sᴜsᴛᴏs ǫᴜᴇ ᴅᴀɴ ɢᴜsᴛᴏ

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Sᴜsᴛᴏs ǫᴜᴇ
ᴅᴀɴ ɢᴜsᴛᴏ.
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- ¡¡AHHHHG!! ¡NO, NO!

- ¡Mierda, Moonie! - Mi novio, Jaeden, se sobresaltó ahí mismo en el suave sofá y me miró. - ¡Cálmate! Si gritas cada dos segundos no podremos ver la película bien.

- ¿¡Y acaso es culpa mía que el maldito payaso aparezca de la nada?! - Me excusé, apretujando las sábanas que cubrirán todo mi cuerpo. - ¡Demonios! ¿Como rayos pudiste grabar esas escenas?

Él Bufó. - No teniendo miedo. - Remarcó las palabras con obviedad y se llevó una palomita de maíz a la boca.

- ¿Y es que acaso tú nunca tienes miedo? - El sarcasmo no salió oculto en mi voz.

No respondió, al contrario, se metió un puño de palomitas en la boca y puso su total atención en la televisión. Me limité a hacer lo mismo, o bueno, a medio ver por el orificio que dejaba entre las sábanas.

Las escenas fueron pasando, y con eso, los sustos fueron aumentado. Más de una vez tuve que aferrarme fuerte al brazo de Jaeden para no temblar demasiado, y él solo me veía burloso y continuaba con la vista fija en la pantalla. A pesar de que ya había visto It mas de una vez, las misma escenas causaban el mismo efecto en mí, sin excepción alguna.

Dejé de aferrarme al momento de que la película ya casi terminaba, y por ende, la parte del beso entre Jaeden y Sophia estaba por llegar.

Nunca fui la típica movía que se ponía enojada o celosa por esas cosas, siempre fui más calmada en ese punto. Jaeden lo sabía, pero aún así no dejaba de ponerse incómodo conmigo cuando ese tipos de escenas pasaban. De hecho, una vez me dijo que no quería ver la película conmigo por esa misma razón, ¿Y que hice yo? Lo mandé a freír mamones y puse play a la película. Okey, admito que la primera vez si fue algo incómodo, pero después lo fui soltando más y dejé de pensar tanto en el asunto.

- ¿Y si mejor vemos Doki? - Propuso Jaeden de repente, tomando el control de la TV dispuesto a ponerle pause a la película.

Lo tomé de la mano antes de que eso pasara. - ¿Que? No, aún no termina.

- Pero es que...

- ¿Es por el beso? - Intuí.

Se quedó callado. Y yo solo suspiré y me puse de lado para verlo mejor. Su cabello rubio caía por su frente, así que quite esos mechones lisos con mis manos hasta ponerlos hasta atrás de su oreja. Después, dejé esa misma mano en su mejilla.

- Ya han pasado como dos años desde que se estrenó It, ¿En serio aún te pones así cuando pasa esa parte?

- Es que no quiero incomodarte.

- Yo no me incomodo por eso, y lo sabes. - Soné casi como una madre reprochando a su hijo.

Él solo se mantuvo callado. Tomé la mano con la que sujetaba el control e hice que lo soltara en mis piernas cruzadas. Después de que dejé el control en otro lado, me regresé a verle y Sostuvé sus mejillas entre mis manos, obligándolo a verme. Inconscientemente ladeé mi cabeza como un cachorro y le sonreí suavemente.

- Perdón. - Soltó él. - Continuemos viendo si quieres.

En ese, decidí darle un pequeño beso en los labios. Fué solo un pico, pero fue lo suficientemente dulce como para tranquilizarlo. Jaeden hizo un pequeño puchero y tiró de mis manos, que aún estaban sobre sus mejillas, y me besó.

Quel beso fue más largo, incluso algo sofocante. Tuve que rodear su cuello con mis brazos para no caerme del sofá, ya que yo estaba en la orilla. Movió sus labios de una manera bastante experta y jugueteó con mi lengua por un buen rato.

Las cosas se empezaron a poner algo calientes.

Jaeden se echó para adelante, obligándome a acostarme sobre los cojines con el encima. Me separé de él al sentir como una de sus frías manos recorrió por debajo de mi camisa del piyama.

- ¿No se supone que íbamos a terminar de ver la película?

- Ya me aburrió, además... - Me robó un poquito. - Hace tiempo que no hacemos cositas juntas, ¿No crees?

Mia mejillas se calentaron hasta más no poder, así que para no sentir más vergüenza atraje a Jaeden había mí y uní nuestros labios nuevamente. El beso se tornó mucho más fogoso, apasionado, satisfactorio. Una punzada de excitación me recorrió por mis caderas hasta mi zona más sensible, la cual empeoró cuando Jaeden se aferró más a mí y frotó su miembro si darse cuenta en mi intimidad.

Suspiré para disimular el gemido, algo que a Jaeden pareció encenderlo aún más, porque me tomó fuertemente de las caderas y me acomodó entre sus piernas, dejando las mías aún lado de ellas rodeado su cintura.

Esa noche nos descargamos como nunca. Era la segunda vez en nuestra relación en tener relaciones y eso solo nos provocó una excitación de un nivel bastante alto. Ambos terminamos en su cuarto, en su cama, abrazados completamente desnudos entre las sábanas.

Había sido una noche increíble.

Una noche que esperaba y se volviera a repetir.

Vayan y échense agua bendita, PECADORAS!!

(editando) | ONE SHOTS ; Jaeden Martell ✓Kde žijí příběhy. Začni objevovat