Punto de Vista Dailex*
*La mañana siguiente*
Llegue en un nuevo auto a la entrada del gran edificio, pase la puerta que me daba la bienvenida de nuevo y que quizá tardaría mucho en hacerlo de nuevo.
Aunque intentaba caminar con la seguridad y el egocentrismo que mi cuerpo y actitud siempre llevaban, no lo sentía asi.
Varias personas y androides me saludaban mientras caminaba al ascensor, respondía con una leve sonrisa pero sin detener mi camino.
-Si, creo que odio los ascensores.-Me dije cuando entre al lugar aceptando lo que es obvio. Puse el numero del piso que se encuentra mi oficina y luego de una segundos las puertas del ascensor volvieron abrirse para mi.
-Señorita Powell.-Me recibió la voz amigable de Lixius.-Buenos días.-Dijo con gentileza.
-Muy buenos días Lixius.-Respondí pasando por su lado.
Un suspiro cansado se escapo de mi boca al llegar a la puerta cerrada de mi oficina, hice salir el panel de seguridad y coloque mi clave para que sus puertas fueran abiertas.
Seguía igual, exactamente igual como la ultima vez que estuve aquí. Aquella vez que saldría en busca de la fugitiva AR12. Sonreí al recordar a Amanda y ahora mas al saber que estaba despierta ya casi sana por totalidad.
Fui al pequeño bar de mi oficina y me serví un vaso de wiscky.
Te volverás una alcohólica, Dailex
La voz de mi hermano Demián vino a mi cabeza recordándome su regaño.
Sonreí débilmente mientras acababa mi copa en un solo trago.
Los humanos tenemos acciones estúpidas e incluso... Desahogamos nuestras penas forma estúpida.
Y yo en estos momentos era el vivo ejemplo de eso.
Fui hasta la pared donde estaba mi caja fuerte, el panel de seguridad pidio primero el reconocimiento de voz.
-Dailex Powell.-Dije.
-Voz aceptada.-Escuche la voz robótica femenina hablar.-Ahora coloque su mano derecha.-Hice lo que pidió poniendo esa mano sobre la tablilla con luces moradas brillantes.-¿Desea ingresar una nueva contraseña escrita?.-Pregunto mientras salia un teclado táctil.
¿Algo que me hiciera volver a este lugar?
Los recuerdos no serian, apesar que aquí hay personas que amo con todo mi ser, eso por ahora no era un motivo aceptable. Aunque si había algo, algo que llego puro e inocente cuando estábamos rodeados de tanta maldad, ese algo que roba tu cariño tan solo con mirarte directo a los ojos, algo que no tenía culpa de las cosas malas que nos han sucedido sino que llego para alegrarnos un rato nuestras existencia.
Moví mis dedos en el teclado para luego presionar Enter.
-Ares.-Dijo la voz robótica.-Confirme su contraseña por favor.
-Contraseña confirmada.-Y la pequeña compuerta se abrió. Dejándome ver su interior el cual no tenia muchas cosas.
La placa del nombre de mi hermano Demián cuando supuestamente falleció, unas carpetas con algunos papeles importantes, un zarcillo de un par que Emma dejo por ultima vez en mi departamento y una rosa artificial de color azul que Milo me regalo el día que salimos por primera vez a comprar sus cosas.
*FlashBack*
-Amo...-Me llamo y voltee a verlo con seriedad ya que le había dicho que no me llamara de esa forma.-Perdón.-Agacho la cabeza mientras escondía sus manos detrás de su espalda.-Dailex... ¿Te puedo hacer una pregunta?.-Volvió a verme con una notable emoción.
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Ciudad De Huesos ✓ (Saga Ciudades De Fuego)
Ciencia Ficción#1 Primer libro de la saga Un mundo futurista lleno de tecnología y robots bajo el mando de un hombre con más de cien años de vida llamado Xander Powell que tomó posesión de la tierra luego de la pandemia que había atacado a los habitantes de esta a...
