¿Quién embarazó a Percy Jackson?

04

La reunión fue inesperada y ninguno de los presentes supo de qué trataba. ¿Una nueva amenaza o profecía? ¿El fin del Olimpo? ¿Otra guerra o rebelión? Esperaban que no.

—¿Qué haces aquí? —inquirió Zeus mirando a Hades que estaba tan confundido como el resto de los dioses.

—Yo lo llamé —informó Poseidón, viéndose más preocupado y sombrío que nunca.

—¡¿Y quién te crees que eres para...?!

—¿Estás bien, tío P? —preguntó Apolo con preocupación. El dios del mar asintió.

—¡¿No me escuchaste?! —exclamó el rey de los dioses.

—Solo estoy preocupado —dijo Poseidón. Sus sobrinos se miraron en sí. ¿Qué le pasaba al afable y casi siempre alegre dios del mar?—. Recibí una noticia que no quería recibir y ahora estoy planeado un asesinato o yo seré asesinado.

—¡¿Me están ignorando?! —chilló Zeus.

—¡Cállate! —espetó Poseidón, callando todas las conversaciones de los otros dioses—. ¡Estoy a punto de escribir mi testamento y de un ataque cardíaco, así que no me molestes con tus arranques de diva!

—Hermano... —llamó Hestia. Ella siempre podía calmarlo—. ¿Hermano, qué pasó?

El dios del mar se enderezó en su trono y los miró a todos. Los dioses esperaron por las impactantes noticias que tenían a Poseidón tan destruido.

—¡¿En qué fallé?! —exclamo el dios mirando hacia el cielo, y comenzó a llorar.

Los dioses estaban horrizados. ¿Qué le estaba pasando al dios del mar?

—Tío P... ¿te estás muriendo? —preguntó Apolo.

—¡Él no puede morir, idiota! —dijo Artemisa, aunque en el fondo también estaba preocupada.

—No desvalorices mi estado —dijo el dios sin dejar de llorar. ¿Estaba planeando crear su propio océano en medio del salón del trono?

—¿Qué pasó? —cuestionó Deméter, pero el dios comenzó a llorar con más fuerza.

—¡Alguien cállelo, por favor! —imploró Hera, viendo como el salón del trono tendría su propia piscina de agua salada.

—Poseidón... —llamó Hades, pero nunca esperó una reacción como esa.

—¡Hermano mayor! —exclamó el dios del mar lanzándose a los brazos de Hades.

Este estaba desconcertado con su actuar. ¡¿Poseidón realmente se estaba muriendo?! Hades también quiso llorar. Su hermano no podía morir, no podía.

"Por favor, hermano, no me dejes solo con Zeus... Todo menos eso." —Pensó el dios del Inframundo.

—Poseidón, ¿qué sucede? —preguntó Hades con temor a la posibilidad de ser dejado solo con Zeus.

El dios del mar se secó el rostro y volvió a su trono, desconcertado a todos los dioses por su actuar.

—Es horrible... lo peor que podría haber pasado —declaró, y todos se tensaron.

—¿Los gigantes de nuevo? —cuestionó Atenea—. Pero no ha habido actividad de...

—¿Tifón? —preguntó Zeus, alarmado.

—¿Se rebelaron los espíritus del grano y ahora hay escasez de cereal? —preguntó Deméter.

—¿Se acabó el vino? —Quiso saber Dionisio, horrorizado ante la posibilidad.