La mendacidad del destino. Sasuhina

Sueños

.

.

.

Séptimo capitulo:

Sueños.

.

.

.

Son dos cosas que jamás te podré perdonar.

La primera fue por perder todo quitándome lo que más quería.

Y lo segundo:

Fue porque no luchaste por ello y caíste rendida en esa enfermedad.

Arrebatándome mi juventud, condenado a trabajar por mantenerlos.

Sin un futuro.

"Hinata, ¿te convertiste en un artista?

Sasuko, sinceramente no quiero hablar de eso."

-¡Hinata! ¡Ven, regresa pronto! Mamá colapsó hace mucho y no estoy seguro si sigue respirando.

Corrió hacia el hospital inmediatamente luego de recibir la afligida llamada de su hermanito. No había tenido la oportunidad de ingresarla al hospital después de múltiples reuniones sobre los preparativos de la boda, faltaba un día para que todo pase y que ahora pase esto solo lo estresaban al joven novio.

Tenía la mente tan ocupada que los seres que más amaba estaban echados de menos, no podía permitirse algo como eso, pero, ahora en el hospital viendo a su hermano llorar no quería separarse de ellos, pues ahora, como parte del plan tenía que vivir con Sasuko y no quería que Sasuko se relacionase con su familia, después de todo, solo se iban a relacionar por poco tiempo.

-Shino, no sé qué hacer. -Arrugó su frente en frustración.

-Los médicos se encargarán de eso. -Le dijo una chica de lentes oscuros y suéter que cubría parte de su boca.

Shino era una chica que siempre ha estado para Hinata aún después de la bancarrota de sus padres, ella siempre estuvo.

-No hablo solo de eso.

-¿Entonces qué es?

-No quiero dejar solo a mi hermano, ya nadie estará en casa estando mi madre ingresada.

Shino puso su mano en el hombro de Hinata, reconfortándolo.

-No te preocupes, si quieres yo cuidaré de él.

-No quiero molestarte.

-No lo haces, nunca lo harás.

Hinata no pudo evitar mirarla y querer abrazarla en ese preciso momento.

Al día siguiente pasó lo que estaba preparando desde hace poco más de una semana.

Al entrar a esa iglesia con grandes puertas de madera, sabía lo que haría, preparado se puso al frente esperando a la novia, rio bajo, a pesar que ella era la novia y él el novio aquel sustantivo parecía tan ajeno a él.

¿Sabes? Yo también me enamoré:

Era una chica alta, delgada, que, a pesar de ser rubia, su tez morena contrastaba perfectamente, sus ojos azules me hacían llegar a las nubes, amaba tocar sus mejillas rosadas, y entonces cuando reía le daba sentido otra vez a mi vida. Ella era mi primer amor.

Todo terminó después de esa competición de arte.

Donde ella provocó que perdiera.

-Hinata, Hinata -Escuchó los susurros de su prometida, luego de que él entró en razón miró que ella señalaba con sus labios al sacerdote-, responde.

Claro, la respuesta.

-Acepto.

El tacto de sus labios, la suavidad de estos eran el tacto más traicionero que había recibido en lo que le quedaba de vida.

Y sin más esos lazos representados físicamente eran algo que lo perseguirá hasta el fin de sus días.

Donde ella me enseñó que el primer amor, era solo un increíble sueño, nada más que eso, algo que pronto se arruinaría.

Nota: hasta ahora, por quien sienten más compasión? digo, para mí nadie esta haciendo lo correcto xD

corto, lo sé