Cap 10

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Un ruido molesto provino de su almohada, un timbre que se le hacía condenadamente conocido, quiso gruñir y seguir durmiendo sobre la cómoda cama. Un mechón de pelo llegó hasta sus narices, picándole por encima.

Abrió los ojos lentamente con una sensación de pereza, lo primero que vio fue cabello castaño esparcido por toda su cara.

¡Tenía la peluca mal puesta!

Recordó que las mañanas durmiendo hasta tarde se habían acabado, porque ahora estaba en aquel instituto, tenía clases y debía levantarse. Se sentó en la cama y se acomodó como pudo la peluca, pues se había acordado que ¡Tenía compañeras!, debía tener cuidado obviamente. 
Mirando alrededor de la habitación pudo darse cuenta que ni su amigo rubio, ni la loca pelirroja estaban sobre sus camas, un bulto se asomaba por la última cama en que fijó su vista, de seguro ______ no era buena en despertarse temprano, al igual que él. Le quedaba media hora para llegar a clases, por lo que no dudó en levantarse. Lucía fatal frente al baño del espejo.

<Parezco un travesti>se dijo a si mismo.

Tuvo que desmaquillarse completamente y afeitarse para luego volver hacer la rutina de vestirse como chica. ¿Por qué debía usar un maldito uniforme?, habían preparatorias y otros institutos en donde los alumnos asistían con ropa normal y no con ropa uniformada. Pero no, como la suerte estaba de su lado-nótese el sarcasmo-debía usar una falda, que sentía que en cualquier momento se le vería todo, unas calcetas que le apretaban las pantorrillas, unos zapatos que le quedaban apretados, y un brazier con relleno que le estrangulaba la espalda. Pero todo lo hacía por su novia, todo por saber que escondía aquella chica.

Al salir del baño, se topó con que la única compañera que quedaba en el cuarto se estaba poniendo la falda, y como si supiera que alguien la estaba mirando ¡Lo hacía de manera sensual! ¿O ella era sensualmente natural?
Dejó de mirar recordando lo que había sucedido en la madrugada, no quería volver a repetirlo, porque había declinado la idea de ducharse con agua fría por una técnica menos escalofriante y delatadora. Sabía que al abrir el agua del grifo, sus compañeras despertarían, por lo que estuvo un buen rato en el baño, haciendo nada-claro no literalmente.

-¿de nuevo estás en contra de mis lunares?-trató de disimular, el enrojecimiento de las mejillas, que extrañamente le sucedía-¿tampoco eres buena en levantarte temprano Luni?
-es Luna _____-se acercó a su mesa de noche, recogiendo sus cuadernos- Y al parecer Tiffany es tan buena amiga que me dejó dormir-dijo sarcásticamente.
-Tiffany es tu amiga rubiecita ¿cierto?-cometió el error de mirarla, justo cuando se colocaba su polera
-si-apretó los dientes y comenzó a caminar tratando de borrar, la imagen de los senos de _____ encajados perfectamente en un brazier rojo, su maldit'o color favorito.

Llegó casi corriendo al salón que le tocaba, y nuevamente se topó con la sorpresa que le la clase la tomaba con Sehun, pero ahora había algo más. La melena castaña de su novia sobresalía en uno de los primeros puestos, sonrió al ver su rostro, cuando se dio vuelta y lo saludó con la mano.

-Pareces tonto-le dijo Sehun, pero este no lo tomó en cuenta.

El día pasó algo aburrido y sin mucho que contar. Había compartido otra dos clases con Krystal, y esta participaba de ellas, como buena alumna, era muy aplicada, no parecía tener nada extraño, pues tenía un muy buen comportamiento, lo contrario a lo que había sucedido en la clase que estuvo con ______ como compañera, la chica era bastante molestosa, Y bueno por lo menos le había puesto atención al profesor, pero no paraba de interrumpir la clase, gritando a los cuatro vientos lo bueno que estaba el hombre, ¡Y él solo le sonreía!, hasta él tenía mejores brazos, se dijo a sí mismo.

Disimuladamente la espió durante el almuerzo, y después de clases, ¡No había nada extraño en ella!, sólo conversaba con Camille, ayudaba a las chicas nuevas, se la pasaba con Camille, caminaba tranquila, y volvía a estar con Camille.

-Según veo, Krystal es normal-le dijo Sehun, estaban sentados libremente-y con libre se podía decir con las piernas abiertas-en un área donde no había nadie, la casi mayoría de las chicas estaba en algún taller o actividad, como Sehun no se había inscrito en nada y el club de teatro tenía sus reuniones los viernes, estaban libres sin nada que hacer.
-siempre ha sido normal hombre--tomó un poco de gaseosa mirando el atardecer en California.
-me refiero, a que no ha hecho nada raro-hasta el mismo Sehun se extrañaba de decir aquello-por ahora, y eso que la he mirado, siempre que está cerca de mí.
-yo igual, la he espiado-apretó un poco la lata que sostenía su mano-tampoco la he visto extraña.
-bueno hay que esperar, tan sólo llevamos dos días aquí hombre-palmeó su hombre-quizás lo extraño venga después.
-o quizás lo extraño, no exista-quiso asegurarse a sí mismo al decir esto.

Sea lo que sea que fuera eso extraño que hablaban ellos dos, no llegó durante los próximos días. Miércoles, Jueves, los días pasaban al igual que las clases Luhan había compartido más clases que Krystal y su chica no tenía ningún comportamiento extraño, bueno sólo era extraña-para él-cuando _____ se le acercaba y peleaban. Lo que había sucedido más de alguna vez en esos tres días. Pero ¿su chica debía defenderse no?

El club de teatro lo había recibido muy bien. No eran muchas las que participaban, pero tampoco eran tan pocas, sólo la cantidad normal. La profesora era muy agradable, lo había recibido bien y le había contado que además de estudiar pedagogía, era actriz, actuaba en obras de teatro y más de alguna vez salió en una película.
-Preséntate Luna-le había dicho. Él sin ningún miedo se paró frente al auditoria y comenzó a hablar.
-Soy Luna, tengo diecisiete años, me gusta surfear en verano, vivo con mi madre y nunca antes había estado en un club de teatro-todas las chicas presente le tomaron más atención-tenía un poco de vergüenza y miedo a las burlas-se encogió de hombros-ya saben pues, pero decidí que ya no más-caminó decidido hacia adelante-Seré reconocida como Luna, porque cumpliré mis sueños-sonrió mientras movía el pelo de la peluca-las demás chicas le aplaudieron al igual que la profesora. Le había salido bien la actuación como chica.

Caminó con paso decidido, atravesando todo el campus para llegar al edificio. Le había ido genial en el club, las chicas eran agradables y había aprendido bastante y eso le ayudaba a Luhan y no sólo a Luna.
Escuchó murmullos, más bien una conversación, ¿quiénes sería a estas horas?. Pues era algo tarde, el club se había retrasado y supuso que ninguna chica estaría fuera. Se detuvo en cuanto reconoció una voz...era Krystal ¿con quien hablaba?

Siguió el sonido proveniente de su voz y la divisó sentada sobre el pasto, al parecer sola, no podía ver bien ya que tenía que esconderse -Si, lo mismo de siempre, por lo menos me va bien-la escuchó decir, un murmullo más bajo se oyó en respuesta-¿cómo lo van a saber?, ¿tienes un problema a la mente o qué?-Luhan se preguntó si estaría hablando por celular o con alguna chica, pero jode'r a penas podía verla-nadie creería eso de mí, soy perfecta para ellos, creo-la sintió reírse seguido de aquel murmullo molesto-no te preocupes todas saben que tengo novio-¿a qué venía él en el tema?-nada podría salir mal, te quiero, ahora me voy Adiós. -Sintió un silencio y luego unos pasos y como alma que la lleva el diablo, Luhan se introdujo en el edificio para luego subir el montan de escaleras, hacia su habitación.

¿Nadie creería eso de ella?, ¿todas sabían que tenía un novio? ¿Nada podría salir mal? ¿te quiero? ¡Joder!, Estaba terriblemente confundido, se estaba convenciendo de que Krystal no le escondía nada, pero esto lo había hecho desistir de aquella idea.

Nunca antes había tenido aquella sensación, nunca antes había querido estrangular a alguien de tal forma, nunca antes había sentido esa desesperación, y es que nunca antes se había enamorado.
¿Enamorado?
¿Enamorarse es aquella sensación que te da cuando no te quieres alejar de la persona que quieres cierto?

Por que eso era lo que sentía cuando estaba con Krystal, no quería alejarse de ella, no quería soltarla, simplemente quería tenerla junto a él, para siempre Krystal era su todo, ella era perfecta para él, ella lo había conquistado y engatusado de tal manera que había logrado que él dejara de ser un idi'ota, un tonto, ella ¿era su primer amor? No estaba seguro de lo último, pero lo averiguaría de todas maneras. 

Pasado *
-Hola-sin temor alguno se acercó a las dos chicas. Aquella chica castaña, le había llamado la atención desde hace un buen rato, estaban sentadas en la playa y conversaban animadamente .La sonrisa de esa mujer lo tenía loco, nunca antes había tenido problemas con ligar con chicas y esta vez no sería la excepción.
-Hey-su rubia amiga lo saludó.
-¿cómo están?-dijo animadamente sentándose con ellas, como si las conociera de toda la vida.
-Bien, gracias-por fin habló la castaña y Luhan se quedó mirándola fijamente, eran los ojos más hermosos que había visto en toda su vida.
-¿Cómo te llamas?
-Luhan, y tú preciosa ¿cómo te llamas?-las mejillas de la chica se enrojecieron y para él fue el gesto más tierno que había podido ver en una chica.
-Me llamo Krys… Krystal -hasta el nombre era bonito, había pensado Luhan.
-yo soy Camille-habló su amiga rubia, pero ninguno la tomó mucho en cuenta, los dos estaban mirándose fijamente, perdidos en quizás qué mundo. 

***
Recordó la primera vez, que la vio, en esa playa, se había sentido tan seguro al acercarse, no tenía ningún temor, se había asegurado a si mismo conocer a aquella castaña. Pero al pasar el tiempo, se dio cuenta de que estaba enamorado según él, y la inseguridad junto al temor, habían aparecido por primera vez en su vida.

-me tiene enamorado-lo apuntó-eso es otra cosa.
-si enamorado-bufó-he visto a parejas y chicos enamorados, y tú precisamente no estás-esta vez lo interrumpió Luhan.
-no lo digas-lo calló.

Patrañas, y más patrañas, él quería a Krystal, él está enamorado de Krystal, y averiguaría hasta el último secreto que le esconde su novia.

-eh Luna -y como si volviese de un sopetón al presente, vio a la morena frente a él, estaban en la entrada del edificio donde estaba su habitación -mejor entra, a esta hora salen, las murciélagos-quedó algo confundido
-¿las murciélagos?-ella asintió, y vio como se llevaba un cigarrillo a la boca, ¿no estaba prohibido fumar en ese lugar?
-si son las vigilantes, de traje negro, molestosas, van de un lado a otro y una vez que te ven, no dejan de perseguirte-botó el humo por sus labios-mejor entra, eres nueva, no quisieras tener, un castigo en tu primera semana ¿cierto?-lo miró fijamente, y una tenue luz se asomó por su rostro, era la luna.

Con ayuda de ella pudo fijarse y pudo saber que los ojos de aquella morena, eran grises. Un gris extraño, un gris claro, que a la luz de la luna en conjunto con el humo que expiraba de su boca, la hacía ver de una manera sexy y a la vez hermosa.

-Claro que no-logró decir, quiso seguir caminando pero se dio cuenta algo-¿tú no entras?
-no te preocupes por mí, guarr'a-botó otra vez humo por la boca-salva tu pellejo, que del mío yo me preocupo-sonrió para luego desaparecer a la luz de la luna
-gracias-susurró
La vio caminar, y el hiso lo mismo.
¿Adonde iría?

ENAMÓRATE  DE  VERDAD LUHANOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz