𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚟𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚞𝚗𝚘

Ｄａｎ

— ¡Dan! —abrí los ojos sobresaltada y observé a mi madre quien me ve con los brazos cruzados.

—¿Qué año es este? —pregunté tallando mi rostro.

—¡Despierta, no olvides que hoy comienzas a entrenar a Sakura! —levanté un poco mi cabeza.

—¿A quien? —soltó un gruñido molesto—. Ah, sí, ya recuerdo —me volví a acostar—. Ya voy.

—¡Apresúrate! —cerró la puerta de golpe.

Me levanté soltando un suspiro, tomé mis cosas y entré al baño para tomar una gran ducha. Veinte minutos después salí del baño con mi ropa puesta y comencé a cepillar mi cabello.

—Primer día como maestra de Ninjutsu médico —solté un suspiro acomodando mi banda de regulación entre mi cabello.

Observé la fotografía de mi padre a un lado de mi espejo.

—Espero ser buena maestra —murmuré—. Los haré sentirse orgullosos.

Salí de mi habitación y me quedé fuera de la torre Hokage esperando a que Sakura aparezca.

—¿Qué haces aquí? —miré las escaleras viendo como Shikamaru baja en compañía de los de la arena.

—Seré maestra —me miró sin comprender—. ¿Y tú?

—No hay muchos maestros en la academia, así que nosotros les enseñaremos a los niños —asentí—. ¿Harás lo mismo?

—No, yo debo enseñarle a Sakura. Soy la encargada de entrenarla —expliqué.

—¿Tú como maestra?

—¿No me creés capaz de enseñar bien? —me crucé de brazos molesta—. Le enseñaré tan bien a Sakura que la convertiré en la segunda mujer más fuerte del mundo Shinobi.

—¿Segunda? —preguntó Temari.

—¡La primera seré yo, superaré a mi madre! —ante mis palabras ella y sus hermanos se sorprendieron.

—¡Dan-chan! —Sakura llegó corriendo con una pequeño bolso.

—¿Dan no es nombre de...? 

—¡No lo digas! —gritaron Shikamaru y Sakura.

—¿Hombre? —miré a ese tal Kankuro—. Cuando hablaban de Dan creí que era un hombre y resulta que es esta chica.

Impacté mi puño en su rostro haciendo que chocará contra la torre.

—¡Dan también puede ser nombre de mujer! —dije con mi puño en alto.

—¡Ya veo que sí! —dijo alejándose para que no lo vuelva a golpear.

—Vaya, Kankuro, una niñita te derribó de un golpe —se burló su hermana.

—Esa fuerza es sorprendente —habló Gaara.

—Y aún no la desarrollo bien —me crucé de brazos—. Podrás golpear así en un tiempo —le dije a Sakura.