Un Misterio en Berk

Capítulo 14: Sospechosos

=Astrid=

—¿Cómo te fue?—le pregunté a Hipo apenas lo vi entrar

Él está abrigado y eso me sorprende, no es que piense que los de aquí son raros o algo así, pero mi tolerancia con el frío es delicada y si él siente frío ¿Qué será de mi?.

Se quitó un gorro dejándolo por completo despeinado lo sacudió, ya que tiene pizca de nieve encima, el invierno está llegando rápidamente y no hace falta destacar que aquí el calor no es su fuerte.

—Calmandose, gracias a ti—me sonrió agradecido

—No es cierto, te di un consejo, tu decidiste tomarlo y hacer algo al respecto—negue su agradecimiento

Él arqueó una ceja y sonrió de lado, juntó sus manos para hacer fricción y poder entrar en calor.

—De igual forma, gracias

Rodé los ojos con una sonrisa y le ofrecí una tasa de café que había traído de mi casa, él la acepto y se sentó para estar más cómodo junto también intenta cubrirse con su chaqueta.

—Bien, ¿Cuál era tu idea de ayer?—preguntó

Inevitablemente mi sonrisa se aumento y busque entre unos papeles de mi escritorio que tenia guardado. Rodé con la silla volviéndome a acercar a Hipo que me mira curioso.

—Nada que no hemos pensado, pero no lo hicimos por tiempo—explico a medias

Él mira arriba pensando, hemos pensado tantas cosas buenas como estúpidas.

—Trabajos—digo al ver que no adivina

—Claro, trabajos como no se me ocurrió—bromeó—. ¿Y si nos vamos por lo obvio? Todos tienen 53, tal vez ese sea el patrón

—No lo sé, seria extraño, además Nayla Harris otra victima tenia 51—dije—. Pero... —rodé nuevamente a buscar otros papeles junto a mi confiable silla—. Tiene una hermano, Dylan Harris am... tiene 53

—Entonces tenemos dos posibilidades, vamos por la tuya primero, tal ves encontremos más sospechosos que...

—Mi padre, lo sé—me toque el puente de mi nariz ya estresada—. Y de paso podemos encontrar posible personas que pueden que las ataque

—Vamos, tenemos cosas que hacer

Con su cabeza me apuntó a la puerta, rápidamente cojo una carpeta para poner lo necesario y luego me coloco mi chaqueta junto a Hipo

°

—Pensé en no involucrarnos aún en el caso de Dylan, el ataque hacia su hermana es muy reciente—comente

Esperamos a que el semáforo se ponga en verde, el frio viento me llega hasta lo huesos, las hojas naranjas y marrones vuelan por el aire libres, de los autos desprende un vapor mostrando las diferentes temperaturas, como desearía estar en un auto con calefactor.

Él se giro a mi para verme, tenemos suerte que no hay nadie esperando junto a nosotros.

—Me parece buena idea—confirmó—. ¿Empezamos por Don Luis?, es el que vive más cerca de la escuela

Afirme con la cabeza y cruzamos la calle al ponerse en verde, veo los autos detenerse en el limite, pienso en lo rápido que podemos frenar ciertas cosas, situaciones y con la facilidad de que desearía tener para detener todo lo que me rodea, aclarar todo, mis sentimientos respecto a Hipo o mi madre.

Miro las calles, donde en ciertas partes, esquinas donde descansa agua derretida por la pequeña nevada de la noche, mis recuerdos se retoman en mi madre y mi incapacidad de afrontar su perdida, el hecho que no he sufrido como se supone que debería y eso lo convierto en odio hacia a mi, el no poder aceptar la situación y no la lloro, digo es mi madre.