Cap 32

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Capítulo 32

Tomó un baño tranquilo, para tratar de relajarse, pero aun sentía una incertidumbre en su pecho que no la dejaba en paz. Se vistió normal, un jeans, sus botines, una polera simple y su chaleco de lana favorito, mató el tiempo de ocio haciendo cualquier cosa, hasta que sintió la voz de su madre que la llamaba.
-¡________!, la cena está lista-la morena suspiró.
Agarró su celular y marcó el número de Sehun, mientras bajaba las escaleras. Llegó a la cocina y se sentó en la mesa, su padre estaba frente a ella, y su madre en la esquina de la mesa. Sonaron varios pitidos antes, que el rubio contestara.
-¿Hola?-la voz ronca de Sehun, la hizo suponer que había estado durmiendo
-Sehun, soy ________-suspiró levemente y miró al frente, se encontró con la penetrante mirada de su padre que oía atentamente lo que hablaba ella.
-¿______? que sorpresa, ¿sucede algo?-habló el rubio.
-te quería decir dos cosas, primero que todo-sonrió de medio lado-¿me das el número y la dirección de Luhan?-rió un poco-y bueno lo otro ¿No ha ido Luhan a tu casa? 
-no _________-susurró extrañado-¿debería haber venido?
-no osea es que no sé-hizo una pausa-se enteró de algo hoy-obvió el tema de Krystal frente a su padre-referido a bueno tu sabes-esperó que él entendiera, no podía hablar claro teniendo a dos pares de oídos escuchándola-estoy algo preocupada, tratare de llamarlo más tarde, e iré a su casa, pero si llega a hablarte, ¿me dices cómo está?
-si no te preocupes-murmuró él-¿debo preocuparme del estado de mi amigo?
-no lo sé-suspiró-esperemos que no, pero bueno ¿me mandas lo que te pedí por mensaje?
-si no te preocupes, te mando el número y la dirección en unos momentos-
-bien, gracias Adiós.
-Adiós-cortó el celular y se encontró con la mirada de su madre también.
-¿Quién es Luhan?-dijo Kristinne. 
-un amigo-murmuró y se dispuso a comer lo que su madre había preparado. ¿Hace cuánto no comía en la mesa?
Sin malinterpretar claro, ella solía comer en su habitación o en la de su madre. Cuando estaban enojadas o no tenían buena relación-como en el último año-ella comía sola. Pero ahora estaba su padre, y cenar en la mesa, sería una buena ¿bienvenida?
-¿Vas a salir?-la voz ronca de su padre, la sorprendió levemente.
-si-respondió simple-¿algún problema?-levantó la cabeza y lo enfrentó. No podía evitar sentir algo de emoción al ver el rostro de su padre, ¡Hace tanto no lo veía! le había hecho falta tanto, pero tanto.

Odiaba el sentimiento en el pecho que sentía aquel momento, quería correr a los brazos de su fuerte padre y abrazarlo con todas las ganas que tenía guardadas. Recordaba todo lo que había vivido en su infancia y sentía ganas de llorar. Para ella Andrew era un héroe con su traje de militar y con sus armas, era su héroe el que la protegería de los malos hombres-como solía decir de pequeña-el que la consolara ante alguna pena, pero él no había estado, y lo tenía bien merecido.
El dolor que había sentido al escuchar tales palabras de una de las personas que más admiraba y amaba, era la peor sensación del mundo, se había sentido fatal y luego de unos meses, había prometido que nadie más le volvería a gritar, nunca más.

Había aprendido la lección, no se quedaría callada nunca más, y por esto había tomado un carácter fuerte y directo .Nadie la sobrepasaría y nadie le haría sentir el mismo dolor que había causado el hombre que tenía frente a ella.
Esto había aumentado al saber que su ex mejor amiga estaba en el mismo instituto que había sido inscrita y había jurado vengarse de la puta castaña. Por esto las constantes peleas de ella y Krystal, ¡Quería golpearla!, todas las veces que fuese necesario. Quería liberar toda su dolor en ella, aunque también había veces que quería olvidarse de todo y salía todas las noches a fiestas, a veces no aguantaba los recuerdos, y se escapaba del instituto y justo después de esto, comenzaron los problemas con su madre, sus quejas sus conversaciones, ¡Odiaba todo aquello!, quería vivir y ser libre, quería escaparse de todo...
-si hay problema _________-la mirada de él la increpó-es muy tarde, es sábado deberías descansar, y no salir-tomó un poco de bebida con calma, y esto la molestó mucho.
-¿descansar?, ¿no salir?-carcajeó algo graciosa-si estás loco eh, primero que todo como tú lo has dicho es sábado, siempre salgo los sábados, no descanso y si salgo ¿entiendes?-la molestia era notable en su voz. Después de que la había tratado como había querido, ahora la venía a dar órdenes ¿Quién se creía?
-Claro que entiendo-murmuró con cierta molestia también-Pero yo estoy aquí hija, y las cosas se harán a mi manera-quiso contestarle enseguida, pero él siguió hablando-Yo digo que no saldrás y no la harás ¿esta vez tú has entendido?-remarcó el pronombre personal.
-Oh no-dijo ella y se paró de la mesa-no he entendido, y como no lo he hecho, me voy-se dio media vuelta, con la intención de salir lo más antes posible.
-¡_______!, ¡Vuelve niña!-exclamó el.
-¡No Teniente Graham!-se dio media vuelta-ya no cumplo sus órdenes-lo miró por un segundo y salió de ahí con una furia inmensa.
Tratando de tranquilizarse, se colocó un polerón simple, sacó su teléfono y salió de la casa, sin tomar en cuenta los gritos de su padre.
No le importaba la hora, iría a la casa de Luhan y lo consolaría desde ahí, lo esperaría si fuese necesario, pero no volvería a su casa.
Luhan no le contestaba el celular, y estaba preocupada. No le había costado mucho llegar a la casa de Luhan, por lo que no dudó en tocar el timbre, aunque estuviera quizás muerta de vergüenza
-¿Si?-una mujer de pelo cobrizo, la miró son una sonrisa en la cara. 
-Hola señora-sonó amable-disculpe la hora, pero ¿aquí vive Luhan? 
-si aquí vive-una mueca de confusión apareció en el rostro de Ana-¿lo buscas?-ella asintió-oh querida lo siento, Luhan no ha llegado en toda la tarde-________ quedó de piedra, era algo tarde, y Luhan aún no llegaba a casa. Un miedo la recorrió al pensar que Luhan hubiese cometido alguna locura-¿quieres pasar a esperarlo? 
-oh no no-negó-lo espero acá afuera-se encogió de hombros con una sonrisa-no se preocupe debe estar por llegar.
-bueno-la mujer la miró raro-si quieres un café o pasar la puerta estará abierta ¿sí?
-Muchas gracias-la mujer desapareció por la casa y ella suspiró.
-¿Dónde estarás cariño?-susurró bajo y se sentó frente a la casa de Luhan.

Miró el punto brillante en el suelo y creyó que se quedaría ciego, la luna a esa hora hacía su máxima presencia, e iluminaba toda la ciudad. La observó fijamente durante unos segundos, y deseo que esta le hablara y le diera algún consejo. 
Suspiró y se sentó sobre el parabrisas de su auto, abrió su sopa instantánea y empezó a comer, aunque no tenía mucho apetito, sólo quería distraer sus manos, para que su mente y las confusiones de su cabeza no lo atormentaran más.
-Mierda-susurró en cuanto sintió el ardor en su lengua. Se había quemado y tuvo que beber un poco de bebida. Miró hacia al frente y vio a algunas jóvenes parejas caminando por la playa a esa hora de la noche.
-¿Quién soy?-sintió que le taparon los ojos y sonrió al escuchar su voz-
-eres una chica linda-puso sus manos sobre las de ella.
-te has ganado un premio-Krystal apareció frente a él y le sonrió como le encantaba-¿caminamos por la playa?
-si tú quieres-se encogió de hombros-pensé que no vendrías.
-eres tú Luhan, obvio vendría-entrelazaron sus manos sin darse cuenta, y él se emocionó ¡Le encantaba esa chica! hoy sería un gran día. Comenzaron a caminar por la playa, el cielo comenzaba a atardecer y aunque sonara muy cursi, la puesta de sol era un buen momento para pedirle que sea su novia. 
-Debo decirte algo-sólo un poco de nervios aparecieron en su interior, pero nada que pudiera controlar ¿cierto?
-dime-pararon su caminar, Luhan se paró frente a ella, tomó sus finas manos lentamente y en un gesto tierno las besó 
-yo-suspiró-¿eres genial sabes?-ella rió levemente-eres linda, eres maravillosa, me haces reír, me gustas -dijo finalmente, esperando que ella dijera algo.
-oh-ella bajo la cabeza ¿avergonzada?-eres tierno Luhan, pero yo... digo tú, tú también me gustas-él ni si quiera había notado la duda en su voz, solamente las palabras 'me gustas' habían bastado para que su corazón latiera fuertemente. 
-eres una copiona eh-sonrió-Krystal -suspiró-me he dado cuenta que me encanta estar contigo, y que no quiero alejarme de ti ni un segundo, y la única manera de tenerte junto a mí y que yo esté seguro que serás mía, es que tu aceptes ser mi chica, sonará muy egoísta, pero sólo te quiero para mí-miró sus ojos profundamente y con la mayor sinceridad preguntó-¿Quieres ser mi novia?


-patético-susurró él y tiró el bote de su sopa lejos-mil veces patético.
Había caído tan bajo sinceramente. Ahora que analizaba su situación, más calmado-en lo que podía-se daba cuenta de lo tonto que había sido .Hasta el más idiota de los idiotas, se hubiera dado cuenta, de las actitudes extrañas de su...de Krystal. Sus dudas, cuando ella no quería verlo, la conversación que había escuchado en el instituto, el chico extraño ¡Todo!
Pero él había estado obsesionado y es ahora cuando las palabras de Sehun aparecían en su mente.
-tú estás obsesionado Luhan
-No Sehun estoy enamorado.
¿Qué amor?
¿Qué era eso?
¿Que era estar enamorado?

La única respuesta que obtenía, era que estar enamorado era un estado en donde la persona se enceguecía y cometía las tonteras más grandes al punto de llegar a ser patético.
Si eso no era estar enamorado, entonces no sabía la respuesta exacta.
La inseguridad y la obsesión de Luhan, lo había llevado a cometer una locura muy grande, creía estar enamorado, pero más bien era una obsesión, la que tenía por su krystal ,para él, ella era hermosa sorprendente, tranquila carismática, la perfección. 
Pero resultó ser que nada de aquello era cierto. Krystal no era tranquila, no era perfecta. ¡Krystal era una mentirosa!

Lo que más le dolía era que, había creído por primera vez que una chica lo había atrapado totalmente. Nunca había creído sentir aquello por otra chica, y se sentía tan feliz por eso, pero ahora se daba cuenta que todo había sido una farsa, y al final de todo ¡Nada era cierto!, ¡No había sentido Nada!, y todo el año que había estado con ella ¡Se había ido al mismo infierno!
Tiró la bebida en un bote de basura, y se subió a su auto. Encendió la radio y pudo fijarse en la hora. ¡Las doce de la noche!
Había estado horas vagando por la playa, por las calles, en el auto, sin hacer nada, sin moverse, sólo observando sin mirar nada. ¡Gran ironía!
Tenía unas ganas de golpear a alguien, ¡La furia lo mataba!, quería tomar a alguien y golpearlo hasta quedarse sin fuerzas, quería liberar su enojo simplemente.

Condujo hasta su casa, era tarde, y quería descansar, aunque sea unas horas, el domingo tendría que hacer el papeleo para quitar y matar a Tiffany y a Luna. Tendría que hacerlo con cuidado, y pedir la ayuda de su primo ¡Joder!. Jam Fuentes tenía 22 años y vivía en california también, tendría que decirle que venía de parte de Tiffany y él iría de parte de Luna, y los quitaría a ambos del instituto. Sólo pedía no tener problemas.
Estacionó su auto, frente a su casa y bajo de él con el peso de los pies siguiéndolo.
Caminó unos pasos y miró la puerta de su casa con el ceño fruncido. Un cuerpo frágil se situaba apoyado en el umbral de su puerta. Se acercó lentamente y se fijó bien ¿Qué hacía _________ en su casa?
Una sonrisa de medio lado apareció en su rostro, al saber que quizás ella estaría preocupada por él. Ella era sincera y directa, era por eso que le gustaba...sólo eso. Pero él no quería preocupación, no quería lastima ni un te lo dije, él sólo quería olvidar la aventura más loca y más patética de su corta vida.
Tomó en brazos a _________ y ella ni se inmutó, entró a la casa y buscó a su madre en la cocina.
-mama-susurró. Su madre que estaba con una bata se dio media vuelta y le sonrió
-Hola cariño, ¿dónde estabas?-preguntó.
-por ahí-suspiró-¿hace cuánto está afuera?-con su cara apuntó el cuerpo de la morena en sus brazos
-hace como tres horas o cuatro-se encogió de hombros-le dije que entrara, pero no quiso, pensé que se había ido-se acercó lentamente y tocó la mejilla de la morena-debe tener frío, si quieres déjala dormir aquí.
-si susurró-eso haré.
-¿Quién es ella?-preguntó su madre.
-ella es-¿cómo definirla en una palabra?-la persona más confiable y realista que pueda haber conocido, y me gusta-suspiró y sin esperar reclamos o preguntas de su madre, subió por las escaleras para llegar a su habitación.

La recostó en su cama, teniendo sumo cuidado, y la observó por unos segundos. Tenía cierto resentimiento, ella podía haberle dicho todo lo que buscaba hace semanas, pero no lo había hecho y luego escucharía sus explicaciones.
Su ropa estaba helada y comenzó a quitársela de a poco. No pudo evitar mirar su tanga negra, ¿Esa chica siempre usaba ese tipo de ropa interior?
Siguió quitando su ropa y la acostó bajo las sabanas de su cama.
Se quitó su camisa, y sus zapatillas y sus pantalones y se acostó a un lado de ella. En un gesto inocente besó su frente y ella sonrió
- Luhan -susurró y él se acercó más a ella.
-hola-susurró también. 
-Oh Luhan -ella abrió los ojos y lo abrazó fuertemente casi asfixiándolo. Luhan cerró los ojos esta vez y aceptó ese abrazo, como el gesto más conmovedor que había recibido en su vida. Aspiró su aroma y luego de unos segundos besó su cuello-¿estás bien?-preguntó ella, al separarse por el estremecimiento que había sentido en su cuello. 
-No sé cómo estoy-abrió los ojos y la miró de frente-pero sólo sé que debo seguir adelante.
-así es-ella se subió a horcajadas sobre él y agarró su cabeza para que le tomara atención-tengo que hablar contigo, tengo que decirte toda la verdad, tengo que decirte porque odio a Krystal, y decirte porque no quise hablarte de la verdad antes, pero-suspiró-ahora no.
-¿no?-murmuró el castaño.
-no-atacó su cuello con besos pequeños-tú necesitas esta noche olvidarte de todo, olvidarte del mundo, los problemas vendrán mañana o pasado pero esta noche será nuestra-ella le sonrió y él se imaginó lo que venía-yo también lo necesito Luhan, lo necesito tanto así que no me rechaces-sus besos comenzaban a descender y el cuerpo de Luhan comenzaba a reaccionar.
-¿Que propones preciosa?-atrapó su cintura fuertemente, haciendo presión sobre su erección.
-Tú sabes-rió bajo- algunos le dicen, ir a otro mundo. 

¿Y que si quería olvidarse de todo? ¿Qué si quería hundirse en ella?

La morena, lo volvía loco, su cuerpo sus palabras, sus besos todo. Por lo menos por esa noche, olvidaría que alguna vez estuvo con Krystal.

No importaba si su madre podría oírlos, no importaba el tiempo, sólo la caricias que repartía sobre el precioso cuerpo de ella. Sus besos iban desde el cuello hasta el valle de sus senos, y luego de estos, hasta más abajo. Quitando la molestosa ropa interior, ambos quedaron desnudos, se miraron a los ojos y volvieron a su labor favorita...besarse.
Tomando precaución, ella se montó sobre él con fiereza, con pasión y con una mirada caliente.
-esta vez, yo tomo el control-susurró. Él sonrió y la atrapó fuertemente por las caderas.
-¿sí?-murmuró con la voz ronca, llena de excitación.
-si-rió y levantó sus caderas un poco y bajó lentamente, sintiendo como el miembro de Luhan, la llenaba lentamente-sí-susurró. Él gimió tomándola más fuerte por las caderas.
Aquella noche olvidó todo, aunque sea por unas horas.
Pero ¿Qué sucedería mañana?
¿Que vendría después?

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Hana xx

ENAMÓRATE  DE  VERDAD LUHANWhere stories live. Discover now