión y un peligro saber hasta dónde puede llegar. Gustabo tenía una buena pregunta que otros no se atrevían a plantear, hacían falta huevos para eso.

Pero al menos Gustabo ya entendía: no hay dos como ella, ya perdió una ¿de verdad se piensa descuidar para perder a esta? Tonto no es.

Se asomó entre los asientos.

   "Vale, eso es muy lindo, muy motivador Conway pero tengo la duda ¿Dónde está ella?"