☆Capítulo Cinco☆

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Ni Foxy ni Mangle habían podido dejar de pensar en ese contacto que tuvieron junto al piano aquella noche, pero, en este momento, para Foxy esos pensamientos tendrían que esperar: en el anexo que servía de casa para él y Springtrap, se libraba una gran discusión, Springtrap empacaba sus cosas y Foxy le reclamaba.

—¡Eres un completo irresponsable que no trabaja! —exclamaba Springtrap haciendo sus maletas.

—¡Estoy escribiendo! ¡Por una vez no necesito tu ayuda y te molestas!

Springtrap cerró su maleta y la tomó, miraba a Foxy con seriedad y enojo.

—Así no funcionan las cosas, te he dado muchas oportunidades. Pero tu sigues empeñado en andar de enamorado —se dirigió a la puerta de salida de la casa.

Foxy le siguió apresuradamente.

—¡No puedes irte! ¿Qué harás sin mí?

—Me las arreglaré —fue la respuesta y se marchó azotando la puerta.

Foxy estaba enojado, sí, muy molesto, pero también le dolía mucho el comportamiento de Springtrap. Él fue su amigo desde hace mucho tiempo, y ahora se había ido por razones que él consideraba insignificantes. ¿Por qué Springtrap no podía confiar en él? ¿Acaso no podía vivir como quería? Trató de olvidarlo todo, aunque seguía muy frustrado. Fue a su libreta y comenzó a releer su proyecto, a pesar de todo el problema con Springtrap, una sonrisa surcó sus labios cuando recordó aquel encuentro con Mangle. Al menos, eso le calmaba.

En cuanto a Mangle, como era de costumbre ella caminaba por el enorme jardín escuchando cantar a las aves. Había viento frío. En uno de los árboles, vio una pareja de gorriones.

—¿Estáis enamorados? —les preguntó con ternura.

Ahora, Mangle estaba confundida, nunca se había sentido de la manera en que se sentía ahora. ¿Qué sentía ella por Foxy? Es cierto que él había despertado sentimientos en ella, pero no estaba segura de lo que sentía. Nadie antes había podido hacerla sentir de esa forma. Eran muchos sentimientos encontrados y resultaba confuso. ¿Acaso era eso el amor? En todos sus libros, había leído que el amor podía llegar a confundir, entonces ¿estaría ella enamorada?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando en el camino de regreso a la casa vio a Foxy partir al pueblo, ¿a dónde iría? Se preguntaba. Al entrar a la casa, se lo preguntó a su tía.

—Tiene algunos problemas para mandar a publicar su próximo libro —le explicó.

—Aún así, algo me inquieta… ¿sólo fue por eso?

—No tienes de qué preocuparte —la consoló la señora Fritz—. Pero dime, te he notado extraña, ¿estás enferma?

Mangle negó rápidamente.

—Oh, no. No pasa nada.

Decidida a dejar por terminada la conversación, subió a su aposento. No quería explicar como se sentía, por al menos, no aún. Tomó un libro y comenzó a leer.

Llegada la noche, una gran tormenta con truenos y relámpagos era la protagonista. Mangle arreglaba la mesa con su tía para disponerse a cenar. Foxy aún no llegaba. Mangle estaba muy preocupada, algunas veces no escuchaba lo que le decían o prestaba poca atención a las tareas que le encargaban, sus pensamientos estaban muy ocupados pensando en qué sería del paradero de Foxy.

—Debió refugiarse de la lluvia en algún lugar del pueblo, tranquila —la trataba de tranquilizar su tía una vez que las tres estaban en la mesa.

—¡Pero ya debería haber regresado!

A Melisa se le dificultaba sostener los cubiertos.

—El señor Foxy es muy valiente —opinó mientras trataba de comer.

ᏟON ᏢᎪᏢᎬᏞ Y ᏢᏞᏌᎷᎪ [FOXANGLE] ||TERMINADA [✓]||Where stories live. Discover now