Un Misterio en Berk

Capítulo 42: Un plan estúpidamente funcional

I'm Sorry. No pretendía demorar tanto jeje.

=Hipo=

Ahora muchas cosas cobraban sentido, como el vano intento de mi papá de evitar contarme sus días en la escuela, claramente no termino bien o como bien intentaba fingir que no conocía a el Sr. Hofferson al principio.

Me sentí estúpido por un momento, y no fui el único, cuando dejamos al padre Astrid ella misma me confesó que no había notado tantos detalles, por pequeños que fueran, aunque sospecho que si los capto solamente que no les tomo importancia.

Me había mencionado que hasta ahora, nunca se había fijado que su papá jamás andaba sin polera, aunque fueran a la piscina, siempre andaba con una camisa remangada por arriba del codo, nada más, pero no le tomo importancia, era común de alguna forma para ella.

Debió ser una quemadura bastante fea.

Tampoco se había fijado que el Sr. Hofferson jamás llamó papá a su abuelo.

Por un instante creí que lo peor que pudieron haber hecho nuestros padre es que jamás tomaran responsabilidad de sus acciones, que se quedaron de brazos cruzados viendo como todo se iba al carajo y ellos seguían ilesos.

Por muy horrible que sonara, me conciliaba que les afecto y que si quisieron hacer lo correcto, tarde sí, pero mejor tarde que nunca.

Al fin entendí la importancia de saber ambas versiones de la historia. Había oído miles de veces que mi abuelo no fue muy afectuoso, esa era la palabra que ocupaban cuando estaba cerca y era pequeño, ahora ni se nombra, nunca lo había entendí, tampoco me había dado la tarea de preguntármelo, pensé que era frio, pero jamás pensé hasta que extremo lo era. Al parecer el abuelo biológico de Astrid también era como él, por no decir peor. El de la Sra. Hofferson no lo sé, aunque no creo que hayan sido mucho mejores.

La familia era complicada en muchas ocasiones.

Intentaba también ponerme en la posición de Canaán Tucker, trataba de averiguar el odio hacia nuestros padres, quería saber qué es lo que hacia ahí, justo esa noche y por qué desquitarse con todo el equipo. Entendía su furia, su enojo contra nuestros padres, pero los demás qué.

Pero esas son respuestas que solo nos las dará él y, para desgracia de algunos, tenemos que hacernos escuchar.

Tratando de la mejor manera, Cruz intentaría hacer que habrán la investigación de nuevo, aunque nadie era optimistas en los resultados, una cosa es que pidan volver a pensar bien las cosas, que en mi opinión Jane no hace, pero también es decirle al mismísimo detective Jane que esta pasando por alto un detalle, sin mencionar que nosotros, unos chicos de secundaria, si logramos descifrarlo.

Sí, las cosas no están a nuestro favor, no con él a cargo.

Astrid se tumbó boca abajo contra mi cama apenas entramos a mi habitación, rodó hasta quedar junto a la pared dejándome un espacio, escuché que me salió una risa y me saco la chaqueta antes de dejarme caer mirando el techo.

Tenia cierta esperanza a que Cruz lo consiguiera la verdad, nos podríamos relajar un poco, suerte que aun quedaba tiempo como para dormir un poco. Me estire con un quejido merecedor de un anciano y puse una alarma que seguro me arrepentiré de haber puesto.

Ambos nos cubrimos con edredón, vi como Astrid se apegaba a mí, abrazándome por el pecho y cerraba los ojos, le aparté su flequillo y deposite un beso antes de imitarla, cerrando mis ojos.

Y juro que fue un segundo, solo uno y la alarma sonó como si su vida dependiera de ello.

Volví a estirarme para apagar la bendita alarma con el corazón a mil. Dioses me asusto. Al moverme Astrid me abrazó con más fuerza y volteé a mirarla.