( 66 : "YOU'RE MINE" )

Start from the beginning
                                    

— Porque claramente estabas flirteando con él. ¡Te estaba tocando y ni siquiera lo apartaste! Solo Dios sabe qué más ha pasado cuando yo no estaba mirando. Me apuesto lo que sea a que también, le besaste, ¿no es así? — Murmuró, cerrando sus ojos con frustración mientras pellizcaba la curva de su nariz. Tu corazón se hundió al oír sus palabras, una única lágrima deslizándose por tu mejilla y un enorme nudo formándose en tu garganta.

¿Realmente se creía que eras capaz de hacer algo así? ¿De verdad se creía que eras capaz de engañarle?

— ¿Sabes qué? Que te jodan, Calum. — Gritaste, haciendo que el chico volviese a abrir los ojos para ver los tuyos llenos de lágrimas. — He terminado con esta maldita conversación. — Murmuraste, dando media vuelta para caminar hacia vuestro cuarto, Calum yendo detrás de ti repitiendo tu nombre.

— ¡t/n! — Estaba casi pisándote los talones mientras subías las escaleras, la puerta del cuarto cerrándose en su cara antes de que tuviera la oportunidad de llegar a ti. Soltaste un gruñido de frustración al oír como abría la puerta, su mandíbula aún apretada pero su mirada algo más suave.

— ¡Déjame en paz, Calum! — Gritaste, girándote para tratar de evitar mirarlo. Sus palabras te habían dolido y no querías ni verle.

— ¡No, no hemos terminado de hablar de esto! — Su mano envolvió tu muñeca, estirando de esta para quedar cara a cara. Trataste de apartarte pero su agarre era fuerte, su mano envolviendo tu muñeca de la misma forma en la que aquel hombre lo había hecho.

Soltaste un sollozo, el dolor de cuando aquel desconocido te había tocado volviendo a golpearte.

— ¡Suéltame! ¡Me estás haciendo daño! — Te quejaste, golpeando su pecho con tu mano libre. Calum te soltó inmediatamente, su expresión cayendo al darse cuenta de que te había hecho daño. Su corazón pareció hundirse y trató de dar un paso al frente a pesar de seguir molesto por la situación. — No. — Murmuraste, dando un paso hacia atrás. — No me toques, no intentes disculparte, ni siquiera me mires. Si no quieres creerme entonces de acuerdo, no lo hagas, solo vete.

Tus palabras pidiendo que se marchase solo hacían que se enojase más.

— No. No me voy a ir, no hemos acabado de habl-

— Sí, sí que hemos acabado de hablar, Calum. Claramente no me crees, ¿así que por qué seguir chillándonos? No quiero hablar más contigo, no quiero ni mirarte ahora mismo. ¡Vete de aquí! — Gritaste, tu cuerpo comenzando a temblar por toda la rabia que habías estado acumulando. Las lágrimas continuaban cayendo como una cascada y tú máscara de pestañas ahora estaba por todas tus mejillas. Pasaste una mano por tu cabello, tu cabeza inclinándose hacia atrás para mirar al techo y soltar una respiración temblorosa.

— No. — Murmuró el chico, su voz firme haciendo que cerraras los ojos con fuerza antes de volver a mirarlo, la furia que sentía evidente en su cuerpo tenso. — ¡No hemos acabado de hablar hasta que no confieses de una maldita vez lo que has hecho!

— ¡No he hecho nada! — Chillaste hasta el punto de sentir como tú garganta ardía, tu mirada borrosa de tantas lágrimas.

— ¡Sí que lo has hecho! — Gritó de vuelta, sus puños apretándose y dando zancadas hasta estar frente a ti, forzándote hasta estar pegada contra la pared, atrapándote bajo su cuerpo. Tu corazón comenzó a golpear contra tu pecho con más fuerza, la imagen del hombre desconocido pasando por tu cabeza al ver como Calum te tenía en la misma posición que él.

Te encogiste al ver como Calum levantaba una mano en el aire, un jadeo saliendo de tu boca al notar la pared contra la que estabas apoyada temblar, el puño de Calum entrando en contacto con esta antes de apartarse de ti, mirándote con incredulidad.

𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hoodWhere stories live. Discover now