30 | El Quiebre Antes De La Caída Pt. 2

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—El viaje fue divertido, ¿qué tal tus vacaciones? —preguntó Grecia.

—Increíbles, Hunter y yo hemos visitado varios lugares turísticos mientras Vilna se queda en el taller terminando de arreglar algunas cosas.

¡Qué bien! —celebró—. Me alegro por ustedes.

—¿Cómo está Eros?

—Feliz como siempre, jugando y divirtiéndose a lo grande.

—Lo supuse... eh, ya debo irme, el taxi acaba de llegar.

—De acuerdo, diviértanse —dijo y colgó.

Hacía tres días que había vuelto de Australia y todavía tenía el sentimiento de haber dejado parte de su felicidad en aquel país.

Cada vez que salía al jardín, le dolía el pecho al no encontrar a Hunter allí; sí, lo extrañaba, pero también sabía que él estaba siendo feliz, explorando una nueva faceta en él que no creyó tener.

—Cielo —la inconfundible voz de su esposo llamó su atención.

Ojos azules se encontraron con los suyos y la respiración se atoró en su garganta al mismo tiempo que su corazón se saltó varios latidos.

Como la primera vez... Sí, tal como le había ocurrido la primera vez que lo vio, sus emociones y reacción hacia ese par de ojos seguía siendo la misma y dudaba que algún día cambiara, porque era algo inevitable.

Adam Taylor era su destino y lo que provocaba en ella con solo mirarla, era la prueba de que estaban hechos el uno para el otro.

—¿Se ha dormido? —preguntó, refiriéndose a su pequeño hijo.

—Sí —respondió él, acercándose a ella y envolviéndola entre sus brazos.

—¿Cuándo te irás? —quiso saber.

—En un par de días, se supone que debo estar en Las Vegas la semana próxima.

—Te alcanzaré en Miami, ¿cierto?

—Sí, ya he hablado con Jordan respecto a eso, él estará pendiente de tu llegada a Miami, te recogerá a ti y Eros en el hangar.

—Uhmm, ¿por qué tiene que ser precisamente Jordan? —exhaló—. No le caigo nada bien.

Adam sonrió. —Tú le caes bien, es solo que no es un hombre al que le guste demostrar sus afectos.

Ella alzó la mirada, encontrándose con sus ojos.

—Me odia —enfatizó.

—No te odia.

—Bien, supongamos que no lo hace —sonrió.

Allí, envuelta en los brazos de su marido, se sentía cómo si fuese capaz de soportar cualquier salvaje catástrofe natural, pero, también se sentía un poco fuera de sí misma, dudando una y otra vez sobre lo que estaba a punto de decirle.

—Adam, he estado postergando una conversación y me temo que ya no puedo hacerlo más —dijo, sin apartar los ojos de los de él.

—¿De qué hablas?

No había salida, debía y tenía que ser completamente honesta con él, contarle todo, sin omitir detalle, aunque eso significara la muerte y fin de su matrimonio.

📕🌈💐

Las cosas marchaban de maravilla, viajar con Adam y acompañarlo a cada una de las peleas, era la vida de Grecia ahora y no podía quejarse de ello, porque estaba teniendo lo que tanto quería.

Ground And Pound© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora