Capítulo 22.

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22. Demasiado.

El ambiente era tenso, si alguien más estuviese allí pensaría que parece una junta de pareja divorciada pero Michelle estaba en todo su derecho de molestarse y regañarlo puesto que se ha desviando más de la cuenta tratándose de trabajo. Él estaba sentado muy a lo flojo con las piernas casi sueltas y fumando otro cigarro, estaba demasiado cansado y adolorido de las veces que se ha dado contra el suelo.

Al contrario ella estaba cruzada de brazos y de pie en una esquina observándolo con desprecio, los tacones ya causaban un dolor pulsate pero no era nada para ella, se convence que aguanta unas horas más hasta que se desocupe de este.

   "Ella no es mala."

Soltó después de un largo silencio.

   "No, yo sé que no pero podrías hacer una pausa, tienes casos muy importantes por delante. Ya tendrás mucho tiempo para verla Jack y estoy segura que si ella lo supiera te diría lo mismo que yo."

   "Es que no lo entiendes."

   "¡Pues no! ¡Obvio no! Ayúdame a entender."

   "Mira." Se acomodó para sentarse de manera más apropiada y moviendo sus manos para explicar. "Es que tú la viste... Tú lo dijiste ¡y es verdad!" Exclamó desesperado, estaba que no se lo creía cuando lo pensaba mejor y sabía que iba a sonar como un loco. "Mira yo... Siempre la siento, siempre siento a Julia a mi lado... Donde sea que esté y eso me agobia, me enferma porque no es igual que antes, no puedo hacer nada pero cuando Isabel está conmigo... Dejo de sentirla.
Comienzo a pensar que Julia la ha enviado."

   "La envió un grupo de políticos y mafias, Jack."

   "¿Qué?"

   "¿Tú crees que no la investigué? Huyó de su casa por amenazas de muerte."

   "¿Amenazas por qué?"

   "Por ser mujer... En resumen." Habló por lo bajo. "Por defenderlas, encarar, hacer movimientos, postularse de diputada."
No estaba nada contenta con la respuesta, tenía una gran impotencia pensar cómo esa chica se tuvo que reinventar e huir de donde era tan feliz.
   "Todos tienen un pasado del cuál hace falta huir, lo sabes... Y acabamos aquí de mera casualidad" Remarcó. "Pero ahora te quiero con los pies en la tierra ¿me entiendes?"

Este se quedó con la mirada en el suelo perdido uniendo los hilos de lo que ya sabía, parece que ya se puede hacer una idea de la razón y lo sucedido pero con lo mencionado la ira comenzó a correr por su cuerpo, haciéndose todo un plan en su cabeza.

   "Investígame quiénes son los hijos de perra, iremos a hacerles una visita."

   "¿Que acaso no me estás escuchando?" Le chasqueó los dedos en la cara. "Te quiero con los pies en la tierra, Jack, eso no es asunto nuestro y entiendo el coraje que te da. Sí, es una putada pero necesito que te centres en el trabajo." Se giró dándole la espalda para respirar un momento y volvió. "Me alegra que estés contento y enamorado ¡de verdad! pero primero es el trabajo ¿entiendes?"

Asintió con la mirada baja, vio la hora y se levantó con el dolor en todo el cuerpo pulsando sin piedad obligándolo a moverse más lento.

"Así será pero a partir de mañana, me tengo que ir."

•••

—¿No tienes mascotas?

Pregunté entrelazando mis dedos a los suyos, sentía sus cicatrices en toda la palma y entre los dedos. Me da escalofríos pensar en el dolor que habrá sentido.

Hasta cuando me recogió trató de esconder el dolor, dice que simplemente tropezó y cayó.

—Sí claro.—Respondió con un tono obvio.—Si tengo un perro.

—¿En serio? Jamás me lo habías mencionado antes.

—Te lo puedo presentar mañana si quieres.

—Sí por favor.—Levanté mi mirada.

Sonrió un poco, estaba con su mano libre reposada bajo su cabeza aparte de la chaqueta que utiliza como almohada.

Miraba al cielo estrellado y la sonrisa no se borraba de su rostro. Volví a recostarme acomodando mi cabeza sobre su brazo con cuidado.

—Por cierto, la próxima semana iré a ver a mi familia.

—¿Si? ¿En tu pueblo?

—No, en la frontera.

Soltó un 'ah' por lo bajo.

—¿Has pensado volver?—Marcó una pausa.—A tu pueblo.—Aclaró.

Fruncí el ceño pensando; en realidad ni loca.

—Por un momento consideré ir el día de muertos, en noviembre.

Asintió.

—Falta poco.

—¿Irías conmigo?

Volví a levantar mi vista para cruzarme con la suya.

—¿En serio?

Sonreí.
¿Sería muy extraño...?

Estoy hablando por hablar, sin embargo si me las ingenio y en verdad nos acompaña entonces creo que no tendría problema... O menos miedo.

—Sí, claro que por el trabajo es algo complicado pero...-

—Lo arreglaré, no te preocupes.

Interrumpió, me acercó para besar mi frente manteniéndome aferrada a él.

Marcó un silencio y tomó aire.

—Yo creo que no podremos salir por estas noches.—Habló, volteé a verlo.—Tengo unos casos pendientes con Volkov, estamos por atrapar unas mafias.

Asentí.
Se miraba él mismo decepcionado.

—Está bien, lo entiendo. Sólo tengan cuidado.

[🍄]

De antemano pido disculpas si tardo más de la cuenta en actualizar, simplemente puedo decir que no estoy muy bien de los nervios y trato de desconectarme lo mejor posible; es un círculo vicioso puesto que me pone nerviosa y triste pensar que me tengo que poner bien, so, it's pretty bad but- Simplemente debo poner de mi parte en lo que encuentro un psicólogo en servicio y eso.

Y ya es todo, muchas gracias por leer, see ya soon 🤍

Rosa 🌹 ; Jack Conwayحيث تعيش القصص. اكتشف الآن