Capítulo 10

2.8K 267 167
                                    


— ¿Quién los envió? —. Inquirió con tranquilidad hundiendo el puño en el rostro del mas joven de ellos, el sonido de la carne chocando con la carne inundó el lugar. El chico tuvo es descaro de reír. Korra volvió a insertar su puño en la cara del joven quien soltó un pequeño quejido antes de seguir riendo.

— No lo sé, bonita ¿Quién crees que nos pudo haber enviado? —. Dijo con gracia antes de que la morena le asestara otro puñetazo.

— ¿Esperas que me crea que llevan semanas siguiéndonos solo para robar? —. Otro puñetazo.

— Si sigues de esa manera ya no le quedará rostro que golpear. — Comentó Wing mientras sacudía distraídamente una cadena de platino en su mano.

— ¿Eso crees? Siempre se puede provocar mas daño, un simple puñetazo no es nada. — Dijo la morena observando el rostro hinchado del tipo y dando veracidad a sus palabras levantó la rodilla derecha dándole directamente en el centro del rostro, un desagradable crujido predominó por un instante señalando que efectivamente le había roto la nariz, esta vez si logró sacarle un grito.

— ¡Hija de puta! —. Gritó el tipo mientras la sangre le brotaba de la nariz.

— Esto es aburrido.

— Perra ¿Ella es importante para ti? Es eso— rio cruelmente—. No sabes lo satisfactorio que fue ver su cara de terror, oh ella es hermosa, que pena que llegaste, pude haberme divertido mucho con ella. — El rostro del tipo cubierto de sangre lanzó una sonrisa cínica. — Que hermoso hubiese sido tener esas piernas a los lados de mí cuerpo, una mano en su cabello y otra en su cuello mientras embestía y escuchaba sus dulces gritos y lamentos que...— Antes de que pudiese terminar lo que estuviese a punto de decir el pie de la morena estuvo sobre su boca, estaba segura de que los dientes del tipo se habían encargado de reventarle la boca.

— Hablas demasiado para mi gusto. — No hubo respuesta diferente a una espelúznate sonrisa cubierta de sangre, se acercó nuevamente para darle un nuevo puñetazo especialmente fuerte de lleno en la boca, si iba reírse al menos sentiría el mayor dolor en cada movimiento. Sacudió su mano ligeramente notando que había lastimado sus nudillos. Giró para salir del pequeño cubículo de metal.

***

— ¿Qué dijeron los otros tres? —. Preguntó una a Wei y a Opal una vez se hubieron acomodado alrededor del fuego.

— Aseguran que sólo seguían ordenes, pero no saben de quien, recibirían una suma considerable de dinero si llevaban las motocicletas al desierto — Informó Wei—. Me aseguré de que decían la verdad, ninguno es un maestro tierra notable.

— ¿Pero a quién se le ocurriría enviar a personas tan poco capacitadas a robar?

Korra no dijo nada, se mantuvo en silencio intentando calmar su furia, sentía como si sus músculos dieran espasmos a pesar de saber que no estaba haciendo ningún tipo de movimiento, podía escuchar el zumbido de su propia sangre en sus oídos y la cabeza como si fuese a estallarle en cualquier momento. no recordaba la ultima vez que se hubo encontrado así de furiosa, hasta el punto de no poder conectar otro pensamiento que no fuesen las ganas de causar daño, porque sentía que el daño que causó no era suficiente, observó sus nudillos rasgados, recordar la sensación de su puño hundirse en la blanca carne provocó en ella una satisfacción incompleta y la imagen mental de si misma masacrando el cuerpo del tipo no logró que tal sensación se consumara por mas que lo intentó. Se recriminó así misma el tener pensamientos tan turbios, necesitaba distraerse y rápido.

Sin darse cuenta se puso de pie de repente llamando la atención de los tres hermanos que la observaron con una ceja enarcada. Aclaró su garganta.

Me PertenecesWhere stories live. Discover now