𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚎𝚒𝚜

Comenzar desde el principio
                                    

Abrí los resultados y los leí.

—Lo siento —me miró desilucionada—. Lamento decir que dejarás de hacer misiones por mucho tiempo.

Kurenai se sorprendió.

—Estás embarazada —le mostré los papeles—. ¡Felicidades! —la abracé—. Al parecer Asuma sí tendrá hijos antes de morir por culpa del cigarro.

Kurenai me abrazó con emoción.

✦ . * ˚ ✦
· ·
· ˚ · ˚

—¿Entonces Shikaku-san está de misión? —pregunté ayudando a la mamá de Shikamaru con las compras.

—Así es, se fue ayer así que volverá en unos días —me sonrió—. Así que iré a casa de Chouji para visitar a su madre.

—Oh, eso es genial —Yoshino-san abrió la puerta de la casa y ambas entramos.

—¡Shikamaru, más te vale no seguir durmiendo! —solté una pequeña risa y dejé las cosas sobre la mesa.

—Que fastidio —se quejó apareciendo por la cocina—. No estaba durmiendo —me miró—. Hola —sonrió.

—Hola, Vago —besé su mejilla—. ¿Listo para la revancha de Shogi?

—No hagas trampa —lo miré con ofensa.

—Yo no hago trampa, solo soy buena para ganarte —golpeé su hombro—. Tonto.

—Shikamaru, iré a visitar a la madre de Chouji —tomó su bolso de nuevo—. Si tienes hambre prepara algo.

Solté una pequeña risa.

—Nos vemos luego, querida —me abrazó y se marchó.

—Yoshino-san es la mejor.

—Contigo —aclaró—. Creí que estarías en el hospital —me acerqué más a él.

—Lo estaba, pero no hay nada que hacer —pasé mis brazos por sus hombros—. ¿Tu que hacías?

—Estaba por salir a caminar —acercó su rostro más a mi.

—Vamos —junté mis labios con los suyos.

Shikamaru me tomó de la cintura acercándome cada vez más.

—Creo que dejamos algo pendiente ayer —murmuró contra mis labios.

—Entonces resolvamos eso —di un pequeño brincó enredando mis piernas en su cintura—. Vamos a tu habitación.

Sonrió de lado dejando un beso en mi mejilla mientras camina a su habitación. Al entrar me dejó sobre su cama y se separó quitando su playera.

—Vaya, se nota tu entrenamiento —le guiñé.

—Yo quiero ver qué ha hecho el entrenamiento contigo —comenzó a besar mi cuello.

Sus manos entraron por debajo de mi blusa, solté un suspiro sintiendo lo frías que están.

—Shikamaru~ —solté un leve gemido al sentir sus manos sobre mis pechos.

—¿Sí? —me miró con burla.

—No me gustan tus juegos —hice que se pusiera debajo de mi.

Me quité mi blusa y sonreí con malicia sentandome sobre su compañero.

—O-Oye, no te sientes ahí —me moví un poco haciendo que cerrara los ojos con fuerza.

—Me gusta lo que veo —pasé mi mano por su pecho y abdomen.

—Que problemática eres —llevó sus manos a mi espalda y desabrochó mi sostén.

Lo quitó y me observó con una sonrisa.

—A mi también me gusta lo que veo —acercó su rostro a ellos y comenzó a lamerlos

Traté de no gemir tan fuerte y soltando suspiros. Shikamaru juntó nuestros labios de nuevo y comenzamos a quitar las últimas prendas que nos quedan.

Minutos después ambos estábamos totalmente desnudos.

—¿Estas segura? Puedo parar —dijo con su frente contra la mía y con los ojos cerrados.

—Estoy segura —su mano bajo de mi vientre hasta mi entrepierna—. Oh, Shikamaru~ —cerré mis ojos con fuerza al sentir sus dedos jugando.

Él siguió haciendo eso mientras besa mis pechos, yo solo veo el techo. Tragué con fuerza sintiendo como introduce dos de sus dedos en mi. Mis uñas se enterraron en sus hombros. Se alejó de mis pechos y me miró directo a los ojos, una mirada profunda y llena de muchas emociones.

Sacó algo de uno de sus cajones y cuando ví con claridad ese sobre plateado supe qué era. Luego de ponérselo se acomodó entre mis piernas.

—Lo haré —asentí.

Comenzó a entrar en mi lentamente, apreté las cobijas debajo de nosotros, miré rápidamente y abrí de más los ojos la ver... Lo grande que es.

—¿Estás bien? —preguntó con la respiración agitada—. ¿Te duele?

—Un poco —solté un suspiro notando como ese dolor comienza a desaparecer—. Muévete.

Shikamaru tomó mis manos entralazando nuestros dedos y comenzó a moverse haciendome morder mi labio para no gemir.

—Quiero oírte —murmuró sobre mi oído.

—Shikamaru~ —comencé a gemir—. Más rápido.

Hizo lo que le pedí comenzando a embestir con más velocidad, ambos empezamos a soltar gemidos altos sin importarnos si alguien nos puede escuchar. Sentía que estaba a punto de llegar y sabía por su expresión que él también, un par de movimientos más y ambos llegamos diciendo el nombre del otro.

—Te amo, Dan —besó mi mejilla.

—También te amo, Shikamaru —le sonreí acariciando su mejilla.

Se acomodó a mi lado y nos cubrió con una manta. Me acurruque junto a él y lo abracé. Pasamos unos minutos en silencio recuperando el aliento.

—Tenemos que vestirnos, tu madre puede volver —murmuré.

—Siempre tarda —contestó mirándome con una gran sonrisa.

—Te dejé marcas en el cuello —dije pasando mis dedos por esas marcas.

—Yo también —hizo lo mismo conmigo.

—Oye, si Kakashi-sensei las ve te matará —dije con una risa pequeña—. Vamos a vestirnos.

✦ . * ˚ ✦
· ·
· ˚ · ˚

—Shikamaru, ya volví —Yoshino nos miró.

—Bienvenida, Yoshino-san —le sonreí moviendo una pieza de Shogi.

—Veo que se divirtieron —asentí.

—Le he ganado más de tres veces —dijo Shikamaru.

—Prepararé algo de cenar —se fue.

Shikamaru y yo nos miramos con una sonrisa y me besó tirando las piezas del juego.

✦ . * ˚ ✦
· ·
· ˚ · ˚

𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora