-Gracias- a penas alcanzó a decir ella. Ruggero la volvió a besar y la abrazó para quedarse dormido profundamente. 

Era un lastima que los rayos del sol anunciaran que la noche terminaba. Había sido la mejor noche de su vida y el brazo de Karol rodeándolo de la cintura abrazándolo, le hacía revivir a cada segundo lo que había pasado entre ellos.

Pero en ese momento no sabía que hacer. La razón le decía a gritos que saliera de esa cama lo más pronto posible y se alejara sin mirar atrás. Pero el corazón le decía que se quedara con ella y que la abrazara para no dejarla ir.

Bajó la mirada y la observo, inmediatamente una sonrisa en los labios de Ruggero se dibujó. Ahora se odiaba, sentía que no se podía separar de ella, pero cuando terminara la semana nunca más la volvería a ver. 

La voz de Karol lo interrumpió.

-Espero que esa sonrisa sea por mi- dijo con una gran sonrisa y abriendo los ojos. 

-Yo...tengo que... ir a...-tartamudeo Ruggero.

-Karol se sentó a horcajadas sobre él- tu no vas a ningún lado-

-Voy a ir....a....-karol lo volvió a interrumpir.

-No tienes nada que ir a hacer, ayer dijiste que teníamos todo el día libre- dijo ella.

-Pero es...es que yo...-

karol lo miró recelosa y se bajó de él- Ok, me quedó claro, no quieres estar conmigo.

-No, Karol, no es eso lo que pasa- trato de decir Ruggero.

-Ya sé lo que pasa, ¿te arrepentiste de lo que hicimos ayer verdad?- dijo ella.

-Por supuesto que no- hizo una pausa- vamos a desayunar, te espero en 20 minutos abajo- termino por decir.

Y así fue en 20 minutos Karol bajaba las escaleras para ir a desayunar. Ruggero ya lo tenía todo listo, le ofreció una silla a Karol y se sentó frente a ella. El desayuno transcurrió bien aunque la platica se basaba en las artes culinarias de Ruggero.

-Karol cambiando dramáticamente de tema- ¿Que vamos a hacer hoy?

-¿Que quieres hacer?- contestó Ruggero con otra pregunta.

-Pues se me ocurren un par de cosas, pero tal vez a ti no te agraden mucho- dijo ella-

-Todo lo que tenga que ver contigo me agrada- dijo él con una gran sonrisa.

Karol se puso de pie y rodeo la mesa para sentarse sobre las piernas de Ruggero, besándolo dulcemente, enredando sus dedos en el cabello de Ruggero y frotándose contra él.

A Karol le sorprendió la rapidez de Ruggero al aumentar la presión de sus labios pidiendo más del beso, la dureza de su virilidad y las manos de él recorriendo todo su cuerpo las piernas, la cadera, la espalda y el pecho.

Ruggero desvió sus besos hacia el cuello de Karol, quien hizo la cabeza hacia atrás para darle un mejor acceso y después dirigirse hacia la oreja de Karol.

-Me encantas- dijo él.

Karol sonrió con la confesión y con el estremecimiento que causo Ruggero en es parte especifica de su cuerpo, que por supuesto Ruggero también notó, así que le mordió levemente el lóbulo, ella dio un leve respingo de placer.

-Ruggero con un tono seductor hablándole contra la oreja- Que bien, ya encontré el punto perfecto para seducirte.

Karol rodeaba el cuello de Ruggero con sus brazos, pegada a él lo más que podía y disfrutando de las palabras de seducción que Ruggero le decía, lo hermosa que era y lo que pensaba hacerle, Karol llevaba un vestido tan corto que con el hecho de estar sentada en esa posición dejaba al descubierto sus piernas, y para beneficio de Ruggero pues disfrutaba de cada momento que sus manos se deslizaban por ellas.

También era evidente que no llevaba sostén por lo que detrás de esa fina tela los senos de Karol quedarían totalmente desnudos para él. Deslizo lentamente el vestido y este quedó en la cintura de Karol.

Acarició el cuello y los hombros de Karol, sin duda le gustaba jugar con ella, seducirla hasta que le rogara que la tomara.

-Rugge... por favor...-gimió ella.

-¿Por favor que?- contesto él.

-Tócame- suplico.

-Te estoy tocando- dijo él mientras acariciaba su mejilla cerca de la oreja, alcanzó a percibir el pequeño murmullo de Karol negando, que eso no era lo que quería, bajo sus caricias hasta llegar a su pecho- ¿Me estoy acercando?-

Karol no pudo contestar después de sentir los labios de Ruggero cerrándose sobre su pezón y tirar de él para después besarlo hasta saciarse, Karol se arqueaba para darle a entender que quería más.

Y las manos de Ruggero no se quedaban quietas, Karol sentía un leve hormigueo que exigía más por cada rincón por el que pasaban sus manos. Y los dedos de Karol impedían que la boca de Ruggero se separara de sus senos y lo presionaba más contra ella.

El timbre sonó, Ruggero separó su cara del pecho de Karol y la miró con tranquilidad y frustración. Ambos tenían la respiración agitada y los labios hinchados. Karol se levantó de él y se arregló el vestido. Ruggero se fue a abrir la puerta furioso por haberlos interrumpido.

Pero cuando abrió la puerta se encontró con...

ETERNA SEDUCCIÓN  [TERMINADA] Where stories live. Discover now