Cena familiar.

499 25 0
                                    

Joder, no quería que Massimo viera esto.

— ¿Laura? — Dice mientras aparece a mi costado, puedo sentir su mirada sobre mi y luego sobre la pequeña nota de Martín.

— Los dejaré solos — Dice mi madre para luego segundos más tarde desaparece totalmente.

— Massimo...— Intento emitir una palabra pero me interrumpió.

— Es el, ¿Verdad? — Pregunta mientras toma la nota — Sí, es el. Se las verá conmigo — Dice mientras toma su teléfono móvil.

— Massimo, no. Espera, no lo hagas — Digo mientras tomo su antebrazo — Ignorémosle, verás que se tranquilizará — Digo esperando a que me oiga.

Observo como su respiración vuelve a ser normal y su cuerpo deja de tensarse. Me acerco a él y tomo su rostro en mis manos, lo observo detalladamente una vez más hasta que me dedico a darle un beso, el me aprieta aún más hacía el. No lo podía negar una vez más, me encanta sentir su cuerpo.

— Massimo, te quiero a ti y eso nadie lo cambiará — Digo mientras lo abrazo fuertemente.

Siento como su corazón palpita, palpita cada una vez más bastante rápido. Me encantaba saber que eso lo ocasionaba yo.

— No quiero perderte, no quiero observarte desde lejos. Laura, eres mi felicidad entera, te quiero a ti. Y no quiero tenerte lejos — Dice mientras me abraza

Suspiré, me había enamorado completamente de Massimo que no lo cambiaría. Eso sentía y sabía yo.

— No me perderás, estoy aquí junto a ti y es eso lo que importa. ¿No? — Digo mientras lo observo.

Toma delicadamente mi rostro y me apega aún más a el.

— Eres lo más lindo que me ha pasado — Dice mientras deposita un beso en mis labios.

Lo mire anonada, me encantaba ver esa parte de Massimo, ese miedo que tenía a perderme. Esas cosas que nunca había experimentado con Martín las estaba experimentado con Massimo.

— Massimo... — Digo.

— Entiendo si no sientes lo mismo, sé que la manera en que trate de hacer mía ni fue la correcta, pero no podía esperar. Te quiero a ti Laura — Dice mientras me toma de las manos — Daré todo lo que tengo por ti.

Tomo su rostro una vez más y lo beso no encontraba las palabras correctas para decirle lo mucho que me gustaba y lo bien que me sentía con el.

Nos adentramos a la casa para poder colocar nuestras cosas en orden y descansar un poco del viaje. Quería ver a Olga, pero no quería dejar a Massimo.

— Domenico está en camino, tiene que encargarse de los negócios. No te preocupes se quedará en un hotel — Dice mientras se acerca a mí — ¿No quieres  que salgamos con tus padres a cenar? — Pregunta mientras deposita unos pequeños besos en mi cuello.

— Massimo, sabes que tan intensos son mis padres — Digo mientras me volteo para verlo.

— Laura, no hay nada de ti que no me guste — Dice mientras me toma de las manos para luego depositar un pequeño beso en ellas — Vamos, ve a avisarles quiero que sea algo elegante.

Me observa detalladamente y no puedo evitar perderme en esos ojos, me encanta sentirlo cerca me sentía tan bien y a la vez tan protegida. Deposito un beso en mis labios para luego voltearse y teclear su teléfono móvil. Domenico pensé.

Fui para la cocina ya que suponía que mi madre se encontraría en aquel lugar. Y vaya que acerte.

— Laura, hija. ¿Por qué esa cara de felicidad? — Pregunta de manera pícara mi madre.

— Madre, deja tus ilusiones — Digo mientras suelto unas carcajadas — Massimo nos ha invitado a cenar y quiero que le avises a papá para que vayan preparándose.

— ¡Oh Dios! Dime algo que no haga bien aquel muchacho, es perfecto Laura. No lo dejes ir — Dice mi madre mientras me acaricia el pelo lentamente.

— Vaya, si que lo apruebas. No eras así con Martín — Digo observando como cambia su rostro.

— Pero Laura, tu sabes que Martín no era un buen muchacho, no era atento y quien sabe en que cosas malas estaba metido aquel chico — Dice mientras volvía a lo que estaba haciendo — Laura, ¿tú sigues queriendo a aquel chico?  — Pregunta mientras su atención viaja totalmente a mi.

— Sinceramente ambas se ven totalmente hermosas hablando — Dice Massimo adentrándose a la cocina.

Mi corazón da un brinco y a la vez suelto un suspiro. Tenía miedo de que Massimo haya escuchado parte de la conversación porque sabía de lo que el era capaz.

— Oh, Massimo pero que tierno eres. Laura se ha ganado la lotería contigo — Dice mi madre regalándole una perfecta sonrisa.

— Soy yo el que se siente totalmente afortunado por tenerla — Dice el mientras me observa — Ya he hecho la reservación, solo falta que se alisten y las camionetas están listas.

— ¿Camionetas? — Pregunto sorprendida.

—No nos preocuparemos por conducir y nos daremos un pequeño tour por la cuidad — Dice Massimo mientras me guiña un ojo.

— Es una perfecta idea — Dice mi padre mientras se adentra también a la cocina.

— Oh, por Dios estoy impresionada por lo buen chico que eres Massimo, ahora mismo nos alistamos — Dice mi madre con notable emoción.

Mis padres desaparecen totalmente de la cocina dejándonos a Massimo y a mi totalmente solos en la cocina.

— Pensé que iba a ser algo más sencillo — Digo mientras lo observo.

— Quiero que toda tu familia se sienta bien. Ahora ve a alistarte que la cena es pronto — Dice.

De repente la puerta retumba con varios golpes en ella, observé a Massimo confundida.

— ¿Es Domenico? — Pregunto.

Los golpes se intensifican.

— Dudo bastante que sea el, no me ha avisado nada — Dice con notable confusión.

Camine hacia la entrada con la curiosidad a flor de piel.

— Laura...—

Serás Mía |Massimo Torricelli|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora