Ciudad De Huesos ✓ (Saga Ciudades De Fuego)

13 → Dailex

Punto de vista de Dailex*

"Estaba en un sofá muy grande color blanco, el sonido de unos disparos habían hecho abrir mis ojos bruscamente.

En la pequeña mesa de vidrio al frente del sofá habían un cajetilla de cigarros, tome uno y lo encendí, tome un calada y deje reposar mi cuello en el sofá y cerré mis ojos.

-¿Desde cuando fumas?.-Escuche aquella voz masculina que extrañaba con todo mi ser.

-No lo recuerdo.-Abrí mis ojos respondiendo y dirigí mi mirada hacia donde provenía esa voz. Él estaba frente de mi sentado en un pequeño banco.

-Nunca quise nada de esto, lo sabes.-Vì el gesto de arrepentimiento de Demián.

-Jamás te culparía de nada.-Le di otra calada al cigarrillo, y comencé a admirar su presencia, estaba cambiado ya que parecía mayor que la última vez que lo vi, lo cual era extraño.

-Te amo tanto...-Dio un suspiro.-No sabes cuanto deseo estar contigo.

-Yo también te amo, y debo admitir que jamas pensé en que te perdería.-No me cansaba de repetirle aquello..

-Jamas me perdiste.-Agacho su rostro.-Pero necesito algo...-Toma pausa y volvió a posar sus ojos azules en mi.-Necesito que salgas de aquí.

-Acabo de llegar.-Dije y abrí mis brazos terminandome de recostar en el sofá.-¿Tan rápido?-Pregunté sonriendo.

-No tonta.-Sonrió dulcemente.-No de aquí exactamente, necesito que te despiertes.

Frunci el ceño, todo esto me parecia real...

Que estúpida, nada de esto tenia lógica para ser real.

-A la mierdaaa.-Pose mi mano derecha en mi boca sorprendida recordando mi último escenario.

-Deja las malas palabras.-Rió cortamente.-Pero necesito que salgas de aquí, porque me temo que perderás tu brazo.-Señalo este.

El cual miré que estaba descubierto y totalmente inmóvil, note con un pequeño tornillo salia de su agarre.

-Escuchame Lex.-Pose mi mirada de nuevo en Demián, estaban tan hermoso, con su cabellera rubia, sus lindos ojos que me miraran con ese amor fraternal que tanto me hacia falta.-Quiero que salgas y encuentres a AR12, ella es una pieza importante, sal de aquí.

-¿Pieza? ¿Para que?.-Pregunte rápidamente y sentí como otro tornillo era desprendido, este me dio un leve dolor.

-Preocupate por salir de aquí.-Dijo.-Ahora.-Su última palabra fue con tanta fuerza que me hizo volver a mi realidad."

Abrí mis ojos bruscamente, mi brazo izquierdo rompió las correas de cuero que lo sujetaban. ¿Cuero? ¿Es una puta broma? Seguido de esto tome por el cuello a la primera persona estaba cerca. Eran un hombre cuarentón que en su defensa quiso clavarme en la cara un pequeño bisturí pero lo detuve con la palma de mi mano derecha. Y como dolió pero no creo que mas el apretón de su garganta la cual quedo totalmente rota.

El sonido de zumbidos en mis oídos se había desaparecido para convertirse en gritos por parte de una mujer, sacudí un poco mi cabeza para intentar aclarar mi vista, vi donde estaba la mujer que gritaba con terror.

¿Nunca había visto una chica tan sexy como yo romperle la garganta alguien? Parece que no.

Ya no soportaba sus gritos y sus estúpidos gestos del miedo que seguro le impedía moverse de donde estaba, mi mano aún sujetaba la garganta del tipo, lo solté lanzando encima de la mujer que no estaba muy lejos de donde yo estaba, cayo al suelo y sus gritos cesaron, seguro se había desmayado por el golpe o el gran susto que tenia encima.