16 → Dailex II

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Punto de vista de Dailex

Dailex...
Dailex...
Dailex.

¿Donde estoy? ¿Que hago aquí? ¿Como carajos llegue? Estaba mas que claro que no era un pasillo de las instalaciones de mi padre, ni de otro sitio que yo acostumbrase o conocía en ciudad Esmeralda. El pasillo era largo, con paredes muy altas de color blanco y techo de igual color, podría jurar que no tenia fin este pasillo.

Camine por varios minutos, muchos mejor dicho. Parecía pasar por el mismo sitio una y otra vez, aunque solo lo suponía ya que no tenia como comprobar que era asi ¿Estaba caminando en círculos? Realmente no recuerdo como llegue, en realidad ni siquiera recuerdo el lugar en donde estaba la última vez.

Mientras caminaba intentaba obligar a mi memoria a recordar, pero fue en vano pero en cambio a eso por fin encontré una puerta en este largo pasillo, me pare al frente de ella; era bastante angosta, una persona entraría a la vez, su color era exageradamente brillante, ese amarillo era muy fuerte. Tome el pomo y la abrí. Caí en una escena donde al parecer era solo una espectante.

Escuche gritos de dos personas discutiendo, el lugar me era familiar pero no con totalidad. Una niña corrió hacia mi dirección pero esta solo atraveso mi cuerpo, sentí en un escalofrío, esto me recordó a las veces que tuve que entrar a la memoria de alguna persona para corrobar algo que ella aceptaba o negaba. Para esto solo bastaba una maquina mas fe Xander y dicha persona. Pero ¿En que momento hice algo asi?

Note el terror de la niña. Seguro no pasaba de los 5 años, seguía corriendo por todo el lugar hasta que consiguió un especie de escondite atrás de una gran silla de cuero de una muy buena calidad, el diseño era bastante sofisticado, irradiaba poder e incluso maldad a mi parecer... ¿Esta silla era la Xander? Me acerque a la niña, ella seguía aterrada, su respiración estaba muy agitaba, ella cerraba los ojos con fuerza como para intentar calmarse y si que lo logro un poco.

Seguido de eso, al frente del escritorio de donde pertenecía silla aparecieron dos personas; ambas gritaban al principio se me complicó entender que discutían.

-¿Como puedes pensar en hacer eso? ¡Eres un mounstro!.-Gritaba furiosa la mujer al hombre que estaba al frente de ella, aquella mujer lloraba de rabia y de seguro de impotencia.

-¡Soy un maldito mounstro, y aun asi aceptaste casarte conmigo! Y jamas una mujer me ordenara que hacer.-Respondió bastante furioso aquel hombre al cual reconocí como Xander, me costo pero lo hice. Ahora ¿Quien era esa mujer exactamente? ¿Por que estaba en la memoria de mi padre? Porque supuse que esto era un recuerdo de el. ¿Que pretendía enviarme aquí?

-¡Si hubiera tenido elección jamas habría aceptado!-Escupió con bastante odio y acto seguido Xander la abofeteó con bastante fuerza.-Mientras viva jamas permitiré que le hagas daño a mi Dailex.-Dijo mientras sostenía su mejilla seguro queriendo aliviar ualgo el dolor de aquella.

Observaba aquella escena totalmente paralizada, sabia que no había gesto en mi rostro, ni siquiera mis pies respondía salir a donde estaba esa mujer y abrazarla, ella era mi madre... De la cual no recuerdo mucho, y perdí cuando tenia como 6 años de edad.

-Si es de matarte.-La tomo bruscamente por el cuello empujandola hacia la pared mas cercana.-Lo haré. Una desagradecida perra como tu no me hará falta.-Mamá estaba intentar escapar de las manos de Xander pero la fuerza del hombre en ella era notoria.

Y aunque era estupido, salí corriendo hacia ellos para defenderla pero antes de llegar a ellos, una voz tierna pero fuerte y decidida me detuvo.

-¡Nooooo!.-Grito con fuerza aquella niña saliendo de su escondite, su cara estaba empadada de lágrimas, pero aun asi su voz no sonaba tan entrecortada como debería.-¡SUELTALAAA!.-Grito con bastante odio en sus ojos llorosos, sus manos estaban apretadas en puños, detalle mas a fondo el rostro de la pequeña y descubrí que era yo. Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos por la rabia de ver a Xander haciendole eso a mi madre, de amenazarla, de insultarla y sabia que haría mas de seguro. Habian dos cosas que odiaba más, uno; no podía defenderla esto era un recuerdo que me pertenecía. Y dos; esto lo olvide durante casi todo las años que tengo ahora de vida.

Ciudad De Huesos ✓ (Saga Ciudades De Fuego)Where stories live. Discover now