"No sé como sentirme"

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Hay despedidas que duelen más que ninguna otra.

Ella estaba allí, observando cada parte del techo de su habitación.

Pensaba en todo, y en nada a la vez.

Unos pequeños golpecitos se oyeron detrás de la puerta y fue su amiga la que apareció tras ella.

La miraba intentando descubrir lo que pensaba.

"¿Qué te ocurre?" - dijo la chica apoyada en la puerta mientras la miraba preocupada.

Desde que habían llegado, no había hablado.

Se había metido a su habitación y no había salido.

Él había afectado a todo su organismo, había invadido todos sus pensamientos y únicamente estaba centrada en resolver todas las dudas

que tenía sobre él.

Ella no contestó y su amiga no volvió a insistir.

Estar solo quizás sea una de las mejores cosas que hay cuando todo a tu alrededor se desmorona poco a poco.
Cuando todos tus escudos y barreras han desaparecido y eso únicamente es debido a un culpable.

Los auriculares estaban en sus oídos y la música invadía su mundo imaginario en ese momento, sólo quería olvidar por un momento.

Una frase hizo que todo cayera en picado.

"Somos dos locos enamorados, por un rato" -salió de los labios de aquel cantautor gallego.

Si, sabía español perfectamente, pero ese no era el caso.

¿Cómo una maldita y pequeña frase te puede hacer recordar cada pequeño momento?

Pequeños significados en cada vocablo que en esa frase se pronunciaba.

Ella sabía que todo era un juego, o por lo menos se ibtentaba auto convencer de que así era, de que ni siquiera era una pequeña pieza en la vida de él, era insignificante, algo que ni notabas ni importaba.

Palabras, cada una peor que la anterior, con un significadl distinto si no se juntan pero que pueden formar la peor de las expresiones que encaminan a unos pensamientos indicados.

Necesitaba decirle a alguien cóml se sentía pero tampoco quería que todo saliera a la luz.

Como si se sintiera culpable de tener todos esos sentimientos.

Como si cada uno de ellos estuvieran prohibidos.

Necesitaba alguien a quien decirselo y aunque hubiese ignorado a su mejor amiga ahora la necesitaba, más que nunca.

- Conny, te necesito -dijo la chica mientras entraba al salón y encontraba a su amiga sentada en el sofá viendo una serie.

- ¿Qué te pasa? -dijo ella mientras su cara expresaba empatía por la chica y aprecio por cada palabra que fuese a decir a continuación.

- No sé como sentirme - dijo nuestra peotagonista mientras que algo en su estomago se iba estrujando.

- ¿Sentirte de qué?- dijo su amiga- ¿ese chico te obligó a algo?

La cabeza de nuestra chica se movió bruscamente de derecha a izquierda mostrando la gran negación a esa pregunta, que le pareció bastante esrúpida por parte de su amiga.

- Conny, creo que me gusta, mucho, demasiado. Pero es raro. ¿Alguna vez has sentido como si cada parte de tu cuerpo se descontrolara al estar frente a alguien? ¿Y que ese alguien solo quiera sexo pero tú vayas sintiendo como cada vez le necesitas más y más? ¿Cómo si hubiese sentimientos en cada acto que realizáis?

- Siento decirte que no aunque lo de sentirme nerviosa en presencia de alguien si que me ha pasado pero eso se puede omitir ahora mismo, no es lo que nos importa- dijo la muchacha sonriendo tontamente, debió acordarse de algo- te estás enamorando o incluso puede que ya lo estés.

Mierda.

Eso es lo único que su subconsciente llegó a decir pero a la vez se alegraba.

Sentía algo por él aunque ni siquiera sabía cuando le iba a volver a ver.

Pero en cuanto subió a la habitación sintió como si algo hubiese desaparecido, ese algo era la presión.

Presión, ¿quién no la ha sentido alguna vez? ¿quién no ha tenido incluso ganas de llorar por esta?

Hay muchas clases de presiones pero cada una es especial, única y puede llegar a afectar de muchas maneras.

Esos nervios que se combinan a la vez en el estómago y que forman esa pequeña presión que la mayor parte de las veces es provocada por diversos elementos externos puede afectar a cada uno de los actos que realizamos y es mejor soltarlo todo en el momento que guardar cada una de las causas de esta, que van clavandose poco a poco hasta llegar a explotar en algún momento.

La chica volvió a bajar al salón, se sentó al lado de su amiga y vieron la televisión juntas.

Todo había desaparecido y se sentía bien, mucho mejor que antes.

Notó una pequeña vibración en su bolsillo.

Sacó su móvil lo desbloqueó y algo inesperado hizo que sus pensamiento se desviaran a otro lugar que no era el salón de su casa.

Don't set me free [Calum Hood Hot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora