Destino [Hopemin] #2

Capítulo 20.

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Pueden conocer a Baek Sulli al final del capítulo.

Esa mañana mi corazón se aseguró de guardar la promesa, estaba seguro de que esta vez amaba a Jung Hoseok, amar es una palabra tan inmensa como el tiempo que me llevó esperarlo, esperar que él regresara, si alguien que amas regresa a ti, si alguien que te amó de verdad regresa a ti entonces sabrás que es el destino, tres casualidades hacen al destino y no hay nada más poderoso que lo que está escrito.

Permanecimos bajo el árbol de flores moradas cuando el sol brilló en todo su esplendor, las mariposas continuaban revoloteando entorno a los dos fue cuando en medio de la tranquilidad la enorme ave de plumas azules voló hasta nosotros aterrizando en el hombro del pelinegro, provocando que se sobresaltara de la manera más dulce que una persona puede asustarse.

"¡Oli!" escuché el grito inocente de la voz de una infante que ya conocía, Sulli "¡Oli, no huyas!" escuché sus pequeños pasos estrellándose contra la tierra mientras corría hacia donde yacía el guacamayo "Que no se escape, sostenlo" le dice la niña al muchacho a mi lado, repentinamente ya no está esa capa de prudencia en su rostro lechoso, luce preocupada y angustiada.

"Oli no se escapa, Oli no se escapa" dice el pájaro "Date prisa Sulli, date prisa o saldré volando" escucho un grito de la infante y luego un chillido del ave el cual retumba en mis oídos provocando que me vibrase dentro del cráneo, el vértigo me invade y parece que voy a desistir ante la abrumadora situación, la cría de cabello corta llega el lado de Hoseok, toma al ave como si de un gato se tratara y la sostiene cerca de su pecho, todo rastro de angustia se esfuma entonces besa al ave.

"Mi lindo chico, casi te pierdo" por un instante parece que romperá a llorar, sin embargo, no lo hace, cierra sus ojos, espera y luego los abre, yo por otro lado me estoy recuperando, el pitido en mis oídos se extiende, gradualmente por unos vagos segundos pierdo la audición, es como que esa parte de mi cuerpo se quedó aturdida, posteriormente todo regresa a estar como antes.

"¿Se escapa a menudo?" me esfuerzo por preguntarle, ella coloca al pájaro sobre su hombro casi con temor y me mira con esos ojos suyos almendrados y oscuros.

"No, últimamente ha estado escapándose"

"Oli buen chico"

"Pájaro malo" le dice ella, pero su tono es tan dulce que es perceptible saber que lo dice con amor.

"Oli quiere flor" el tono de voz del animal vuelve a ser imperturbable, regresando a ser el ave entrenada, tomo la flor que Hoseok tiene entre sus dedos, él me mira con expectante confusión, alzo el brazo extendiéndole la planta, la niña la toma entre los dedos delgados de su mano derecha y la extiende al pájaro quien la toma con el pico, ella se gira sin despedirse y se va.

"Así que Oli" le digo en broma, él se ríe y yo me río únicamente porque tenerlo cerca de esta manera es un alivio.

"¿Tienes hambre?" me pregunta vagamente, estoy por negar cuando mi estómago gruñe, mis mejillas arden ante la evidente respuesta, posteriormente nos reímos nuevamente "Entiendo" se pone en pie, sacude su pantalón, extiende su mano, veo su palma la cual tiene la apariencia de ser suave y lisa, me brinda deseos de querer esparcir besos sobre ella, luego están sus dedos y sin vacilar ni un minuto más tomo su mano.

La siento sobre la mía, es casi como la recuerdo, tengo el deseo de cerrar mis ojos y maldecir al recordar como se sentía, estoy ahí nuevamente. Quizá se trata de un acto reflejo cuando pasa la yema de su dedo pulgar sobre mi mano, alzo un poco mi cabeza buscando sus ojos, los encuentro, él me sonríe y es ahí cuando tengo la convicción de estar en el lugar correcto.

Me sostiene a una distancia prudente entonces tira de mi mano, mi cuerpo se estrella contra su pecho suavemente, envuelve sus brazos entorno a mis hombros en comparación del primer abrazo que me obligó a darle cuando lo vi en el bosque, este fue distinto ya que mis brazos se liaron en su cintura, me permití tomar toda la distancia que se interponía entre ambos, di un paso más cerca y ahí estaba su respiración sobre mi cabello, cerré mis ojos olvidándome del pitido que era capaz de escuchar sobre la tela de su ropa, me enfoqué desesperadamente en el latir desbocado de su corazón al tenerme cerca.