65

10.5K 677 195
                                    

Justin.

Estábamos en Wendy's, comiendo unas hamburguesas. En serio amaba a estos chicos, eran tan parecidos a mí. Me arrepentía de tanto tiempo perdido.

—¿Cuándo te vas papá?— la pequeña Madelin preguntó.

—Todavía no lo sé princesa, pero quiero pasar con ustedes el mayor tiempo posible.— acaricie una de sus rosadas mejillas.

—Yo no quiero que te vayas.— vi como sus pequeños ojitos se humedecieron.

—Venga no llores princesa. Eres muy bonita para eso.— susurré y la senté en mi regazo.— No me iré. No ahora.

—¿Y si nos llevas contigo a Canadá?— dijo Austin.

—Su mamá no los dejaría...— murmure. Estaba seguro de ello.

—¿Quién dijo que pediríamos permiso? Podemos escaparnos contigo, eres Justin Bieber. Tienes un Jet Privado.— soltó Jacob con una sonrisa.

Sin duda este niño era el cabecilla de todas las maldades.

—No podemos hacerle eso a tu mamá. No lo merece.

—Ella tampoco lo pensó. Nos separo de ti. No habría diferencia.

—¿Tú le dijiste que nos separara de ti?— preguntó Madelin con sorpresa.

—Yo no, pero mis actos sí.

—¿Tan malo fue?

Solté un suspiro. No quería hablar de eso con ellos. No ahora.

—No quiero hablar de ello ahora mismo.

Ellos asintieron y siguieron comiendo. Media hora después estábamos sentados en un parque cerca de nuestra antigua casa.

—¿Y qué haremos para alejar a Jason?— preguntó Jacob curioso.

Me encogí de hombros.

—Ya pensaremos algo. ¿Les parece si los busco mañana?

—Sí, pero más temprano. Por favor papá. Queremos pasar más tiempo contigo.

—Trato hecho. Ahora creo que su mamá debe de estar muy preocupada por ustedes.— dije viendo el reloj. Eran las cuatro de tarde.

—De hecho, va a matar a Jason por habernos perdidos.— rieron.

—¿Le enviaste el mensaje a Emma?

Él asintió.

—Seguro no tarda en llegar.

—Niños no le digan nada de esto a su madre. Nunca me han visto. ¿Les parece? Necesitamos tiempo.

—Bien papá. Nos vemos mañana. Te amamos.— me abrazaron.

—Con cuidado.— les dije caminando a mi auto.— Estaré aquí pendiente hasta que pasen por ustedes.— nos despedimos una última vez y entre al auto.

Diez minutos después vi como un hombre, más o menos de mi edad se desmontaba de auto, seguido de una hermosa chica. Pude jurar que las agujas del reloj se había parado por unos míseros segundos. Era ella. Llevaba el pelo más largo con uno que otro destello rubio, y que decir de su cuerpo, estaba más delgada, joder hasta el culo le había crecido. Y como lo supuse, de tan solo ponerme a fantasear en ella, una jodida erección. Bufé y encendí el auto. Emma aún tenia poder en mí.

Secuela WhatsApp ➳ j.bWhere stories live. Discover now