Algunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes
No podías soportarlo más... amabas locamente a Erik pero sus métodos y razones eran demasiado radicales para ti; después de todo, tu vida daría un giro de 180° en poco tiempo y no estabas dispuesta a aniquilar a casi la mitad de la población solo porque él odiaba a todo el mundo.
Llevabas ya 5 años a su lado, pero los últimos 4 meses fueron los más pesados mentalmente para ti: era un "estira y afloja" cuando se trataba de analizar los ataques a diversas organizaciones gubernamentales o directamente a los jefes de estado. Erik cada vez era más violento, más agresivo, más letal y tu tenías otros "planes" en mente.
-¡Entiende Erik! Vamos a ser perseguidos toda la vida si continúas por este camino -le dijiste en esa ocasión
-¡No me importa! Los humanos tienen que entender que los mutantes hemos avanzado en la evolución y que sus normas son obsoletas para nosotros... ¡no debemos permitir más hostigamiento de su parte! -espetaba por todo lo alto
-¡Tus procedimientos no son muy diferentes a los de ellos!
-A esto se le llama justicia...
-Creo que lo estás confundiendo con venganza... -resoplaste con hastío -Lehnsherr, ya no estamos en un holocausto...
-¡Siempre será un holocausto para nosotros! Eres una idiota si no lo ves -te gritó directamente en la cara -Te has vuelto débil y compasiva... así no sirves a mis propósitos
-¿TUS propósitos? -hiciste un silencio que evidenció que sus deseos estaban por encima de todo interés de la comunidad mutante -Erik, ¿te estás escuchando? ¿No ves que nos estás arrastrando hacia un abismo del cual no podremos salir? Habrá consecuencias para todos los mutantes, incluso para los que aún ni siquiera han nacido...
-Bien... -una vez más se acercó a ti y con su dedo índice apunto a tu cara -eres libre de irte, pero te advierto una cosa: no pienses jamás en regresar...
-Erik, te amo demasiado pero... -le interrumpiste queriendo soltar tu verdad para calmar la situación
-El amor te ha hecho frágil y así no me sirves ni a mí ni a ninguna otra causa... -hizo una pequeña pausa -largo -sus ojos encendidos por la furia te llenaron de terror y te rompieron el corazón al mismo tiempo
-Pero Erik... tengo que decirte algo importante...
-¡Vete! No quiero volver a saber nada de ti -te señaló la puerta con una mirada
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A partir de ese momento un miedo a la soledad y a lo que vendría después te recorría el cuerpo a cada momento del día. No encontraste otra opción que pedir ayuda a alguien a quien se supondría sería para siempre tu enemigo: Charles Xavier. Sabiendo el antecedente de que Lehnsherr y Charles fueron amigos años atrás, te armaste de valor para ir a su casa y pedirle ayuda ahora que Magneto te había sacado de su clan y de su vida.
Xavier te recibió primero con extrañeza, renuente a tus palabras y acciones (pensando que podría ser una treta de parte de Magneto para atacarle a él y a su equipo), pero después que le explicaste la situación y comprobó en tu mente lo acontecido te admitió con gusto y hasta con afecto. Obviamente, los miembros de la mansión desconfiaban de cualquier cosa que hacías, y era normal: les habías atacado durante años acompañando a Magneto, y que de un momento a otro te convirtieras en su compañera, les hacía sospechar al máximo. Pero pasaban los meses y poco a poco te fuiste ganando su amistad y su respeto; así como también fuiste ganando tu propia autoestima, poder y confianza. Había algo ( o "alguien") que te impulsaba a diario para ser mejor.
