Capítulo 11: Teoría

343 29 6
                                    

=Astrid=

—Bien, es hora de ponernos serios—ordené

Coloque unos archivos en la mesa asustando a Hipo, que dio un salto bajando los pies de la mesa que casi se cae de la silla donde se estaba inclinado, alzó la vista mirando los papeles que traje con la información que junte en una búsqueda simple, nada muy profundo.

Cinco personas han fallecido en las manos de este hombre y van a seguir aumentando sino descubrimos quien es, nadie merece morir de esa manera y mucho menos por el odio de solo una persona, o quien sabe, tal vez allá más involucrados, que deseo que no.

­—¿Has juntado todo esto?—preguntó ojeando las hojas

Tomó los extremos de las hojas, las dejó caer contando cuantas son, abrió los ojos y luego me miro a mi, creo que piensa que estoy loca, yo le sonrío con inocencia.

—Es el informe de cinco personas, Hipo

—Okay, ¿Por donde empezamos?

Se agachó y de su mochila saco su cuaderno, moví las hojas para dejar espacio, me senté cerca de mi computador por si necesitamos investigar algo o ordenar algo para comer. Estamos en el periódico las clase terminaron hace unos minutos, pero decidimos quedarnos para poder al fin empezar.

—Creo que ver en que tienen en común, tal vez se conocían o se reunían en un lugar—sugiero

—Me parece buena idea, mejor escribámoslo, es más seguro tener una copia a mano—comentó, asentí ante su idea, creo que al final si buena idea dejarlo ayudarme con esto

—Muy bien, las victimas son tres mujeres y dos hombres

Hipo anota todo rápidamente, luego empieza a rebuscar entre los papeles, yo lo ayudo a separar a los informes de las personas lamentablemente fallecidas.

—Entre ellos Bruno Gracia, de 53 años, las personas cercanas lo reconocen como un hombre de familia, con una amada esposa y dos hijos, era banquero—empezó a redactar mientras la pasa al cuaderno—Una vida perfecta

—En cambio Luis Ortiz, un hombre solitario con sueldo mínimo, divorciado, no alcanzó a tener hijos y como ya sabemos era el conserje de la escuela

Sentí la tristeza me rodea, no fue de el todo una vida buena, pero a pesar de todo Don Luis siempre sonreía, de lo poco que lo conocí estoy cien por ciento segura de que valió la pena conocerlo.

—Mundos totalmente distintos—suspiró con pena

—Am... entre las mujeres está Angela Hofferson, casada con una hija, era diseñadora grafica, pero decidió trabajar desde casa

Él me miro de forma diferente, extraña yo fruncí el ceño y me golpee mentalmente, no me permito que me vean vulnerable.

—No, no quiero tu lastima

Alzó sus manos en modo de paz sin decir nada, rebusco nuevamente entre los papales para continuar con las dos faltantes.

—Magdalena y Victoria Flores, mellizas atacadas el mismo día, Victoria vivía en la casa de su hermana junto al marido e hijo de su hermana, Victoria era secretaria alguien independiente, todo lo contrario de su hermana que era maestra en una escuela primaria—Informó

—Intente buscar más sobre Victoria, pero no es muy unida o afectuosa con las personas o al menos eso se veía—dije un poco arrepentida—Siempre sube fotos sola...

—Creo que estará bien por ahora—agarró mi mano para calmarme, sonreí un poco nerviosa—¿Ahora que? Sus vidas, las de todos son diferentes

—¿A pasado algo fuera de lo común hace casi tres meses atrás?—pregunte

Un Misterio en BerkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora