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Percy estaba haciendo una gran rabieta en medio de la enfermería y Will, sorprendido, lo observaba preguntándose cómo no le dolía nada después de los gritos que soltó en el parto. ¿No le dolía nada ahora? ¡Bendita seas, Ilitía! No era la diosa de los nacimientos por nada.

—¡¿Dónde está la niña que me prometieron?! —gritó, apuntando a Will con su espada.

Ilitía ya se había ido, así que solo estaban ellos dos en la enfermería después de que le prohibieron la entrada a todos.

"No quiero morir así. Diosas, ayúdenme. Nico... te dejo todas mis posesiones. No tengo nada, pero igual." —Pensó el rubio.

—¡Quiero a mi niña! —exclamó, y lanzó una silla que se rompió al chocar contra la pared.

—¡¿De qué estás hablando?! —respondió el rubio, preocupado por su bienestar y por el del bebé en la cama—. Nosotros nunca supimos qué era, pero no importa porque...

—¡Pero soñé que sería una niña y hasta pensé en nombres bonitos! —Se quejó—. ¡Y ahora saltas con que es un estúpido niño!

—...Suenas como lady Artemisa —señaló Will.

—¡¿Dónde está la niña en traje de Nemo que soñé?! ¡Estúpidos dioses y sus estúpidos sueños! —Siguió gritando y destruyendo todo a su paso—. ¡No pueden hacer nada bien!

—Está aquí —dijo el rubio levantando al bebé en un traje de Nemo.

—¡Es un niño! —exclamó, y apuntó al bebé con su dedo—. ¡Hasta mi hijo me traiciona!

—¡Es una niña, idiota! —gritó.

—¡Pero si yo vi que tenía pe...!

—¡Ese era el cordón umbilical, imbécil! —exclamó Will, mirándolo como si fuera tonto—. ¡¿Además, cómo viste eso?!

Percy se detuvo con una silla en las manos, contrariado.

—¿Es... una niña?

—¡Sí! —Will estaba harto—. ¡Y agradece que no tiene aletas o es un caballo!

"Diosas... ilumínenlo o elimínenlo. —rezó. Después de toda la situación, ya no confiaba nada en los dioses—. Puede ser mi hermana..."

—¿Es una niña? —Volvió a preguntar. Will asintió—. ¡Es una niña!

Y se puso a hacer un extraño baile de la victoria.

—¡¿La vas a cargar?!

—¿Eh? Sí, sí —dijo.

Percy no había levantado al bebé desde que lo dio a luz por pensar que no era la niña que había soñado; se la pasó lanzando cosas y quejándose en medio de la enfermería, así que, cuando Will se la tendió, la sostuvo con mucho cuidado para no dejarla caer.

"...Después queda como tú." —Pensó el hijo de Apolo.

—¡Es tan linda! —chilló Percy, y le dio un besó en la frente—. Ya la puedo ver con una espada, pegándole a los de Ares o quemando la casa... ¡Juntos haremos galletas azules y...!

Will pasó de una sonrisa a una expresión desconcertada. ¿Esas eran las metas que tenía para la bebé?

—Papá explotó un volcán, así que tú explotarás dos. Ese es el trato —siguió diciendo, y Will sintió unas terribles ganas de tomar a la niña y salir corriendo para salvarla de ese cruel destino.

—Percy, no creo que...

Pero en ese preciso instante, un montón se semidioses, dioses, Quirón, Grover, las cazadoras y tres mortales entraron al lugar. ¿Cómo lograron caber? Obra de los dioses, tal vez.

¿Quién embarazó a Percy Jackson?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora