EL ERROR (Stephen Strange)

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7 maravillosos años pasaste al lado de Stephen, conociéndose hasta el más mínimo detalle: qué color le gustaba en las camisas, cuál era tu perfume favorito los domingos, que el café de "X" marca no le caía, cuántas veces habías visto "Casablanca" y llorado en todas y cada una de ellas... en fin, parecían la pareja perfecta ante sus conocidos y amigos.

Pero como en toda relación, a veces las cosas se salían de su manos y terminaban con grandes pleitos y separaciones eventuales para luego regresar con más amor y pasión; era como un círculo vicioso del cual ninguno de los 2 podía zafarse.
Sin embargo, como en todo cuento de hadas, siempre llega una bruja a arruinar las cosas. 

Stephen era un reconocido cirujano y muy asediado por las mujeres, tanto dentro como fuera de su propio trabajo; sabías que todas las enfermeras y doctoras del hospital donde atendía estaban tras de él, pero nunca le diste mayor importancia porque él se hacía respetar y respetaba tu lugar como su pareja; aunque, hay que decirlo, su ego y soberbia eran alimentados constantemente por sus palabras, coqueteos y acercamientos hacia Strange. Esto era lo que últimamente provocaba peleas entre ustedes 2.

Desafortunadamente, cuando las cosas parecían establecerse y calmarse, llegó una de sus pacientes y fue colándose en su mente y en su cuerpo para alejarlo de ti cada vez más.
Comenzaste a preocuparte cuando Stephen se escondía para revisar mensajes de su celular o atender llamadas "urgentes" del hospital; tomaba su saco, las llaves y desaparecía sin dar ninguna explicación que te convenciera.

-Cariño, tengo que ir al hospital, me requieren de urgencia -te dijo mientras se ponía el saco

-¿Otra vez? ¿Ahora qué se requiere? -te cruzaste de brazos

-Quieren que vaya a checar a la señora Johnson porque... eehhmm... al parecer está teniendo complicaciones de la herida de sutura 

-Qué extraño, creí que ya le habías atendido ese problema hace 3 noches

-Vamos cariño -se acercó a darte un beso en la mejilla -no te enojes, regreso más tarde. Pero si me tardo, por favor, duerme; no te quedes despierta solo por mi, ¿ok?

-Pero Stephen...

-¡Hasta luego cariño! -dijo cerrando de un golpe la puerta corriendo hacia el coche

Un día, sin más, te cansaste de ser la víctima y decidiste seguirlo. Obviamente con precauciones, tomaste tu propio auto y desde una distancia considerable perseguiste su coche a un lugar opuesto a donde estaba el hospital.  "Con que... ¿urgencias, no?", pensaste mientras manejabas lentamente, rezando para que Strange no te viera.
Luego de estacionarte y esperar unos 5 minutos, entraste al hotel donde él se había metido y preguntando a la recepcionista (y con ayuda de un soborno), subiste hasta el cuarto donde lo hallaste teniendo sexo con su joven paciente... una chica 10 años menor que tú y que era evidente que no le importaba que él tuviera novia.

Gritaste, lo insultaste y tanto a ella como a él los abofeteaste. "Deseo con todo mi corazón que esta sea la última vez que te vea, Stephen Strange". Adiós a 7 años de tu vida, a 7 años amando a un imbécil egocéntrico manipulador, a 7 años de amor sincero por alguien que no lo merecía.

Cuatro años después de que se separaron, Strange seguía laborando en el mismo nosocomio, ahora sintiéndose libre de salir con cuanta mujer se le pusiera enfrente, aunque a veces la culpa no lo dejaba en paz, aún cuando en su exterior la seguridad y la confianza parecían manifestarse siempre al tope.
Era el doctor soltero más codiciado y, aunque su soberbia era exorbitante y exasperante para muchos de sus colegas, eso atraía aún más a las mujeres.

Era el doctor soltero más codiciado y, aunque su soberbia era exorbitante y exasperante para muchos de sus colegas, eso atraía aún más a las mujeres

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De pronto, de la recepción les llegó el aviso que unas 5 personas llegarían de emergencia al hospital, debido a un accidente automovilístico que ocurrió minutos antes; 4 personas estaban con heridas profundas, pero la quinta era necesario una operación para salvarle la vida.
Strange se preparó para la cirugía mientras el traslado de la mujer estaba en camino.
Cual fue su sorpresa que al pedir los datos a los paramédicos que la atendieron éstos le dieron tu nombre... 

No lo podía creer: los nervios comenzaron a hacerlo su preso y pidió ayuda a otro de sus colegas para que lo asistiera en la intervención (cosa rara, ya que siempre presumía de sus dotes como cirujano y procuraba hacer siempre las cosas solo). La operación tardó 9 horas y al término de ésta te llevaron a terapia intensiva.

Un hombre entró a tu habitación para cuidarte, no se despegaba de ti ni de día ni de noche; se veía que te adoraba con todo su corazón.
Así pasaron 20 días esperando que tu recuperación fuera lenta, pero exitosamente las heridas y contusiones fueron cediendo a los cuidados y medicamentos suministrados en el nosocomio.
Stephen te revisaba a diario, 2 veces al día, para el seguimiento de rutina, pero cada vez que entraba a tu habitación un nudo en la garganta se formaba al ver a quien era tu nueva pareja preguntarle cómo iba tu recuperación. La culpa, los celos, el dolor, el arrepentimiento volvieron durante ese tiempo mientras que el ego, arrogancia y altivez los ocultaban para que el doctor no mostrara su peor rostro.

Cuando abriste los ojos, el hombre que te cuidaba fue por él para a avisarle:

-¡Doctor, mi novia está abriendo los ojos! -exclamó con entusiasmo; Strange corrió para cerciorarse

-Por favor, quédese fuera del cuarto; voy a revisarla para ver si puede responder algunas preguntas y examinar los demás signos en su cuerpo

-Sí doctor -dijo el joven sentándose en la sala de espera

Parado a un lado de tu cama, Stephen temblaba de emoción al verte nuevamente consciente.

-Hola T/N... ¿puedes escucharme? -moviste los ojos hinchados y aún amoratados por los tremendos golpes recibidos en el accidente, seguías adormilada -si puedes oirme, parpadea, por favor

-Creo que también puedo hablar, Stephen -dijiste con voz ronca  y apenas audible, una sonrisa se formó en tus labios

-Gracias a Dios que estás bien, cariño -se acercó para darte un beso en la frente -no sé qué hubiera pasado si llego a perderte

-Stephen, no digas eso, por favor... hace tiempo que me perdiste, ¿recuerdas? -sonabas seria

-Lo lamento, de veras lo siento... debí cuidarte mejor y...

-¿Está Barry afuera? Quisiera verlo -interrumpiste al doctor para que no continuara con su disculpa

-Sí... está esperando afuera -con el corazón roto Strange salió y le dijo a tu novio que entrara a verte; éste no dudó ni un segundo

-T/N, cariño, estás bien -lloraba de alegría al verte despierta y hablando -perdona por no haber llegado a tiempo por ti, por mi culpa tuviste que tomar ese taxi y...

-Descuida Barry, lo importante es que ahora salgamos adelante

-Ahora que estás mejor quisiera decirte algo que debí decirte hace tiempo -sacó una pequeña caja aterciopelada de la bolsa del pantalón, la abrió y de ella mostró un anillo de compromiso -sé que no debo ponerla en tu dedo pero solo quiero que me respondas: ¿te casarías conmigo?

-¡Dios mío Barry, claro que sí! -tus ojos se llenaron de lágrimas de alegría y él, delicadamente, beso tus labios para no lastimarte

Strange, que permaneció en la habitación todo ese tiempo, solo pudo sonreír al ver tu felicidad y salió del cuarto lamentándose por haber dejado ir a la mujer perfecta por un error que jamás debió cometer. Tendría que hacerle cirugía mayor a su corazón.

 Tendría que hacerle cirugía mayor a su corazón

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