Capítulo 26

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Cap. 26

ASHTON.

Camino por la playa descalzo, sintiendo como la arena se mete entre mis dedos, como el agua los moja cada que me acerco a la orilla y la brisa playera hace que mi cabello revolotee alborotándolo.

Las palabras de Crystal aún se repiten en mi cabeza como una canción irritante que por más que quieras sacarla de tu mente no puedes, sus palabras fueron claras:

"—Estoy embarazada. —Balbuceo mientras una lágrima bajaba por su mejilla—Estoy... esperando un hijo de Augusto Simonetti."

Fue un golpe bajo, me costará recuperarme de esto. Lanzo al mar una piedra que encontré en el camino, lleno de frustración y rabia hago una rabieta en plena playa. Estoy enloquecido, cegado de impotencia. Termino sentado en la arena llorando como imbécil, ese maldito degenerado no sólo abuso de mi Crys, sino que también dejo su ponzoña dentro de ella.

Su ponzoña.

Me quedo en la playa toda la noche, sin importarme el frío, solamente medito cómo serán las cosas ahora, mi relación con Crystal, sobre todo. Los rayos del sol se empiezan a detallar en el horizonte indicando que ya está amaneciendo, he pasado toda la noche llorando y maldiciendo al infeliz de Augusto.

¿Qué voy hacer? Es un bebé a final de cuentas, no tiene la culpa de que su progenitor sea un bastardo abusador, ¿podré hacerme responsable? Dios, claro que sí, soy un hombre y Crystal me necesita.

Cuando estoy a punto de levantarme, una mano se posa en mi hombro impidiéndomelo.

—Hey. —Saluda Marco—

—¿Qué tal? —Murmuro—

—Yo... estuve toda la noche vigilándote, mi padre me mando. —Confiesa—Creyó que te ahogarías en el mar o algo peor.

No respondo, sólo me limito a ver el amanecer, deben ser más o menos las 7am. Marco saca un cigarrillo y lo enciende, comienza a inhalar y expulsar humo.

—¿Sabes? —Me dice e instintivamente volteó a verlo—No estés molesto con ella, sale de sus manos estar embarazada de un Simonetti.

Me sorprende que la defienda, Marco aún tiene ligeros roces con Crystal.

—¿Me das uno? —Le pido un cigarrillo, cuando me lo da lo enciendo—No estoy molesto con ella, eso jamás. Estoy furioso por el infeliz de Augusto, no puedo creer que esos abusos hayan tenido consecuencias.

—Llorando aquí no resolverás nada, te entiendo... o bueno, trato de hacerlo. —Me mira—Te diré lo que ella dijo anoche cuando te fuiste, Crystal quiere abortar.

—No sería capaz. —Me niego a creerlo—

—Lo hará, se veía muy decidida.

—No quiero que lo haga. —Inhalo del cigarro y expulso el humo—Yo me haré responsable de ese niño.

—¿Estás seguro que soportarás saber que no es tuyo? —Cuestiona—Es su decisión, al fin y al cabo.

—¿Dónde está ella? —Ignoro su comentario—

—Acaba de salir junto con Harry al médico.

—Mierda. —Mascullo entre dientes—

Me levanto y sacudo la arena de mis pantalones.

—¿Hace cuánto fue eso? —Camino mientras él me sigue, lanzo el cigarro en la arena y lo entierro—

—Unos quince minutos.

EL APRENDIZ TODO O NADA © || Libro 2Where stories live. Discover now