La Chica De La Moto

EXTRA JAMES

James Condell

Cada día comenzaba a ser igual al anterior, mama había dejado de vivir hace mas de un mes y la vida comenzaba a presentarme las dificultades.

Me levantaba y vestia a un ritmo lento a las nueve de la mañana, mi mente siempre la recordaba, su sonrisa reconfortante me hacia empezar el día con energía suficiente para no apenar a mi hermana.

Vestido ya, comenzaba a ir hacia la cocina para preparar jugo de naranja, con tostadas con mantequilla o Nutella.
Incluso hotcakes,

pero para todo esto recordaba a mi madre enseñándome desde pequeño a hacer bien las cosas en la cocina, y eso me esta ayudando a alimentar a mi pequeña hermanita.

Es como si ella supiera que se iría mas temprano de lo que esperábamos y quisiera que yo fuera quien cuidara a Coral desde que sucedió lo de nuestro padre
Ya listo ordeno la mesita pequeña para comer ahí, desde ese dia ha sido nuestro lugar.

Pongo el desayuno ordenado y con presentación bonita como le gusta a mi hermana.
Limpio mis manos en señal de que ya terminé y con una sonrisa me dirijo hacia la habitación, donde mi pequeña Coral está durmiendo.

Al entrar la observo un rato apoyado en la puerta, se ve tranquila durmiendo, su respiración es pausada, y sus manitas se mueven para quitar el cabello que le molesta
Me acerco hacia ella y con pequeños sacudidos comienzos a hacer que se despierte.

-vamos pequeña, despierta- susurro
Ella se mueve, pero me manda un manotazo en toda mi cara
Auch

-no seas violenta Coral, levante he hecho tostadas con Nutella especialmente para ti

Y como si eso fuera el detonante, se levanto como si tuviera resortes.

-bieeen, me haces coletitas? Como ayer- restregó sus pequeñas manitas en sus ojos.

Poniéndose de pies se puso unas pantuflas color rosa, espere a que se fuere al baño y tocara cuando terminara de hacer sus cosas.

Tendí su cama y cuando ya lo hice escuche los sonidos desde el baño
abrí la puerta y allí estaba ella sonriendo, con un cepillo y dos ligas para el pelo en sus manos,

-ayer vi un video que estaba guardado en el celular, de una señora haciéndole tomates de cabellos a cado lado, quieres que te los haga? - pregunte mojando un poco su pelito y cepillándole

Ella salto de alegría

-si por favor...!

comencé a hacer magia con su cabello

Habíamos desayunado y justo ahora estaba preparado para enseñarle matemáticas a mi hermana
No podía llevarla a la escuela porque necesitaban adultos para ser responsables de ella, y aquí ya no hay ninguno

-Coral, apaga a tele y ven a hacer estos ejercicios, sumar y restar- la llame.
Deje de escuchar el sonido de sus muñecos animados para oír sus pasos llegar a mí,

Pero no tenia esa sonrisa, y supe que era lo que lo que le hacía estar así de inmediato.

-no quiero hacerlo, James. - me miro con sus ojos aguados.

Mi pequeña estaba triste, y verla cada día así me era doloroso, se que ella la extraña mucho, como yo también lo hago, pero soltarme dolor llorando junto con ella no serviría de nada.

-no estés así mi amor, se que nos duele mucho, mama nos hace falta demasiado, pero aquí estoy yo para ti. Confianza, cariño y amor, eso es todo lo que necesitamos para poder estar bien. Mama dijo que así tenía que ser- podía sentir su cuerpo sacudirse por los sollozos y lágrimas empapar mi camiseta.