Secuela WhatsApp ➳ j.b

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Emma.

—Hijo...— Justin me dio una mirada rápida. No sabía qué decir.

—Creo que no hay mucho que decir con ustedes... él es Justin, su padre. Me lo encontré en...— me quede unos segundos en silencio. La mamá era yo.— Solo me lo he encontrado.— solté tratando de ocultar mi angustia y sorpresa.

—¿Estabas llorando mamá?— Jacob frunció el ceño. Rápidamente me limpie las mejillas.— ¡Estabas llorando mamá!— confirmo esta vez.— ¿Por qué llorabas mamá?

—No, no, no Jacob. Estoy bien.— digo levantándome y abrazándolo. Vi una leve preocupación es sus ojos.— Solo me he puesto muy sentimental y se me han caído algunas lagrimas. Además hace tiempo que no veía a tu padre, lo eche un poco de menos.— susurre en su oído. Él me miro sorprendido.

—¿Le echabas de menos?— susurró. Asentí.

—Han sido doce años Jacob...

—Es que como nunca le mencionaste pensé que ya te habías olvidado de él...

Hice una mueca.

—¿Hace cuánto están aquí?

—Veinte minutos. La mamá de Amanda se ha ido al vernos entrar.

Asentí.

—La llamare para agradecerle luego. ¿Puedes ir por los demás?

Él asintió. A los minutos bajaron todos. Era de imaginar su cara de sorpresa.

—¿No van a saludar a su padre?

Ellos me dieron una mirada rápida y se abalanzaron sobre él. Justin tenía un brillo especial en sus ojos, uno que no veía desde hace mucho. Era muy parecido al de cuando vio por primera vez a sus hijos nacer.

—Tenemos que hablar.— dije una vez que se separaron.— Sentados.

Ellos me hicieron caso.

—¿De qué tenemos que hablar mamá?

—Primeramente, están castigados.

Me miraron sorprendidos.

—¿Pero qué dices mamá?

—Las mentiras. ¿Qué? ¿Creían que no me iba a enterar de que me estaba escondiendo algo? Que por cierto, tenía nombre y apellido. Justin Bieber.

—Pero nosotros...— los calle.

—Sin justificaciones. Castigados.

Nos quedamos unos segundos en silencio.

—¿Papá?— susurró Madelin.

Justin alzó la mirada.

—¿Qué pasa princesita?

—¿Por qué mamá se ha ido lejos de ti? Nunca nos han hablado de ello...

Mire a Justin y él se tenso al momento. Paso rápidamente su mano por su rostro. Estaba incomodo y no sabía qué responder. Era de esperar.

—Le hice daño a su mamá. Algo muy difícil de perdonar...— susurró.

—¿Pero por qué? Solo tenías que pedírselo.

—No lo hice debidamente. Sabía que dé hacerlo, ella me perdonaría. Yo la dañe y tenía muchas cosas que arreglar, entre ellas perdonarme a mi mismo. Pero ahora se lo pido.— esta vez me miro a mi.— Le pido perdón por haber sido un idiota el cual no la valoro... no saben cuánto me arrepiento.

—¿Y qué fue eso tan grave que hiciste papá? Porque no creo que haya algo peor que abandonar a tu sangre...

Justin se quedó en silencio. Estaba atado.

—Eso es entre su papá y yo. Y así se quedará.— dije cortando el hilo.— Ahora arriba, preparare la cena. Ustedes vayan a bañarse. ¿Bien?

—Papá, quédate a cenar con nosotros. Por favor, quédate.— le suplicaron los niños. Él me miro pidiendo mi aprobación, no sabía qué decir.

¿Estar tan cerca de Justin tanto tiempo me haría bien? No lo creía.

—Por favor mamá. Deja que se quede.

—Bien.— solté no muy segura.

—¡Gracias mamá!— gritaron y literalmente se abalanzaron encima de mí.

—¿Te parece si preparo yo la cena y vas con los niños a bañar?— ofreció Justin una vez que los niños subieron.

Lo mire no muy segura.

—¿Te parece?

Él asintió.

—No me hace problema.

—Si necesitas algo solo avísame.

Esto no podía ser real.