treinta y siete🌙

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Ya habían pasado unas horas de viaje.

Madison y Toni iban dormidas en el asiento de atrás, por lo que Jughead y Ronnie iban hablando de cualquier cosa.

-¿Juggy, puedo decirte algo? -pregunta la pelinegra, sin vergüenza alguna-.

-Seguro. -afirma un poco extrañado-.

-Me encanta tu pene. -dice Ronnie con una sonrisa picara-.

Jughead queda sorprendido pero finalmente rie por las locuras que puede llegar a decir Ronnie.

-Nena, eres mi fantasía favorita. -asiente el ojiazul-.

Jughead sonrie mientras la mira de reojo y poner una mano en el muslo de Vero para comenzar a acariciarlo.

-Jug, deja de hacer eso. -dice la pelinegra luego de unos minutos.

Y este ríe, porque la mayor parte del tiempo ella siempre lo torturaba a él pero ahora llegó su turno.

-Tus dedos están cerca de mi feminidad y me estás acariciando el muslo y no logro concentrarme para mirar el mapa. Estoy mojada. -menciona Vero con una risita-.

Jughead abre su boca atónito y la mira.
-Llegamos a la casa, bajamos las valijas, dejamos a Madison durmiendo con los chicos y nos vamos al supermercado.

-Me encanta la idea. -suelta Ronnie entendiendo a lo que quiere decir con una sonrisa-.

Luego de unas horas, ambos pelinegros estaban en un lugar que no conocían, la verdad es que no tenían ni idea de donde estaban, solos y con el auto desocupado y los vidrios empañados.
Los dos pelinegros unen sus labios en un fugoso y casto beso. Vero se sienta sobre el regazo de Jughead para profundizar más el beso mientras que el ojiazul baja sus manos hasta llegar a la cintura de la pelinegra y está hacia pequeños movimientos, para torturarlo más a él, este empezaba a bajar sus besos húmedos hasta el cuello de Ronnie que jadeaba por los escalofríos placenteros que este le hacía tener.

Hasta que la ropa empezó a sobrar en esta situación y debían deshacerse de ella.

La pelinegra apoyó su mano en una superficie para agarrarse mejor y seguir moviéndose sobre Jughead, pero ambos se asustaron cuando la radio se prendió.

-¡Mierda! -dicen los dos al mismo tiempo-.

-Lo siento, soy tan idiota que apreté el botón sin querer. -rie avergonzada la pelinegra-. Ay Dios, no se como puedes amarme.

-Sabes que no voy a dejar de amarte por muy "idiota" que puedas llegar a ser, así que prepárate para aguantarme mucho tiempo más. -suelta Jughead mientras acaricia la mejilla de su amada-.

-¿Cuanto tiempo? -bromea Ronnie-.

-Hasta que te canses de mí.

-Entonces prepárate para estar toda una vida juntos. -finaliza Vero besando tan tiernamente y él la mira encantado-. No me mires así.

-¿Te molesta? -pregunta con una sonrisa-.

-No, me hace enamorarme mucho más de tí...

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Una vez que vuelven a aquella cabaña, donde todos los chicos estaban pegados a la ventana para ver quiénes venían.

-Ahora que se mandaron. -murmura Ronnie viendo como todos se esconden de nuevo-.

-No se, pero no espero nada bueno viniendo de ellos. -asiente Jughead abriendo la puerta, dejando pasar primero a su peliengra-.

Trying to be happy| vughead Where stories live. Discover now