𝐗𝐗𝐗𝐕

2.6K 278 169
                                    

𝐗𝐗𝐗𝐕 : Todo claro y en orden
꧁____________________꧂

Adelaida despertó, otra vez tenía el mismo sueño. Aún no salía el sol por completo; analizó la habitación ¿Qué podía hacer para matar el tiempo? No le gustaba estar sola en casa, su padre no se encontraba y Alyssa estaba durmiendo.

Soltó un suspiro y se encaminó a darse un baño, hoy se volvería a ver con Billy Andrews ¿Cómo le decía que ya no quería nada con él? Lo único bueno de estar cerca de los Andrews era la hija mayor: Prissy Andrews, una sonrisa tonta apareció por el rostro de la joven. 

¿Cómo es que aquella joven de cabellos dorados había logrado llamar su atención? Era extraño, todas las veces que la miraba Prissy expresaba cierto odio mientras que ella tan solo quería probar sus tersos y rosados labios; Adelaida sabía que estaba mal, estaba mal sentir algo por alguien de tu mismo género "Es del diablo" escuchó a alguien decir una vez.

Estaba segura de que Prissy Andrews no era igual de extraña que ella, incluso estaba a punto de casarse con el Maestro Phillips, cuando la vio huir de aquella iglesia se sintió realmente viva una parte de ella pensaba que podrían tener algo juntas pero sólo se engañaba a sí misma.

—¿Adelaida estás ahí?—escuchó a su hermana detrás de la puerta

—Ni modo, Alyssa; no me molestes ahora—bramó mientras trataba de volver a su fantasía.

Aquella joven, la traía en verdad loca y era absurdo, se sentía absurda y tonta, tantos meses pensando en ella desde aquella vez que entró al salón y cruzaron miradas, moría de ganas de que se presentara con ella pero para su desgracia había sido su hermana la elegida y ella la que recibió todo el desprecio. Cuando iba a casa de los Andrews y se la encontraba por los pasillos, con su pelo suelto y aquel vestido que le quedaba a la perfección y ni hablar de su inteligencia, cuanto quisiera que le explicara algún ejercicio de geometría y que eso terminara en besos. Billy Andrews insitía en la idea de comprometerse en un futuro no muy lejano, tal vez esa era la única forma de estar cerca de Prissy Andrews.

—"Ya se te pasará"—se decía a sí misma, sabía que eso estaba mal, pero su madre le había dicho lo contrario y la extrañaba, se sentía culpable sentía que su muerte había sido por su culpa.

—No te sientas culpable—susurró su madre sentandose junto a ella—no esta mal amar a alguien.

—¡Pero es una chica! Eso sí está mal

—¿Quien te dijo esa barbaridad?

—Lo he escuchado.

—Tal vez lo tengas que ocultar...Pero no está mal, Adi.

—¿Por qué no puedo ser normal como las demás niñas?

—Querer a alguien no te hace anormal.

—Mamá...¿Puedes promerme no decirle a nadie?

Su madre asintió

—¿Crees que se me pase?—susurró

—No es una enfermedad, Adi.

—¡Pues lo parece! No hace nada más que hacerme sentir mal.

—Así como te prometí no decirle a nadie ¿Me prometes no sentirte mal?

—Eso es más complicado.

Los gritos de su hermana se hicieron más fuertes

—¡Adelaida! ¡Déjame ducharme, ya se hace tarde!

𝑬𝒍 𝒍𝒂𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒈𝒖𝒂𝒔 𝒓𝒆𝒍𝒖𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 - Gilbert BlytheWhere stories live. Discover now