14. Stripers y un lo siento.

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-Because you know I'm all about that bass...-La cantarina voz de Mia bajó primero las escaleras y luego entró en la cocina donde yo engullía una gigantesca taza con cereal. Ella llevaba el cabello enmarañado y tenía puesto únicamente una de las camisetas de Seth, específicamente la de una banda que ninguno de los dos conocíamos pero que según él lo hacía verse cool. Sus ojos verdes se abrieron con sorpresa al verme y su piel pareció palidecer un poco más de lo normal.

-Cat, ¿Que haces levantada tan temprano?-preguntó con un ligero temblor en la voz. ¿En serio pensó que dormiría aquí sin toparse conmigo?

Era cierto que ese no era mi horario habitual, pero luego de regresar de la fiesta mi cabeza no me dejó dormir. Primero con la cercanía de Ryan, luego con la abrupta propuesta de Dylan, de la que me quejé una vez estuvimos en el auto... Aunque él no me escuchó cuando le dije que no sería su novia si no lo pedía de buena manera.

-Dime por favor que llevas ropa interior bajo eso-dije señalando la camiseta de Seth.

-Pues...-dijo con voz aguda.

-Te acostaste con mi hermano-afirmé muy a mi pesar y perdiéndole el gusto al tazón de cereal.

-Pues... Acostarme.... Acostarme... No...-empezó a decir.

-Tu sabes a lo que me refiero-expresé con una mueca. Sabía que no solo habían dormido... Habían hecho mucho mas.

-¿Entonces que quieres que te diga?, que nosotros fo...

-¡No lo digas!

-Fo...

-¡Mia!-le advertí.

-¡Follamos!-dijo al fin y yo me di una palmada en la frente mientras ella reía-Cat, ¡Estás roja!-exclamó entre risas.

-Ya se-susurré avergonzada. Levanté la cabeza y escuche pasos en la escalera, un Seth en boxers y adormilado llegó a la cocina, tomó a Mia desde atrás por la cintura y plantó un tierno beso en su cabeza.

-Buenos días, mi ardiente panda-le susurró en el pelo, ella le pegó un codazo y me señaló a mi disimuladamente.

¿Mi ardiente panda? Podía sentir como mis oídos sangraban.

-¡Auch!...-exclamó y luego me miró. Sus ojos se abrieron y se paró recto pero sin dejar la cintura de Mia-Cat, ¿Que haces despierta tan temprano?-preguntó mi hermano, ¿por que todos se sorprendían?, ¿Acaso una bella alma de Dios no podía madrugar?.

-De nuevo, ¿Por qué mi amiga?, ¿No podías tirarte a alguien que no conociera?-le pregunte ofendida, yo sabía como terminaban todas las chicas con las que Seth estaba y casi siempre era todo gritos, llantos y maldiciones.

-¡Tirar es una palabra muy fea!-dijo Mia cruzándose de brazos y pareciendo ofendida.

-Tiene razón-la apoyó mi hermano-preferiría la expresión fo...

-¡Ay no!, tu también-dije cruzando me de brazos.

-Follar-dijo sonriendo de tal manera que sus ojos casi se cerraron.

-Detesto la expresión-me quejé.

-Cat, no vamos a dejar de ser amigas, te lo aseguro-habló Mia volviendo al tema.

-Si tú lo dices-le sonreí, pero no había quien pudiera convencerme en serio.

-Bien, todo arreglado-Seth miró mi tazón y levantó sus cejas hacia mi.

-Tómalo-lo empujé hacia él. De cualquier forma, me habían quitado el apetito.

-Te amo, Caty-tomó el tazón con entusiasmo-¿Cuando volverá Martha?-se quejó echándole un vistazo a la cocina buscando que más podía comer.

VIVIENDO CON EL ENEMIGO (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora