( 6O : FIGHT ) 2/2

5.2K 234 26
                                    

﹀

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.












Te despertaste gritando, tu cuerpo temblando mientras lágrimas saladas caían de tus ojos, tu respiración desigual y elaborada a la vez que tu corazón latía con fuerza contra tu pecho. Tú cabeza iba a mil por hora y te encontrabas sollozando contra tu almohada una vez más.

Tener pesadillas cada noche se había hecho prácticamente una rutina desde que Calum y tú habíais comenzado a ser tan distantes. Tu cuerpo estaba tenso y tus temblorosas manos suplicaban agarrarse a algo, encontrándose nada más que con sabanas y un espacio vacío a tu lado. Sollozaste con más fuerza ante el pensamiento del chico que debía estar tumbado junto a ti, deseando que estuviese ahí para consolarte. Sabías que él podía tranquilizarte, siempre sabía cómo hacerlo después de que tuvieses una pesadilla.

A pesar de lo molesta que estabas con él te encontraste a ti misma levantándote de la cama, encontrándote con el frío aire de tu solitaria habitación. Saliste del cuarto silenciosamente, tus pasos ligeros mientras caminabas por el pasillo hasta llegar a la habitación de invitados, la cual ahora Calum había proclamado como suya. Te paraste justo en frente de la puerta, pensando en si abrirla o no pero finalmente girando del pomo y empujando.

El cuarto estaba ligeramente iluminado por la luz de la luna que se colaba a través de las cortinas, la figura de Calum siendo visible a pesar de la poca iluminación. Un tembloroso suspiro salió por tu boca mientras cerrabas la puerta detrás de ti, caminando con sutileza hasta la cama, viendo como descansaba con sus labios ligeramente separados. No perdiste ni un momento más y te subiste a la cama, notando como Calum se estiraba al sentir como el colchón se movía. Te acurrucaste de inmediato contra su pecho, un ligero gruñido saliendo de sus labios mientras abría un poco sus ojos marrones, observándote con el ceño fruncido.

— t/n, ¿qué estás-

— He tenido una pesadilla. — Murmuraste, interrumpiéndole antes de que pudiese acabar de hablar. — Sé que estás molesto conmigo pero solo necesito que me abraces, por favor. — Suplicaste con desesperación. Calum suspiró con pesadez, bajando su mirada para ver tus mejillas llenas de lágrimas evidentes gracias a la luz de la luna. — Calum, por favor. — Jadeaste, desesperada por estar entre sus brazos. Cal te abrazó inmediatamente, acercando tu cuerpo al suyo y dejando que recostases tu cabeza sobre su pecho. Ahora estaba completamente despierto, su cuerpo doliendo mientras te escuchaba llorar por culpa de aquella maldita pesadilla.

— Shh, está bien. — Susurró con suavidad, llevando una mano a tu espalda para acariciarla. A pesar de todo lo que había pasado hacía unas horas tenía claro que nunca te dejaría pasar por todo esto a solas. Odiaba el pensamiento de verte sufrir sin estar él a tu lado para tratar de ayudarte. — Estoy aquí, concéntrate en mis latidos, bebé. — Murmuró, presionando sus labios contra tu cabeza y llevando una mano hasta esta, presionándola contra su pecho para que pudieses sentir sus latidos. Esto siempre te ayudaba a tranquilizarte cuando te enfrentabas a situaciones como esta, así que se quedó susurrándote palabras reconfortantes hasta que paraste de llorar. — ¿Quieres hablar? — Preguntó, bajando la mirada para ver tu rostro, sus manos aún acariciando tu espalda. Tú soltaste un suspiro, escondiendo tu rostro bajo su barbilla.

𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora