Destino [Hopemin] #2

Capítulo 6.

"Mi nombre es Kim Dahyun, tengo 24 años, mi hogar es Seúl" dice lo último casi con alivio "De acuerdo, he logrado recordar donde vivo" añade con cierta amargura "Cuando... Hoseok" frunce el entrecejo y sé que le fue gradualmente difícil recordarlo "Vino a verme, me hizo tres preguntas, así que yo no pude responder la última"

"Entonces lo estás haciendo bien" interviene Tae, aún está de pie a un extremo de la camilla "Una vez que te hayan dado el diagnóstico, veremos que tan bien están tus reflejos  osteotendinosos"

"¿Qué?" inquiere ella.

"Van a evaluar tus nervios"

"Ya, no puedo creerlo" veo sus ojos teñirse de un rojo suave, prontamente están húmedos debido a las lágrimas que está tratando de contener "Van a decidir si puedo caminar, oh, no, espera, una fuerza superior lo va decidir, decide si voy a accidentarme, decide si voy a vivir" veo la angustia y la rabia en sus orbes cristalinos, cuando estoy a punto de abrazarla para poder darle algo de consuelo y de este modo recordarme que es el presente y no el futuro, en el presente tengo zumbido en los oídos y dolores de cabezas que no me dejan vivir, pero en el futuro no tengo la menor idea, solamente las suposiciones de lo que supone que va a ser, veo a al chico alto de cabello azabache, parece cansado apenas atraviesa el umbral.

"Nam..." susurra Dahyun lo suficiente como para que yo la escuche también.

El chico de piel canela atraviesa la estancia y va directo hacia la rubia, antes me miraba a mí, me sonríe con tristeza como diciéndome 'ya lo sé y lo lamento' y yo quiero responderle 'de acuerdo' pero no nos decimos nada, parece que no se ha dado cuenta de la presencia de Taehyung cuando se dispone a tomar las manos de la chica.

"No puedes abrazarme..." musita "Estoy conectada a todo esto y, esto, no lo sé, aún no lo sé" se apura a decir todo, las palabras le salen atropelladas una tras otra, el chico pasa una de sus mano sobre su cabello.

"Está bien, lo entiendo" le dice de una manera tan consoladora que parece que me echaré a llorar, porque yo no puedo entenderlo.

Quisiera entenderlo.

Quisiera comprender el incesante ruido.

Quisiera estar solo por un momento, solo de verdad, solo sin escuchar algo que proviene de mi cabeza y no sé como callarlo.

Tampoco sé como detenerlo.

Veo a la chica y el chico sumergidos en su propio mundo entonces sin que se den cuenta me dirigo a la puerta de salida, sin embargo el castaño me sigue en silencio o seguramente sus suelas hacen algún ruido que no detecto, mientras camino por el pasillo llevo mis manos a mis oídos y los presiono y escucho como me invade la cabeza de nuevo, es como un torrencial sin fin...

Es como un aguacero que se extiende hasta el infinito.

Porque no hay otra manera de ponerla en palabras.

"Jimin" me llama una vez que he visualizado mi habitación, sin embargo no me giro porque parece que romperé a llorar, me duele la cabeza, me duelen los oídos y me duele cada parte del alma "Jimin" me llama de nuevo esta vez he entrado en la habitación la cual está sumergida en un silencio sepulcral, es ahí donde parece que me estoy ahogado, me hundo, ya no puedo más.

Mis piernas desisten y caigo de bruces, cabe decir que una vez que mis rótulas se han estrellado con tanta fuerza sobre el suelo, el impacto me llega directo al encéfalo y es como agujas, como rayos, quizás truenos que me retuercen el cráneo y en especial, los oídos.

"De acuerdo" susurro para mis adentros, pero pretendo que me escuche, que él me escuche, sin embargo apenas me he escuchado "¡De acuerdo!" grito.