Capítulo 2

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Cap. 2

HARRY.

La arena húmeda en mis pies hace cosquillas en el momento en que el agua la remueve. Son alrededor de las 6 de la tarde y la noche se hace presente en la isla, estoy justo en el lugar donde hace casi dos años, le arrebataron la vida a mi amada Paige.

Suspiro pesadamente mirando al cielo.

—Paige... primero fuiste tú y ahora es Maya. —Tomo un puñal de arena—Sólo hay una diferencia, a ella la puedo recuperar.

El hotel donde nos quedamos esa vez, quebró y solo quedaron ruinas. Nadie quiso volver a hospedarse después del atentado y lo entiendo a la perfección, yo tampoco quería venir.

—Hey. —La voz de Marco me hace girar—Ashton dijo que estarías aquí.

Mete las manos en los bolsillos de su pantalón desgastado, y bota el humo de su cigarro. Creo que aparte de mí, él ha sido el más afectado por la desaparición de Maya.

Su cabello está más largo y se ha dejado crecer un poco la barba.

—Sí, sólo quería alejarme un rato.

— ¿Qué haces aquí? —Mira el lugar—Es una playa desierta.

—Es más que eso. —Observo el mar—Aquí asesinaron a Paige.

—Ah, el atentado. —Se remueve incómodo—

—Se siente raro volver aquí.

—Entiendo cómo te sientes...—Lanza el cigarro a la arena antes de pisarlo—Lo mismo sentí cuando volví a Barranquilla. ¿Sabes? Todos me creen loco, pero... yo sé lo que vi, lo recuerdo. A mi madre le dispararon y luego la apartaron de mí.

—Cuanto lo siento. Maya me lo comento.

—Algo dentro de mí, me dice que... por algo no encontraron el cuerpo.

— ¿Crees que tu madre este viva?

—Sí. —Afirma—Y creo que la clave es Francesco Simonetti.

(...)

Para cuando llegamos a casa, Ashton está como típico padre regañón.

— ¿Dónde carajos estabas? —Me exige—

—Nos quedamos platicando y luego fuimos por unas cervezas. —Comenta mi cuñado—

—Harry tiene prohibido ingerir bebidas alcohólicas. —Le apunta con el dedo— ¡Demonios!

—Cálmate, Ashton. —Lo tomo por ambos hombros—Estás tan rojo que pareciera que el cerebro se te saldrá por los oídos.

—Perdón, es que...—Se pasa la mano por el cabello—Crystal encontró algo.

Eso me hace regresar a mis cincos sentidos.

— ¿Qué quieres decir?

Ahora Ashton tiene mi atención y la de Marco.

—Ella... se comunico con una antigua compañera, es parte de la sede en Nueva York. La chica quiere tener una cena formal con nosotros, afortunadamente también está aquí en Grecia, pero debemos tomar un Ferri a Atenas.

— ¿Es confiable? Porque cualquier persona que tenga contacto con la perra oxigenada no puede ser buena compañía.

—Marco. —Lo miro seriamente—Ya hablamos de eso.

Desde que supimos la verdad de Crystal, Marco es el único que sigue desconfiando de ella, no digo que Crys ya tenga el respeto de todos. Pero Marco es el más resentido.

EL APRENDIZ TODO O NADA © || Libro 2Onde histórias criam vida. Descubra agora