38 | Ni Amor... Ni Odio

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Mirando hacia el cielo que había comenzado a colorearse de ese tono naranja que anunciaba la pronta llegada de la noche, Braxton suspiró y Grecia se preguntó si lo que tenía para decir era algo realmente grave.

—¿Brax? —susurró.

Los ojos azul oscuro se movieron a ella y la miraron con un sentimiento de nostalgia que le puso la piel de gallina.

—¿Es así? —preguntó, sin dejar de mirarla.

—¿Qué? —el entrecejo de Grecia se frunció y parpadeó sin entender bien a qué se refería él.

—¿Realmente se terminó todo entre Adam y tú?

Grecia suspiró, moviendo sus ojos hacia el cielo, mirando cómo el sol desaparecía.

—Quisiera poder decirte que no, pero en estos momentos, ya no me siento segura de nada —dijo, volviendo a mirarlo—. Siento que el hombre con el que me casé era un completo desconocido y lo peor es que es así.

—Grecia...

—Esa es la cruel verdad, Braxton —exhaló, encogiéndose de hombros—. Nosotros nunca nos conocimos realmente, un buen día, él me propuso matrimonio y yo acepté, no teníamos el tiempo suficiente de conocernos, no tuvimos momentos para reafirmar lo que sentíamos y a decir verdad, Adam me mostró solo su parte amable y cariñosa, no al hombre que realmente es.

Ahora fue Braxton quien suspiró. —Tienes razón —aceptó—. El hombre que conociste no es el verdadero Adam.

—No era mi cuento de hadas, ¿cierto?

—¿Qué te puedo decir? —murmuró—. El Adam que se mostró ante ti era un Adam que muy pocas veces vi, de hecho, puedo asegurar que jamás lo vimos ser así con nadie. Los chicos y yo conocíamos al Adam que se mostró ante ti hace unos meses atrás. Él era así, incluso antes de conocer a Lauren y no es que ahora esté defendiéndola, pero, Adam solía abandonarla mucho, no le prestaba atención y sí, le dio todo a manos llenas, pero eso no compensaba los meses de abandono, y ese condenado carácter explosivo fue el mismo que surgió cuando la encontró en la cama con Harry.

—Debería sorprenderme, pero no es el caso —masculló ella.

—Tal como ocurrió ahora, Adam casi terminó con la vida de Harry en aquel entonces y, gracias a los cielos, no pasó así... Hunter y Harry corrieron con mucha suerte.

—Lo peor que hizo fue eso; herirme a mí, golpear a Hunter y más que nada, renegar de su hijo.

—Estoy seguro de que ahora se arrepiente y tal vez no sea demasiado tarde, Grecia... Yo sé que tú lo amas y sé que el Adam que se mostró ante ti desde el momento en que te conoció, es el Adam verdadero; es el hombre que se enamoró como un jodido adolescente y es quién siempre cuidó de ti y te protegió. Él luchó por ti y, aunque la cagó, su mierda no es la misma que la mía.

—Gracias por tan grandiosa y limpia conversación —musitó, de forma sarcástica.

—Lo siento, sabes cómo soy, cariño —dijo, rodeándola en un abrazo cálido—. Deseo que las cosas se solucionen para Adam y para ti —masculló, besándole la mejilla—. Y si no se puede, al menos quiero que ambos sean felices.

—Tú eres feliz y eso es lo más importante —respondió ella, mirándolo a los ojos y sonriéndole—. Es bueno que estés superando lo ocurrido, aunque sería mejor si no tuvieras que irte para siempre.

—No he dicho que soy feliz, pero lo intento... Y bien sabes que ahí estaré si quieres hablar, lo único que tendrás que hacer es levantar el teléfono y llamarme.

Ground And Pound© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora