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Haruhi, de por sí, odiaba tener que levantarse más temprano de lo que le tocaba.
En esa ocasión, el motivo le sacaba todavía más de quicio, sobretodo porque no entendía porqué tenía que estar allí mientras sus compañeros del host club ayudaban a una chica a arreglarse para un alumno que ya la había rechazado.

Abrió la puerta y lo primero que vió fue a Sakura, con el pelo recogido en un moño alto con varios mechones sueltos adornando su cara y ropa de calle, en esa ocasión la chica vestía unos mom jeans de tonalidad clara con unas converse amarillas y una camiseta blanca que se ajustaba a su cuerpo y era adornada con un girasol sobre su pecho.

La chica tenía una cara de sueño que iba a juego con la de Haruhi, pero además tenía un termo de medio litro lleno de lo que, la de pelo corto asumía, era café.

Sakura observaba vagamente el vestidor, aunque más bien parecía hundida en sus pensamientos y por pura coincidencia se había quedado mirando fijamente a las cortinas rojas. Tenía los labios sobre el termo pero no estaba bebiendo nada.

Haruhi buscó por toda la sala la presencia de algún otro de los miembros del club, pero no parecía haber nadie.

—TACHÁN—La voz de los Hitachiin retumbó por la sala, asustando a las dos chicas por un momento. Gracias a esa interrupción Sakura se percató de la presencia de Haruhi y la saludo, lo cual ella hizo de vuelta.—Les presentamos a Nonoka Kirigashi!

Acompañada de los gemelos se encontraba la chica del momento, parecía incómoda y feliz al mismo tiempo, ya maquillada y peinada por los mejores profesionales.
Vestía uno de los vestidos amarillos típicos de Sakura. La chica los llevaba en sustitución al uniforme oficial y nadie se había atrevido a decirle nada, muy probablemente porque había un acuerdo no verbal que los diseños de Sakura eran bastante más bonitos.
Haruhi le había visto ese en cuestión en más de una ocasión. Era un tono amarillo pastel y cortaba justo por debajo de las rodillas. Los tirantes le dejaban los brazos y el cuello descubierto.

Sakura, después de pensar largo y tendido se acercó a la chica, la agarró del brazo y se la llevó al vestidor de nuevo. De este salieron dos hombres que, Haruhi asumió, habían peinado y vestido a Nonoka.

La chica salió cinco minutos más tarde, con una camisa blanca por debajo del vestido y con el maquillaje y el peinado algo cambiados, ella parecía bastante más contenta.

Uno de los profesionales que esperaban fuera soltó un gritito.

—¿Para qué le cambias el maquillaje? estaba perfecta!— dijo el hombre con un aire ofendido.

—Llevaba cuatro quilos de colorete, se trata que...como se llame sepa que ya lo ha superado—Dijo Sakura. Los gemelos asintieron. El maquillador empezó a hiperventilar.

—Shoji-kun—recordó la chica.

—Shoji-kun. —Se auto corrigió la castaña—Además el tono de labios chocaba con el color del vestido y desviaba toda la atención a su boca, creo que esta mejor si se equilibra toda la cara. El maquillaje de ojos le hacía una forma extraña, y parecía que hubiese estado llorando las últimas tres semanas.

—¡Parecía una niña inocente y enamorada!—Discutió el hombre.—Era una obra de arte!

—El objetivo no es que parezca ni inocente ni enamorada, el objetivo era que Shoji vea y se arrepienta de lo que ha perdido.—Dijo Sakura decidida. Nonoka bajó la cabeza y se escondió disimuladamente detrás de la Host.—El maquillaje estaba muy bien hecho pero no tenía en cuenta ni el resto del atuendo ni el contexto.

—Soy un profesional! Un artista!—Saltó el hombre. Sakura suspiró.—No pienso dejar que una niñata sin tres yens a su nombre me diga lo que tengo que hacer.

Dicho esto el hombre se fue escopeteado, chocándose con Tamaki en la puerta y Sakura suspiró para después mirar al otro hombre, seguramente el peluquero.

—Yo no tengo quejas, queda mejor así. —Dijo refiriéndose al moño que Sakura había convertido en trenza.—Pero también me tengo que ir, ha sido un placer.

Dicho esto el hombre se fue después de hacerle una reverencia a Kyoya, que había pasado desapercibido al entrar y se había sentado en otro de los sillones.

—Para haber estado en contra al principio te veo muy motivada.—Se burló Hikaru. Sakura lo miro en silencio sin expresión alguna por unos segundos.

—Necesito otro café.—Dijo finalmente al ver que había vaciado su termo para irse después a la cocina.

—Esto... En realidad Sakura-Chan me ha cambiado el maquillaje y el peinado porque se lo he pedido yo.—Dijo Nonoka con una sonrisa tímida.—Había visto al señor maquillador muy emocionado con su trabajo y no me he atrevido a decirle nada pero en realidad no me gustaba el maquillaje, me parecía demasiado... Así que Sakura me ha ayudado a cambiarlo. Y el moño estaba muy tirante y las horquillas me estaban haciendo daño, así que decidimos cambiarlo, pero yo no quería decírselo al maquillador porque... Bueno ya habéis visto, y ella ha dado la cara por mi.

—Oooh, en el fondo tiene corazón—Dijo Tamaki, secándose una lágrima falsa con la manga.

—Cuando decidiste lo contrario?—La voz de Sakura sonó en un tono burlon detrás del chico, que dió un salto por el susto. La miró pálido y le sonrió de forma incómoda.

—No me mates...—Sakura se rió ante las ocurrencias de Tamaki y le contestó con un "no prometo nada" que causó escalofríos en el rubio. —Muy bien! Nuestra princesa ya está lista, ahora busquemos al plebeyo inútil que la rechazó!

—¡Sí!—Gritaron todos a la vez menos Haruhi y Sakura que solo se miraron la una a la otra y suspiraron. Era demasiado temprano para ese tipo de energía.

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Buenas, disculpen por la desaparición, he empezado en un trabajo y he estado súper liada.
Aún así quería escribir una nota aquí para desear a quien la lea un muy feliz año, espero que estéis tod@s bien ^^

Nos leemos💕✨

𝕊𝕥𝕪𝕝𝕚𝕤𝕥 {Ouran High School Host Club} Där berättelser lever. Upptäck nu