Capítulo 1.

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1. Acerca de mí.

Si contaré todo comenzaré haciendo una introducción de mi persona.

Mi nombre es Isabel, crecí en México, en un pueblo del Norte y aunque fuese un asco allí estaban mis raíces. Mi papá era policía, no era muy fan de las injusticias y lo heredé.
Desde pequeña me dio lecciones importantes acerca de los hombres, cómo defenderme y el cómo tener cuidado de ellos y mandarlos a la verga.

Él dijo:
"Si ves un hombre como yo... Dispara. Si ves un hombre como ese de allá." Señaló al vecino. "Dispara."
En conclusión, no debía confiar en ningún hombre y debía ignorar los prejuicios de las viejas chismosas.

Crecí así, las mujeres, esposas, hermanas, hijas... siempre venían a casa llorando pidiendo ayuda a mi padre, le pedían que hiciera algo al respecto con los "hombres" de la casa porque se gastaban el dinero en alcohol o mujeres y no dejaban nada para los gastos del hogar.

Otros eran sus hermanos, por ser el hombre de la familia exigían los papeles de los terrenos cuando era lá única fuente de ingreso...
Mi abuelo no peleó por esas tierras en vano para que unos degraciados las vendan a los mismos patrones de las que fueron sacadas y repartidas.

Mientras mi papá se iba con una escopeta o un machete como intimidación, mi mamá le preparaba algún té a la mujer y yo hablaba con ella, les aconsejaba cómo chingárselos y dejarlos si simplemente estaba mal... ellas podían salir adelante sin ellos y no estaban solas. Y todo eso desde los 9 años que mi padre comenzó a incluirme y enseñarme mientras mi madre estaba en espera de un nuevo bebé.

Al paso que fui creciendo tomaba más valor, a veces yo iba en el lugar de mi papá en la camioneta o un caballo si de casualidad me agarraban en un paseo por las tierras con mi madre. Así comenzaban a conocerme y a los machitos les caía mal pero no se metían conmigo por lo mismo que no estaba sola pero ganas no les faltaban para agarranos a mi padre y a mí.

Algo que recuerdo fue que a los 16 años poco cumplidos algunos payasos venían a casa para hablar con mi padre y pedir su bendición para casarse, él jamás accedió por lo mismo de todo lo anterior: No puedes confiar en ningún hombre en un pueblo tan viejo y atrapado en una mentalidad cerrada.

Y sí, seguro que existían hombres buenos en que habré desperdiciado la oportunidad de amar pero no encontraba el chiste en ello... Puedo creer en el amor y confiar que algún día pasará pero en esos momentos no lo sentía necesario.

A los 18 me gradué de la preparatoria y los problemas dieron inicio en la familia. Mi padre enfermó de cáncer pulmonal, en seis meses había degradado su salud teniéndolo en cama y delirando. Mi hermana tenía 10 años apenas, tratamos de manejarlo lo mejor posible pero no hubo mejora y partió de este mundo. Por más que he odiado decirlo... Estábamos desprotegidas, sin él nos hicimos tan vulnerables porque este pueblo así lo exigía, en la comisaría continuaban sólo hommbres y mujeres de secretarias pero ese era otro problema.
Creí que manejaría como todos estos años los derechos de las mujeres de mi pueblo pero fue todo lo contrario, ellas se escondieron más bajo las piedras, dando a entender que si no les respaldaba más mi padre entonces no se involucrarían conmigo en lo absoluto y... eso me partió...

Todo el poder y derecho que por ley teníamos se desvaneció y otros ya nos dieron la espalda.
¿Qué haría ahora?
Sólo... Pues ir a la universidad y ya ¿no es así? Es un paso importante pero ya no me sentía vulnerable sólo como mujer, estuve tan rota. Por mi padre soy como soy ahora, por él he aprendido y ayudado demasiado, era mi mejor amigo, mi guía y mi madre lo amaba... Se amaban demasiado... Sin él ya no sabía qué hacer, estaba completamente perdida ¿qué iba a estudiar? Nada concreto se me daba y no quería irme de mi pueblo y perder ese nivel de dignidad que aún mantenía. Mi hermana estaba muy contenta con sus amigos, no se lo quería arrebatar y aún mantenía la esperanza de ayudar alguna otra mujer.

¿Y mi madre dónde queda? Por Dios... es una mujer maravillosa, fuerte, llena de luz y amor... Pero es verdad que su luz se fue apagando a los años desde que él se fue... Sé que he podido contar con ella ¡y por supuesto que así fue! Ambos forjaron mi carácter y crearon esta familia. Decidí estudiar lo necesario para manejar las tierras... Muy predecible para el pueblo, el campo ¿verdad?

No me llenaba como las aspiraciones de otros jóvenes pero nos ayudaría. Mi madre siempre trabajó administrando las tierras, a veces hacía el trabajo pesado como el riego cuando se hartaba de los demás y quería ayudarla para manejarlo bien, ella no iba a estar en dispocisión de hacer todo eso por tantos años.

Para cuando me gradué todo fue de mal en peor, me quise involucrar en el ejido y la comisaría, recuperar el nombre que teníamos pero las amenazas llovieron, cada día eran más y peor. No me querían cerca porque los payasos bien sabían que los hundiría.

Tras tantos problemas llegamos a la conclusión de irnos, reinventarnos. Las tres ya no teníamos nada que perder en ese pueblo. Todos avanzaban tan lento y era una lástima no hacer más ¡pero no puedes cargar todo el mundo en tu espalda!
Es un peso de 24 años que he decidido soltar por ellas, arreglamos todos y las dejé viviendo en la frontera, yo decidí irme a... "explorar". Mi madre y mi hermana ya adolescente estaban muy cómodas allí y yo estaba preparada para comenzar mi propio camino.

De movida en movida acabé en Los Santos, la ciudad de la que ya nunca jamás pude salir sin supervición... O posiblemente al menos con un rastreador.

Rosa 🌹 ; Jack ConwayTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang