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Me mordí el labio inferior con los dientes, no podía creer que mamá estuvieran involucrada en este enrollo, eso significaba que Katherine estaba atrapada en esas cuatro paredes con dos demonios negociadores.

Mamá se levantó de la cama y levantó a Katherine de las almohadas.

— Voy a llevar a Katherine a su cuarto amor, supongo que con un poco de descanso su carne volverá a su estado cálido y jugoso.

Me escondí entre las sombra de la puerta detrás del tapete Persa, mamá salió con Katherine entre sus brazos mientras papá se volvía a dormir.

Esperar era mi mejor opción, al parecer no sospechaban que yo hubiera sido el espía de esa tenebrosa noche. Mamá subió de nuevo al segundo piso, entró en la habitación y cerró la puerta dejándome solo con la gélida sensación de la noche.

Volví a mi habitación, el sentimiento de soledad y amargura llenaron mis ojos de lágrimas, el deseo de traición naufrago por mis piernas derribándolas una por una, y cuando mi respiración cedió, mi llanto provoco en la profundidad de mi corazón un padecimiento áspero, agrio y desabrido. Grité porque sentía miedo y angustia, yo no era el tipo de persona que comía entero, pues, me gustaba analizar todo, ver o inspeccionar cualquier cosa sospechosa, solucionado cualquier insólito caso a simple vista, observando a la distancia los indicios, pruebas y escrúpulos del lugar. Pero, esa noche, mi sangre se enfrió, un acto mágico desencadeno mi soledad, me sentía solo, abandonado y desprotegido, me preguntaba ¿ Qué pasaría si el siguiente mes fuéramos nosotros el producto que el señor Z? ¿Si nuestra carne fuera un tipo de pulpa exótica para saborear?

En esa noche granizada, donde el viento producía un sonido de trompeta por toda la cocina y comedor, el silencio descansaba en mi aposento, susurrándome al oido — ¡ Escapa! ¡ Escapa!           ¡ Escapa!

Esa noche no pude dormir, el sol salió como acto natural, ese descaro fétido renacía en la casa come niños. Mamá me llamo ese mañana. -- Eran las 6:00 AM.

— Noah despierta el desayuno esta listo,  ¿Llegaras tarde a la universidad?

Mal nacida, quería alimentarme para que estuviera cebado en la siguiente entrega, sólo pensé.

Baje las escaleras, esperando alguna noticia de Katherine, me aproximé con normalidad hacía la mesa, y mire a mamá fijamente preguntándole con toda desconfianza.-

— ¿Cómo esta Katherine?

— Ella se levantó temprano para ir al universidad, dijo que debía adelantar un trabajo en la universidad.

— En esa universidad dejan mucho trabajo, ¿ Cómo es que se llama? Pregunto mamá.

Ni siquiera se acordaba de la universidad de su propio hijo, debía ser una clase de demonio, no me sorprendería si las neuronas las tuviera dañadas por comer tanta carne de niño.

— Mamá cuantas veces te debo decir, " Universidad ELTM"

— Perdón amor, sabes que no soy buena para recordar nombres.

— Gracias por la comida, ya me voy-

— Ten un lindo dia Hijo.

Corrí hasta pasar la escotilla, atravesé los muebles y a través de mesa que conectaba con el sótano me detuve un segundo para mirar esa puerta verde, inhalé como de costumbre, pero me toqué el estomago y supe que la comida que no me gustaba era el sabor a carne humana.

— ¿ Te pasa algo, Noah?

Mierda baje la guarda, era mamá preguntando.

— Nada mamá, debió ser ese Omelet tuyo, me dejo con algo de pesadez, no te preocupes.

TRES RAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora