Capítulo 21.

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21. Toditas tus penas.

Pasó una semana, se sintió eterno hasta que miré el calendario colgado en la pared, con las equis chuecas marcadas acercándose el día para visitar a mi familia.

No hemos hablado casi nada a pesar de lo que Volkov mencionó, verdaderamente creí que no lo pensaría ni nada, que mi gusto hacía él disminuiría pero es todo lo contrario... La distancia me enferma.

Viendo la hora y sus gritos sonando hasta acá me avisaba que acaba de llegar, dejé todo y bajé a buscarlo, como siempre caminando a un lado de Volkov y al verme y saber que venía directamente tras él se quedó en seco. Me mantuve frente a frente, sentía que algunos miraban y seguro ha de ser la malla, son demasiado buenos para el mitote.

Parecía intimidado, no disimula su desagrado, no me mira enojado como la expresión natural que suele tener... Ahora sólo tiene la intriga de qué quiero.

-A mi oficina por favor Señor Conway.

Le di la espalda de regreso a la puerta.

-Vale.

Respondió por lo bajo, los pasos de ambos era lo único que sonaba provocando el eco que para las primeras veces sería un ambiente tenso, tal vez para él lo es ahora que lo tomé de sorpresa ¿habrá estado pensando en mí también?

Los pasillos estaban vacíos, sólo estaban nuestras dos almas dentro de estas paredes... Hasta donde sé mi alma no para de gritar por él desde entonces.

Apretó mi brazo con fuerza girándome con brusquedad y empujándome a la pared, sus gigantes y toscas manos rodearon mi cuerpo tras un beso cargado de desesperación y deseo.

-¿Para esto me querías?

-Quería hablar con un café antes pero me parece bien.

Apretó los labios desviándose de mí.

-¿Por qué...- -Marcó una pausa dudando sus palabras.-¿Por qué por más que lo intento ya no puedo borrarte?

-¿Perdón?-Debería ofenderme pero estoy en las mismas... Y apenas ha sido una semana.

-¿Qué coño hay en ti que no puedo dejar de pensarte y buscar protegerte?

También me gustaría saberlo...
¿Cómo llegué a ser la elegida del destino para hacerte blando?

-¿Y tú cómo puedes ser tan descarado y grosero pero siga anhelando tenerte cerca?

Ni se inmutó a que lo haya insultado.

-¿Acaso ella te envió?

Habló por lo bajo y perdido, este ya está delirando por su lado. No es la primera vez que se le va la cabeza mientras me mira así, lo extraño es que esa mujer me miró igual.
¿A dónde lleva esto? Es raro y preocupante...

-¿Ella quién?

No respondió, tan sólo se mantenía seco y viéndolo bien la luz del pasillo lo hacía brillar detrás de él. Acaricié su mejilla en la que se acurrucó descargando sus penas y dolor, levantó su mano acariciando la mía. Lo veo capaz de llorar, lo veo con ganas de hacerlo pero no puede, no conmigo aún.

El problema es que no comprendo... ¿Por qué cosas ha pasado este hombre para estar tan lastimado? ¿Quiénes le hicieron tanto daño?
Tal vez Volkov tiene razón.

•••

"Conway."

"¿Qué?"

"Parece que usted está siguiendo su propio consejo ¿no?"

Jack frunció el ceño confundido, quitó el dedo de sus labios que se toqueteaba manteniendo una parte de su cabeza ocupada pensando en ella, en su delicadeza y a su vez su manera tosca de ser física y verbalmente que le gusta. Realmente le gusta ser maltratado, le gusta gritar pero no que le griten, no cualquiera, aunque con ella parece decir sí a todo.
El resto de su mente la ocupaba concentrado mirando por la ventana esperando actividad de algún traficante que según había sido reportado en la semana.

"¿De qué coño hablas Volkov?"

El ruso sonrió por lo bajo nada sorprendido de que reaccionara así de seco.

"El pájaro ese de los cojones, preguntarme y hacerme buscar por lugares de comida novedosos cada puto día junto a otros de la malla, irse temprano de la jornada y la cara que puso cuando ella se le acercó." Contó con los dedos. "Parece que eso es estar enamorado de su parte."

Mantuvo el ceño fruncido, ignoró el comentario y volvió su vista a la casa que vigilaban a una cuadra de distancia.

Dejaron el silencio por un buen rato; él no le había dado vueltas al asunto desde la noche en que las palabras de Michelle le hicieron sentir culpable e incómodo, sin embargo cuando ella caminó a él lo sintió como una señal, en ese momento en los ojos de Conway la vio con un destello que sólo ha visto una vez en su vida y fue lo que le motivó a tomar la primera decisión en toda su vida. Esta vez fue como si el mundo la trajera a sus brazos como compensación por toda la mierda que ha tragado y una oportunidad para reinventar todo.

Desde que la vio brillar así está más que seguro, esta vez nada iba a detenerlo, en ese momento que ella acarició su rostro que acostumbra recibir puñetazos, rasguños y quemaduras, en ese momento que todas las heridas físicas y de su alma sanaron gracias a su cariño fue cuando juró dentro de él y al cielo que no la dejaría ir y la cuidaría más que nada en ese amargo mundo.

Isabel también lo vio brillar más allá de la luz del techo, había algo que lo hizo ver y sentir irreal.

Tal vez por eso ella no lo dejaba morir cada que apretaba el gatillo, le quería enviar una felicidad especial.

Abrió los labios para hablar y tomó aire.

"No lo sé Volkov, no te precipites tan pronto pero tampoco me estés vacilando cabrón, debes formar tu vida como ya te dije."

Pero claro, tenía que cuidarla... A su manera, su rota manera.

Rosa 🌹 ; Jack ConwayWhere stories live. Discover now