La Chica De La Moto

EXTRA CORAL CONDELL

Ha pasado casi un año, meses donde estuve en la mierda literalmente, mi hermano ya no está con nosotros, por más que le hablemos y le pidamos a Dios el no regresa con nosotros.
Nadie tiene idea de la mierda que fue perder a los dos amores de mi vida justo al mismo tiempo, sentía que lo había perdido toda una vez más, me sentía perdida y no encontraba ninguna jodida razón para seguir viviendo, pero él estuvo ahí para recordarme que dentro de mi había una personita que me amaría incondicionalmente durante toda su vida.

Estuviese su papa o no estuviese

Flashback (Javier se va)

Ver como Javier se va, sin razón, sin una despedida, en el momento que más lo necesito, ¿lo veo irse como los cobardes?

Corro detrás de su moto como si eso fuese suficiente, siento como el cansancio me gana, mi garganta se seca, mi corazón se rompe a cada segundo y las jodidas lagrimas no dudan en salir.

Mis manos tocan mi cabeza temblorosamente y mis rodillas caen al suelo, levanto mi voz suplicándole que regrese, que no me deje, pero la verdad no fue suficiente. No fue como en los cuentos de hadas donde por alguna razón el se da la vuelta y volvía con su chica, el no regreso a mí, Javier no regreso a mí.

Siento como unas manos grandes y tatuadas colocan una gran chaqueta negra de cuero sobre mí, el me extiende su mano y me aprieta contra su pecho,

depositando un beso en mi cabeza, haciéndome sentir protegida como la ultima vez que lo vi, como se siente una hija con su padre.

-todo estará bien Coral, eres la pequeña más fuerte que conozco, estarás bien- su voz era suave y me trasmitía paz, pero en su mirada veía todo el odio que estaba sintiendo en ese momento por ver a su pequeña llorar

-papa- su expresión cambio y sus ojos azules se depositaron en mi y ya no tenía esa mirada de odio, sus ojos estaban cristalizados. No hacia falta que dijera nada más yo solo quería un abrazo del

-no me dejes otra vez por favor- digo totalmente quebrada y aferrada a el como si el también pudiese irse y abandonarme.

-Coral yo quiero que sepas que no estoy orgulloso de haberte mentido todos estos años, pero yo no tenía elección, jamás hubiese querido perderme tus cumpleaños o tus momentos mas importantes, se que es tarde para tratar de ser el padre perfecto pero déjame intentarlo porque me esta matando tenerte cerca y no poder abrazarte a diario, no poder complacerte en nada, que sigas viendo a james como el único hombre Condell en tu vida y entiendo que no tengo derecho a reclamarte nada pero por favor dame la oportunidad pequeña- su mirada era la mas sincera que hubiese podido ver antes, sus dedos limpiaban las lágrimas que caían por mis mejillas, mientras que su intento de hacerse el fuerte no le duro mucho tiempo, también lloraba junto conmigo

-no se por donde comenzar, no se que cosas hacen sus padres con sus hijas- ambos nos quedamos callados mientras caminamos en dirección a su auto, ambos nos miramos una vez mas y soltamos una carcajada, sin duda era una situación nueva para ambos.

Mire la casa de Javier por ultima vez, con una mano en mi vientre, sabia que seria jodido continuar mi vida sin él, pero tenia que hacerlo.

Todos los recuerdos que tenía con Javier en esa casa llegaban a mí, nuestra primera vez, cada vez que tenía un problema y quería huir de la realidad aquí era mi escape, las veces que James estuvo a punto de descubrir nuestra relación porque siempre venia sin avisar.

Nuevamente mis ojos se llevan de lágrimas, los recuerdos me estaban matando, pero mi padre estaba aquí y su voz me saco de ese infierno que estaba viviendo mentalmente.

-todo listo, mi muchacho llevara tu moto hasta la casa y tu vienes conmigo

No digo nada, solo me dispongo hacer lo que mi padre me ordena. Tras unos diez minutos de camino que me parecieron eterno, mi padre decide hablar dejándome totalmente helada

-ya sabes que nombre le pondrás si es niña? – no tengo idea de cómo lo supo

-como sabes que estoy embarazada?

-tienes el mismo brillo en los ojos que tenia tu madre cuando estaba embrazada cariño, no te preocupes no le faltara nada Coral, te lo juro

-no será niña, será un niño, estoy muy segura de eso y se llamara ‘’Jared Jomar Condell”- le regalo una sonrisa triste y le cuento el porque de ese nombre para que el me entienda más- cuando era más pequeña y hablaba de mi futuro con James él siempre decía que seria madre de un niño y que los hombres de la familia Condell por tradición tenían que comenzar con la letra ‘’J’’ y jamás haría algo que decepcione a mi hermano, además el amaba ese nombre.

Mi padre me regala una sonrisa igual de triste que la mía -es muy bonito, pero igual deberías pensar en un nombre para niña uno nunca sabe. –

Los días fueron pasando y mi rutina era la misma, solo salia de mi cama para ir a ver a mi hermano, para hablarle y de alguna manera volver a sentirlo cerca, cosa que es imposible, de vez en cuando quedaba con Alex, su pancita al igual que la mía cada vez se iba notando más y se veía realmente hermosa.

Mi teléfono suena y veo en la pantalla que es Alex, sin mas contesto, su tono de voz es alegre, pero sé muy bien que es fingido, después de todo este caos de Alex y yo nos hemos vuelto mas unidas que nunca y la conozco muy bien

-pequeña Condell podría apostar que has olvidado nuestra cita con el ginecólogo- abro mis ojos como un jodido plato, levanto mi lindo y espectacular trasero de mi cama para buscar que ponerme, saco lo primero que veo y le doy gracias a Dios porque combina

-tienes un pésimo concepto de mí, porque hace rato que estoy lista
Veo como la puerta de mi habitación se abre dejándome ver la cabellera rubia de Alexia con una sonrisa amplia y radiante, pero con sus ojos hinchados

-con que lista no?

Suelto una sonrisa y niego con mi cabeza, hago todo lo más rápido que puedo y salimos de su casa. Su guardaespaldas me regala una sonrisa cuando me salir de mi casa y me abre la puerta como todo un caballero

-gracias Tyrel, pero no tienes que molestarte tanto, puedo abrir una puerta- le digo mientras le regalo una sonrisa al rubio

-señorita Condell le he dicho que me puedes llamar por Sebastián

-yo te llamo por tu nombre cuando tu aprendas a llamarme por el mío
Ambos reímos y esta vez no es el rubio quien toma la palabra sino Alex

-querido amigo Coral es la chica más terca que conozco así que con ella no ganaras ninguna

-mas terca que tú? Dice señalando con su dedo a Alex, alzando una ceja, pero con su semblante totalmente serio, es muy difícil hacer a este chico sonreír, pero cuando lo hace sin duda se ve muy bien.

-así es colega, es una Condell no puedes esperar menos

Sebas no dice nada, solo nos regala una sonrisa de lado mientras sigue el camino hacia la clínica, hoy nos das los resultados del sexo de nuestros bebes, me hubiese encantado que Javier estuviese aquí, mirándome con esos lindos ojos, sosteniendo mi mano mientras vemos lo lindo y saludable que viene el pequeño Jares, pero no es así.

-alexia Marcell- la ginecóloga de Alex la llamo, ambas nos mirábamos algo nerviosa, pero sin mas ella se va dejándome sola con su guardaespaldas 

Se que la siguiente cero yo y mas nerviosa no puedo estar, hubiese querido que james o mama estuviesen aquí

-toma un poco de agua, estas muy nerviosa y no le hace bien al pequeño- me sorprender encontrarme con Sebastián parado frente a mi con una botella de agua, tomo la botella de agua y el se sienta a mi lado

-entonces quieres que sea niño?

-sí, me gustaría tener un pequeño Javier… disculpa un pequeño James por la casa

-Coral Condell puede pasar- anuncia la secretaria- su esposo también puede pasar con usted

¿Mi esposo? Siento como mis mejillas se van tornando rojas y no me atrevo tan siquiera mirar para atrás, pero para mi sorpresa Sebastián está detrás de mi decidido acompañarme

-es una niña?...