-Vaya, eso es un poco triste, pero me alegro de que al menos tengas a Jimin para que te cuide. - dijo dándome la sonrisa más cálida que me hayan dado en la vida.

- Bueno, dejemos de ponernos sentimentales. Llévame a algún sitio.
Parece que a V le pilló de sorpresa mi propuesta.
-Bien, vamos.- empezó a andar con paso seguro.

Y pensar que había rechazado a los demás y , mejor aún, a Jimin, mi mejor amigo después de tanto tiempo, por ir con V, una persona casi desconocida para mí, me hacía sentir cosas extrañas y sentimientos contradictorios dentro de mí, pero no se sentía tan mal.
Al final V se paró en seco.

-¿Te parece bien? - dijo señalando al local que teníamos en frente. Parecía una discoteca de mala muerte.
- Me parece genial.- mentí.
Cuando entramos había una masa de gente bailando al ritmo de la canción más pesada del año. Unos se restregaban con otros y otros muchos con otros. Eso era una orgía de baile.

-¿Qué vas a beber, pequeño aprendiz?- me preguntó mientras nos íbamos acercando a la barra como podíamos.
Su pregunta me molestó un poco. ¿De verdad creía que 2 años de diferencia le hacían saber mucho más de bebidas? Bueno, probablemente. Pero la verdad es dolorosa.
-Lo mismo que tú.- acabé diciendo, no quería parecer un niño pequeño pidiendo algo parecido a un zumo o un vaso de leche cuando los demás beben ron.
Le dijo algo al oído al camarero que yo no pude oír porque la música estaba jodidamente alta. No podía escuchar ni mis propios pensamientos.

De pronto, alguien me agarró del culo. Me di la vuelta y tenía detrás un chico, copa en mano, mirándome con los ojos directamente.
-Hola, ¿qué hace un niño bonito como tú solo por aquí?.- preguntó después de pegarle un sorbo a su bebida.
-Y-yo no he venido solo.- dije temblando. Me daba realmente miedo ese hombre. No parecía estar en sus cabales cuando hablaba.
-¿Sí? ¿Y con quién has venido que te ha dejado solo?- preguntó levantando una ceja, como si supiera que le estaba mintiendo. Porque a decir verdad, yo había venido con un extraño, que mientras yo estoy hablando con este hombre ha podido pirarse a los baños con cualquier tía.

De pronto dos brazos me rodearon el vientre desde detrás.

-Perdona, gracias por preocuparte por él, ya no lo dejaré más solo.- dijo V dirigiéndose al hombre que me violaba con la mirada.

El hombre echó una mirada de asco a V y se dio media vuelta a buscar otra presa.

Me di cuenta de que aún V no me había soltado, aunque ya el hombre no estaba.

Por los mismos nervios y porque estaba cansado de estar estático sin decir nada, me deshice de sus brazos lentamente y le pedí mi copa.
Nos meneábamos como podíamos, por el espacio, al ritmo de la música mientras bebíamos. Pronto se nos acabaron las copas, así que dije de a la siguiente invitar yo. Y la siguiente él . Y después yo, y él, y yo...

Narrador omnisciente

Irían ya como por la 4ª copa, sudaban alcohol. La música no paraba, y por lo tanto ellos tampoco. Seguían meciéndose al ritmo de la canción que pusieran creyendo saberse la letra de todas.

Parecía que cuanto más tarde se hacía más gente se metía en el local, haciendo que estuviera todo el mundo más pegado.

V no podía ya ni levantar la copa para beber por miedo a que alguien le diera un golpe y se la tirara.

Jungkook estaba rojísimo, el alcohol le llevaba haciendo efecto desde hace hora y media, cuando le pareció que el camarero echaba algo de más en su copa, pero no quiso comentarle nada a V para no parecer idiota.

-Creo que ya va siendo hora de que nos vayamos. Te acompañaré para decirle al taxista dónde está tu hotel.

Dijo V a quién el efecto del alcohol todavía le daba la posibilidad de mover las piernas como Dios manda. Agarró a Jungkook que iba tambaleándose, o algo así, agarrado a V. Ahí fue cuando V se dio cuenta de la poca experiencia que tenía el pequeño con estas cosas. No aguantaría ni un vaso de agua con gas. Aunque su actuación fue buena.
Se apoyaron en el poste que indicaba la parada de taxis a esperar a que alguno pasara, no era tan tarde, o eso creían.

-Pues, Jimin tiene unos abdominales muy guays. Yo quiero tenerlos también así.- dijo Jungkook poniéndose en pie como podía y levantándose la camiseta enseñándole el torso a V.

Realmente, el chico no estaba mal. V no comprendía el por qué de no querer cambiarse delante nuestra. Si tiene mejor cuerpo que Suga y Jin juntos.

-Bájate eso, fiera.- dijo V riéndose del comportamiento de Jungkook. Era realmente divertido ver al principiante desvariando.

Estuvieron como más de media hora esperando algún taxi.

-Me rindo. Dime dónde está tu hotel, te acompaño. Por favor dime que te acuerdas de dónde es.

Jungkook se puso a mirar al cielo, como haciéndose el inocente.

-Mierda. Te vienes a mi hotel y se acabó.
-Yo no ando con desconocidos.- dijo poniendo los brazos en jarra.
- Pues no andes si no quieres.- dijo cogiéndolo y poniéndoselo en la espalda-Estás gordo.

- Y tu madre es una foca.

Solo tardaron unos 10 minutos en llegar al hotel. V estaba chorreando sudor por los poros, del esfuerzo de llevar a Jungkook al pequeño y del mismo alcohol que no sabía por dónde salir. Entramos en la habitación y Jungkook corrió y se tiró en la cama.

-Tu cama es mejor que la mía.- dijo Jungkook mientras pegaba saltitos haciendo que los muelles de la cama rechinaran.
-Gracias, supongo.- dijo V riéndose de la patética escena. Un pobre chiquillo de 17 años que tendrá mañana la cabeza como un bombo.

-Hyung, ¿dormiré aquí hoy?- dijo poniendo morritos el pequeño.
-¿Qué remedio?- dijo V levantando los brazos .
-¿ Y en qué cama? -dijo de nuevo el pequeño.
- Duerme en mi cama. Yo dormiré con Suga.
-Pero yo no quiero dormir solo...

V se dio media vuelta y miró al menor, quién estaba mirándolo con cara de cachorro.

-¿Quieres que duerma contigo?- Casi tartamudeaba.
-Sí.- dijo el menor con muchísima seguridad, para lo borracho que estaba.
-De acuerdo.
V se dirigió al armario y sacó dos camisetas y dos pantalones deportivos, para él y para su invitado.
-Ponte esto, no vayas a dormir con esa ropa.

El menor empezó a sacarse la ropa y a ponerse lo que V le había dado. V prefirió irse al baño y de paso lavarse los dientes, no quería que el aliento le apestara por la mañana a una mezcla de hamburguesa y roncola.

Cuando este salió del baño encontró al menor plácidamente durmiendo. V se metió lentamente en la cama dándole la espalda y se propuso dormir, cuando de buenas a primeras empezó a sentir un aliento en su nuca.

-Hueles muy bien hyung.- empezó a decir Jungkook susurrando como si no quisiera molestar. El olor del alcohol era exagerado.

V hacía dos segundos que tenía la piel de gallina. ¿Qué le pasaba al maknae? El alcohol realmente le sentaba mal.

Mientras estaba inmerso en sus pensamientos, no se dio cuenta de que Jungkook estaba pasando su mano por el torso del mayor, lentamente, como si estuviese tocando la tripa de una embarazada.

Notaba la respiración del menor en su oído, cada vez llendo más rápida, compaginándose con la suya propia.

Jungkook empezó a pasear sus dedos por el brazo de V, quien estaba cada vez más tenso y se explicaba menos qué estaba pasando. Subía y bajaba sin cesar. Cuando hubo parado, se acercó al oído del mayor susurrándole "Date la vuelta"

V no sabía qué iba a pasar si se daba la vuelta, seguro que todo esto era una broma y se tiraría un eructo o algo. Se fue dando la vuelta confiando en que lo que pasaría sería eso. Cuando se la dio, la mirada del menor penetró tanto la de él que le habría podido salir por la nuca. Hicieron contacto visual durante unos segundos que parecían eternos, pero que al final Jungkook cortó cerrando los ojos para dormir.

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