Amarillo

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Y cuando quiera sentir frio te aseguro que correría a tus brazos.

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La muerte es algo más que el fin de la vida, es también el abandono de alguien querido, no verlos nunca más significa que los momentos vividos nunca volverán a ser recreados.

El que sigue viviendo es el que más sufre.

Los ojos de Hinata estaban tan perdidos cuando recibió la noticia pero a pesar del impacto, sus lágrimas no tuvieron pesar de salir por montón.

-Dígame que es mentira, por favor.

No lo era.

La máquina no paraba de pronunciar el ruido sordo al no recibir ningún latido de su corazón, la enfermera desconectó la maquina y estaba por cubrir su rostro mientras bajaba la mirada de tan repetida escena.

-Sé que es difícil para usted aceptarlo, pero...

-¡No, es difícil porque yo la mandé a su cuidado! -Hinata agarró su bata halando hacia sí, la enfermera se acercó a él para detenerlo mientras que el doctor no se molestaba en ejercer fuerza.

-¡Señor! -Eran los únicos gritos de la enfermera, no obstante Hinata estaba perdido en la furia e impotencia.

-¡Su único trabajo era mantenerla con vida! -Eran los gritos ahogados de Hinata.

Shino irrumpió en la escena y alejó a Hinata al lugar más lejano de las personas, protegiéndolo de ellos o a ellos de él, en las escaleras de emergencia. Debido a que Hinata no paraba de hiperventilar se dio cuenta que por la noticia y el estrés, un ataque de ansiedad había ocurrido. Shino no sabía qué hacer, era la primera vez que su amigo estaba sufriendo tal síndrome.

Cof, cof.

La forma tan brusca y ahogada que tocia Hinata la hizo entrar en razón y buscar una bolsa de papel en donde respiraría para nivelar preocupantes desequilibrios, lo abrazó esperando a que se calmara.

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Naruko corrió hasta chocar con Shikamaru quien la sostuvo para tranquilizarla.

-Hinata... -Shikamaru parpadeó dos veces esperando que se explicara mejor- El esposo de Sasuko estaba hablando con la secretaria de su madre... Escuché todo Shikamaru, escuché como intercambiaron dinero, como le decían que se alejara de ella, ambos... solo se burlaron de ella... Tengo que decirle Shikamaru.

Naruko se fue corriendo hasta que la mano de Shikamaru la detuvo.

-¿Crees que sea prudente?

-Todo fue un juego para ellos -Le gritó cansada, era su mejor amiga y no iba a permitir esto.

-Naruko. -Alzó también la voz sobresaltando a la joven- ¿Qué caso tiene? Incluso si le dices, ¿no sería malo para sus bebes?, de por sí la está angustiando demasiado que Hinata se halla ido... dejémoslo así...

La mano de Naruko que para entonces se mantenían tensada se flaqueo y ambas manos que seguían sostenidas bajaron al compás. Tenía razón. Más, sin embargo, incluso si no fue su intención agobiar más a Sasuko, todo se fue abajo después de todo ella estaba atrás de ellos escuchándolos.

La mendacidad del destino. SasuhinaWhere stories live. Discover now