𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hood

𝟬𝟮𝟴 : 𝗷𝘂𝘀𝘁 𝗮 𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺

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Imagina a Calum teniendo una pesadilla. Se despertaría sudando en frío con su corazón latiendo a mil por hora y su respiración agitada. No podría parar de pensar en cien cosas a la vez mientras sus ojos recorrerían toda la habitación.

Cuando sus ojos aterrizasen sobre ti durmiendo profundamente a su lado, soltaría un suspiro de alivio sintiendo como lágrimas comenzarían a formarse en sus ojos. Con cuidado saldría de la cama, colocando una camiseta sobre su torso desnudo antes de bajar por las escaleras. El chico odiaría cuando tuviese pesadillas ya que siempre le dejarían hecho un desastre andante.

Lucharía contra la necesidad de llorar mientras sus pensamientos le consumirían, finalmente decidiendo salir para fumar un poco ya que eso siempre parecería aclarar su mente. Así que agarraría su paquete de tabaco, un mechero y la pequeña libreta que siempre cargaba consigo para salir al jardín.

Se desplomaría sobre el sofá de exterior, sacando un cigarro de la cajetilla y colocándolo entre sus labios antes de encenderlo. Tomaría una larga calada, dejando que el humo saliese por sus labios y desapareciese en la oscuridad de la noche. Después de acabar con el cigarro seguiría algo agitado por lo que agarraría su libreta, pasando hojas hasta llegar a una en blanco y presionando el bolígrafo contra esta. Garabatearía cualquier cosa que le estuviese pasando por la cabeza, dejando sus emociones fluir. Estaría alterado, asustado y enojado al mismo tiempo, todas estas emociones comiéndole vivo. No se daría cuenta de que habría comenzado a llorar hasta que sintiese una mano sobre su hombro, provocando que diese un brinco y cerrase la libreta rápidamente, limpiando sus mejillas. Tú apartarías tu mano, frunciendo el ceño al ver el estado en el que tu novio se encontraría.

"Uh-uh perdón, m-me has asustado." Se disculparía, secando con algo de agresividad cualquier rostro de lágrimas que quedasen. Odiaría que lo vieses llorar, le haría sentirse débil y siempre pensaría que le verías diferente si lo vieses así, que pensases que no era un hombre de verdad por llorar. "¿Qué haces despierta? Son como las tres de la madrugada." Te preguntaría con su voz ronca.

Él realmente no habría notado que estaba llorando, estaría tan concentrado en escribir en la libreta que no se habría dado cuenta hasta ver como una lágrima mojaba la hoja. Finalmente levantaría la mirada para mirarte mientras tú te sentarías a su lado, envolviendo con fuerza sobre tu cuerpo el edredón que habrías traído contigo.

"Me desperté y no estabas, quería venir para ver que estuvieses bien." Le responderías con preocupación. Él suspiraría, pasando sus manos por su ya desordenado cabello.

"Solo tuve una pesadilla, estoy bien bebé. Puedes volver a la cama." Mentiría, deseando que solo asintieses y volvieses a dormir. Pero obviamente tú sabrías que estaría mintiendo así que negarías con la cabeza.

"Cal, ¿te escuché llorando y me estás intentando decir que estás bien?" Dirías, cruzando tus brazos y hablando con algo de firmeza, lo cual sorprendería un poco al chico y volvería a suspirar.

"¡Estoy bien! No es nada, ¿por qué no puedes aceptarlo?"

"Porque estás esperando a que me crea que estás bien cuando claramente no lo estás. Así que por favor, dime qué está mal, cariño." Dirías más calmada, acercándote aún más a él y acariciando sus mejillas. Pero Cal mantendría su mirada en el suelo, sabiendo que si te miraba comenzaría a llorar.

"N-no es nada, solo fue una pesadilla, t/n." Una única lágrima brotaría de su ojo y la limpiaría rápidamente.

"Cal, vamos. Sabes que puedes hablar conmigo, bebé. Por favor, déjame ayudarte." Le suplicarías, tu corazón rompiéndose en mil pedazos al ver como más lágrimas comenzarían a formarse en sus hermosos ojos marrones. El chico finalmente desistiría, dejando salir un sollozo y provocando que tú inmediatamente lo envolvieses en un abrazo. "Oh, mi amor. Está bien, estoy contigo." Murmurarías con suavidad, sintiendo su espalda sacudirse bajo el tacto de tus manos acariciándola y el sonido de sus sollozos chocar contra tu cuello.

Lloraría por lo que parecería una eternidad, aferrado desesperadamente a ti tratando de mantenerte lo más cerca posible, como si fueses a desaparecer si te llegase a soltar. Estaría completamente asustado de que algún día su pesadilla llegase a hacerse realidad, que desaparecieses de su vida.

"Te tengo." Le asegurarías, presionando tus labios cerca de su oreja y sosteniéndolo con fuerza. "Estoy aquí, bebé. Estás bien." Continuarías susurrando para intentar tranquilizarlo. Después de un rato finalmente conseguiría tranquilizarse un poco, sus sollozos disminuyendo y su cuerpo ya no tan tenso aunque aún aferrado a ti. "¿Quieres hablar de ello?" Preguntarías.

Él soltaría un suspiro tembloroso mientras tú os envolverías a los dos en el edredón. "S-se sentía tan real. T-te habías ido. Joder, te habías ido y yo solo estaba ahí. Yo- Estabas muer-" Comenzaría a llorar de nuevo. Tú suspirarías, abrazándolo con fuerza y besando su cabeza. Sabrías lo que querría decir con que te habías ido, en su sueño te habrías ido de verdad y ya no habría forma de tenerte de vuelta. Pensar en eso también te asustaría, no querrías imaginarte por todo lo que tendría que pasar Calum por perderte. "L-lo siento." Diría, prácticamente ahogándose con su llanto.

"No tienes por que disculparte, Calum. No hay ninguna razón por la que debas pedir perdón." Le asegurarías, meciéndoos a ambos suavemente. "Mírame." Pedirías, a lo que él te haría caso. Sonreirías con algo de tristeza y acariciarías sus mejillas, apartando sus lágrimas. "Estoy aquí y estoy perfectamente, cielo. No me vas a perder nunca, ¿está bien? Nunca te voy a dejar." Él asentiría y volvería a esconder su rostro, negándose a dejar que más lágrimas saliesen de sus ojos.

Sabría que solo era un sueño, un jodido sueño en el que ya no estabas, pero tú de verdad estarías allí y eso sería lo único que necesitaría saber. Para cuando ya estuviese calmado del todo ambos estarías tiritando, el viento helado de la noche pareciendo intensificarse por minutos.

"Vayamos dentro, podemos ver una película o algo ¿sí?" Ofrecerías, levantándote y extendiendo uno de tus brazos en su dirección. Él asentiría, ni siquiera molestándose en recoger su libreta y mechero, ya que estaría demasiado cansado y lo único que querría sería estar abrazado a ti. "Vamos." Animarías, arrastrándolo hasta el salón y tumbándote en el gran sofá, agarrando el control de la televisión antes de hacerle una seña para que se acercara a ti. Cal se acurrucaría sobre ti, su cabeza descansando sobre tu pecho y sus brazos alrededor de tu torso mientras tú pondrías una película cualquiera.

Los dos veríais la película sin decir ni una palabra, pero podrías notar como ahora estaría mucho mejor, su respiración calmada y su cuerpo menos tenso. Mirarías hacia abajo, sonriendo al ver su cara de concentración en la película.

"Te amo. Lo sabes ¿verdad?" Le dirías, haciendo que levantase la cabeza para mirarte.

"Lo sé. Yo también te amo, t/n. Gracias por ayudarme a calmarme." Asentirías, inclinándote para besar sus labios.

"Por supuesto, mi amor." Contestarías, besando su frente antes de que volviese su atención a la película. Aun así tú no podrías concentrarte, ya que estarías demasiado ocupada observando a Calum. Odiarías verlo tan alterado así que siempre tratarías de tenerlo vigilado.

Media hora después notarias como sus ojos comenzarían a cerrarse, teniendo problemas para mantenerse despierto y sacudiendo su cabeza de vez en cuando para despertarse. Reirías levemente y acariciarías su cabello.

"Cierra los ojos, cielo. Duérmete, yo voy a estar justo aquí." Le asegurarías. Él asentiría adormilado y te sonreiría antes de finalmente cerrar sus ojos, un suspiro escapándose de tus labios al verlo dormir tranquilamente. "Te quiero." Murmurarías, besando su cabeza una vez más antes de cerrar tus ojos.

Estoy: soft 🥺