ᴀʀᴇᴘᴀs

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ᴀʀᴇᴘᴀs

Continuación del Os #2

- ¿Y esto...? - Jaeden tomo la comida del plato y observó a su novia, quien intentaba aguantar la risa al ver a su novio comer por primera vez la comida típica de su país. - ¿Lo agarro así, no?

- Si, pero con cuidado, toda la salsa se está botando. - Mónica movió el plato más cerca de él para evitar que su novio hiciera un desastre con la comida.

Con el primer mordisco de la famosa Arepa venezolana, Jaeden cerró los ojos dramáticamente y saboreó la carne mechada con queso lentamente. No pude evitar dar un segundo mordisco, pero mucho más grande ya que su sabor lo había capturado por completo.

«Mónica tenía razón» Pensó él, ya que su novia le había comentado que las Arepas era las mejores del mundo, aunque claro, el pabellón venezolano era algo de lo que jamás se cansaría también.

- ¿Y bien? - Mónica rió al ver las mejillas de ardilla de Jaeden. - ¿Esta bueno, verdad?

- Definitivamente. - Afirmó él chupándose los dedos. - Deberían de hacer de estos en Los Ángeles.

- Oh no, aunque lo hagan allá jamás podrán competir con uno auténtico de aquí. - Alardeó ella moviendo su cabello. - ¡Ey! Tranquilo, no te vayas a atragantar con eso.

Jaeden decidió meter un gran bocado de la Arepa en su boca, lo cual fue mala idea ya que empezó a toser desesperadamente por toda la comida que bajaba por su garganta. Mónica le alcanzó la lata de refresco que tenía al lado y se la tendió para que pudiera pasar mejor la comida. Le dio unas palmaditas en su espalda.

- ¡Te dije que no comieras así, amor! - Regañó su novia.

- Sorry not Sorry, babe. - Giñó un ojo con picardía, para después volver a comer la Arepa más tranquilo.

Minutos después de que Jaeden se comiera con quinta Arepa, Mónica decidió irse a pagar toda la cuenta en el pequeño negocio del parque. Pero cuando Jaeden vio que ella iba a pagar todo, se apresuró a ir a abrazarla por atrás y afincar su barbilla en su hombro con un puchero.

- ¿Si sabes que eres las más bella de todas, no?

- ¿Que quieres? - Mónica sabía que cuando su novio la trataba así era por qué quería algo.

- Cómprame cinco más.

- ¿¡Que?! ¡Ya te comiste cinco, tragón del orto!

- Porfis. - Pidió él.

- No.

- ¡Porfis!

- ¡No!

- ¡PORFIIIS!

- ¡QUE NO, COÑO!


Horas después, en el hotel...

- Gracias por las Arepas, amor mío.

- Ajá. - Mónica siguió cambiando de canales hasta encontrar en famoso Disney Channel. -Me Debes 500Bs.

Jaeden frunció el ceño con sus mejillas llenas de comida. - ¿Y eso cuanto es en dólares?

Ella se inco de hombros. Jaeden tenía un plan; se reincorporo de la cama y gateo hasta la orilla, en dónde Mónica estaba sentada viendo Mulán, y la abraza besando su cuello.

- ¿Y se mejor te lo pago dándote muchos besitos? - Propuso él sin dejar de besarla.

Ella pareció pensarlo un rato. - No.

- ¿Porqué?

- Porque cuando empiezas con simples besitos, tu y yo terminamos exhaustos sobre la cama o cualquier otro sitio. - Ella se echó para atrás, colocando su cabeza sobre el pecho de Jaeden - Y mañana tengo que levantarme temprano para ir a la academia.

Jaeden hizo un puchero. - ¿Al menos un besito pequeño? - El junto sus dedos.

- Okey. - Un beso no lo hace daño a nadie, ¿No?

Cuando la boca de Jaeden y Mónica de juntaron, ella inmediatamente tomó por las greñas al rubio y la atrajo hacia ella. Jaeden quedó impresionado, es decir, hace rato le dijo que era un poquito, no un beso largo de lengua. Ahora Mónica parecía darle con todo en ese beso, se puso a horcajadas sobre él y empezó a moverse lentamente.

Hasta que...

- ¡Auch! - Musitó Jaeden separándose de ella tocando su lengua. - ¡Me mordiste!

- Ups. Sabes a Arepa frita, no lo pude evitar. - Se disculpó.

Estuvo medio corto, no??


(editando) | ONE SHOTS ; Jaeden Martell ✓Where stories live. Discover now